Las cifras oficiales en el ámbito de salud en Venezuela no se actualizan o se comparten desde hace años. El hecho se repite en la mayoría de las instituciones del estado. De ahí que los datos sobre las patologías que afectan con severidad a la población sean resultado de la organización de sociedades académicas y científicas privadas.
Una de las fuentes que está avalada de credibilidad es la Sociedad Venezolana de Cardiología (SVC) y hace poco indicó que las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el país. La información se generó a través de datos privados, investigaciones, estudios y estadísticas que se conocen por el contacto directo con la realidad clínica de Venezuela.
La SVC señala quecuatro de cada cinco fallecimientos por enfermedades cardiovasculares ocurren por cardiopatías isquémicas. Es decir, obstrucciones en arterias por placas de grasa que generan la arteriosclerosis.
Esas obstrucciones de grasas, que estrechan las vías sanguíneas, bloquean el flujo de oxígeno al corazón y pueden tener un componente genético. Aunque también se generan por varios factores de riesgo cardiovascular sobre los que siempre hay advertencias como: el consumo de tabaco; la mala alimentación y el sedentarismo; la concentración elevada de colesterol malo (LDL); el descenso del colesterol bueno (HDL) y diabetes. Y al final, en el techo de esos factores, se asoma la hipertensión arterial.
Preocupante estadística
La arteriosclerosis fue uno de los temas discutidos en el congreso que reunió durante tres días a cerca de 800 cardiólogos en la isla de Margarita, en el estado Nueva Esparta.
Heliodoro Rodríguez, presidente de la SVC, dio gran parte de las orientaciones y resaltó que si bien no hay estadísticas actualizadas, los datos que manejan surgen de información disponible hasta finales de 2022. Uno de esos datos es que las cifras de defunciones por enfermedades cardiovasculares se ubica entre 28% y 31% de la mortalidad total en el país.
El presidente de la SVC señala preocupación por la cifra debido a que fundamentalmente se trata de infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares, con el agravante de que un tercio de las muertes ocurren en personas menores de 70 años.
Sus indicaciones permiten unir toda la previa descripción de la referida patología hacia la hipertensión arterial, considerada por la SVC como la afección más importante en Venezuela. Esta es una enfermedad no prevenible y hereditaria. Tiene alta relación con la alimentación, la obesidad, el tabaquismo y en cuanto a tratamiento hay disponibilidad de medicamentos avanzados.
¿Qué orientaciones hay?
En correspondencia con los objetivos que fueron trazados para este Congreso de Cardiología, que tuvo lugar en los salones del Wyndham Concorde Resort, sugiere Rodríguez lo siguiente: «Es importante que toda la información que se genere en estos eventos, estos avances, estas novedades, puedan llegar a toda la población”.
—Son índices preocupantes, ¿qué hacer en medio de carencias y limitaciones socioeconómicas para acceder a la atención sanitaria en Venezuela?
—No es necesario una avanzada tecnología, mecanismos o dinámicas complejas, costosas, para disminuir el impacto de la mortalidad cardiovascular en el país.
Heliodoro Rodríguez dice que si bien la hipertensión arterial sin control es el factor de riesgo poblacional que tiene más impacto en la enfermedad cardiovascular, «el mensaje es que las personas, simplemente, conozcan sus cifras y se midan regularmente la tensión lograríamos aumentar el diagnostico de pacientes hipertensos y disminuir el impacto».
—Eso no es costoso. De cada 10 hipertensos, solo dos están adecuadamente tratados y controlados. Del resto, cinco no saben que son hipertensos.
El presidente de la SVC reitera que los medicamentos para el control de la presión arterial no son tan costosos y están disponibles. Algo que puede tener un impacto significativo en la disminución de la mortalidad cardiovascular.
Alianzas mortales de patologías
Junto con la hipertensión arterial, el especialista advierte sobre dos condiciones que emparejadas aumentar su impacto negativo en el ser humano. Una es el tabaquismo, cuyos factores de riesgo cardiovascular son altamente negativos. Esta adicción podría tratarse con una campaña de ahorro y Rodríguez lo tiene claro.
«Las campañas contra el tabaquismo deben ser una responsabilidad de la población en general, del Gobierno, los gobiernos locales, los medios de comunicación, las sociedades científicas, los trabajadores de la salud, de la empresa privada. El objetivo debe ser lograr una salud cardiovascular ideal en la población. No es asociar solo el cigarrillo con problemas como cáncer de pulmón, sino que el cigarrillo es un factor de riesgo fundamental para los seres humanos», resalta.
La mala alimentación también suma
El cardiólogo señala que otra fatídica condición es la obesidad. Aunque paradójicamente somos un país donde hay serios problemas de carencias alimentarias, la malnutrición existe debido a que predominan en el mercado los carbohidratos y los elementos ultraprocesados. Estos productos no solo podrían generar obesidad, sino que son base para la diabetes y altos niveles de colesterol, triglicéridos. Algo que suma a la ruta de la hipertensión.
—Aquí también son necesarias las campañas educativas y en el fondo la previsión no resulta nada costosa. Es cuestión de compromiso de las instituciones públicas y privadas, de las organizaciones no gubernamentales. El impacto positivo que eso tendría sería muy importante junto con la creación de centros de salud de alta tecnología. En países como el nuestro, de medianos y bajos ingresos, la prevención cardiovascular debe ser la prioridad, no es tratar solo con alta tecnología costosa. Adicionalmente queda pendiente el compromiso que cada quien debe tener por su salud. Sobrepasar el sedentarismo, ejercitarse y al menos caminar y acercarse a dinámicas de relajación que abundan de manera gratuita en YouTube son opciones.
¿Qué más se dijo en el congreso?
A propósito de celebrarse el próximo 29 de septiembre el Día Mundial del Corazón, quedan sobre la mesa otras informaciones que compartió de la Sociedad Venezolana de Cardiología en el congreso.
Algunas de ellas las dio Felix Madrid, presidente de la sede insular de la SVC: «Se aportaron conocimientos de última generación en tratamientos invasivos y no invasivos. Logramos establecer una vía importante de actualización de información y de investigaciones, desarrollamos un plan científico de elevado nivel académico con expertos nacionales e internacionales que generaron la posibilidad de discutir variados tópicos de la cardiología moderna, junto con un programa de educación médica continuada».
Todos estos tópicos se analizaron en 14 simposios, seis conferencias y tres talleres durante tres días. Algunos se relacionaron con la prevención cardíaca, arritmias, síndrome coronario agudo, estructural vascular, insuficiencia cardíaca, síndrome coronario crónico, hipertensión arterial, taller de angiotomografía coronaria, cirugía cardiovascular, estimulación, innovación, imágenes cardíacas, cardiopatía en la mujer, taller de holter y taller de strain.