Una historia de terror: escapa de su violador después de 14 años de secuestro

Ekaterina no podía creer que estuviera tocando la puerta de su hermana mayor para pedir ayuda tras 14 años de cautiverio. Aprovechó el mayor despiste de su secuestrador para escapar. Y, luego, tras aclarar sus ideas, contó un relato que parecía sacado de una película de terror.

La ciudadana de 33 años, según el canal de noticias ruso 74.ru y otros medios locales, fue la esclava sexual de Vladimir Cheskidov, de 51 años. Este hombre la mantuvo en un calabozo improvisado. Según la víctima, fue violada más de 1.000 veces, además le obligaban a tomar alcohol y era golpeaba con frecuencia. La secuestrada también debía atender las necesidades de la casa y específicamente las de la madre del violador.

El hecho ocurrió enSmolensko, una ciudad de Rusia occidental, cerca del río Dniéper y fue recogido por el New York Post. Lo más extraño de este suceso es que fue la propia madre de Vladimir la que permitió la fuga de la mujer, en un aparente ataque de conciencia.

Ekaterina relató que el delincuente la había mantenido en cautiverio desde 2009 y solo la dejaba salir de una habitación cerrada con candado y con rejas en las ventanas para realizar tareas domésticas a punta de cuchillo. Era torturada y golpeada brutalmente en repetidas ocasiones por cualquier transgresión menor.

Durante una audiencia de custodia el martes 1 de agosto, Cheskidov, con aspecto demacrado y sin afeitar, se echó a llorar y negó haber actuado mal, y le dijo a un juez que él y Ekaterina compartían un «amor mutuo». Sin embargo, la policía encontró en esta casa una colección de juguetes sexuales, bozales y CD que contenían pornografía. Y algo mucho peor: restos de un cuerpo.

Probable asesinato

Ekaterina aseguró que Cheskidov apuñaló fatalmente a una mujer llamada Oksana, a quien el hombre se refería como su «esposa», en 2011, y luego la obligó a ayudarlo a deshacerse del cuerpo. El Comité de Investigación de Chelyabinsk confirmó la recuperación de restos humanos en el sótano de la casa de Cheskidov. Ahora enfrenta cargos por asesinato, violación y secuestro.

La madre de Cheskidov, Valentina Cheskidova, de 72 años, que vivía con su hijo y su presunta esclava sexual, también fue arrestada por su papel en el secuestro de la mujer, pero luego fue liberada.

Ekaterina contó que su pesadilla comenzó una noche en el otoño de 2009, cuando ella, que entonces tenía 19 años, conoció a Cheskidov, que entonces tenía 37 años, en una estación de autobuses en la ciudad de Chelyabinsk. El hombre la invitó a su casa a tomar algo, pero cuando llegaron allí, supuestamente sacó un cuchillo y declaró que ella era su rehén.

Según los informes, el detenido estaba buscando a una mujer joven para secuestrar «que probablemente no sería reportada como desaparecida», por lo que eligió a Ekaterina, que provenía de una familia problemática y de bajos ingresos, tenía una apariencia hogareña y caminaba con una cojera causada por una anomalía congénitallamada popularmente como «pie zambo».

Ekaterina le dijo a la policía que pasó los siguientes 14 años principalmente dentro de una habitación asegurada con un pesado candado de granero. Cheskidov solo la dejaba salir para cocinar, limpiar y cuidar a su anciana madre. Cada vez que este hombre, desempleado, salía de la casa, cubría la boca de Ekaterina con cinta adhesiva y la ataba a una viga para que no pidiera ayuda o tratara de huir.

Hablando con los investigadores, Ekaterina dijo que Cherkisov la violaba regularmente. No pudo decir cuántas veces el hombre la había forzado a lo largo de los años, pero estimó que fueron más de mil. Ella también afirmó que Cheskidov la obligó a beber alcohol y la golpeó en la cabeza tan salvajemente que después de un tiempo olvidó la información de contacto de todos sus familiares.

El padre de Ekaterina murió antes de que ella naciera y perdió a su madre cuando aún era un bebé. Tiene una hermana mayor que vive en el área, quien supuestamente esperó nueve años para denunciar su desaparición. La secuestrada le dijo a la policía que en un momento, Cheskidov llevó a otra mujer a su casa y la presentó como su “esposa”, aunque la recién llegada, llamada Oksana, luego admitió a Ekaterina que ella y Cheskidov no estaban casados.

Durante la audiencia judicial del martes, la madre de Cheskidov le dijo al juez que su hijo está legalmente casado con una mujer de Ekaterimburgo. La pareja no ha cohabitado en años, pero no se divorciaron formalmente.

En 2011, Oksana y Cheskidov supuestamente se pelearon y la mujer trató de pedir ayuda. Enfurecido, Cheskidov supuestamente agarró un cuchillo y apuñaló repetidamente a Oksana, matándola. Ekaterina afirmó que su captor la obligó a ayudarlo a cortar el cuerpo de la mujer y meter los restos en una olla grande, que luego enterró en el sótano.

Una autopsia realizada a los restos encontrados en la propiedad de Cheskidov esta semana encontró que la víctima posiblemente murió como resultado de un apuñalamiento.

La pesadilla de Ekaterina finalmente llegó a su fin esta semana, cuando Cheskidov, que había estado bebiendo mucho en los últimos meses, sufrió un episodio psicótico inducido por el alcohol. Su madre, posiblemente temiendo por su propia seguridad, pidió ayuda y lo llevaron a una institución de salud mental. Según los informes, en la conmoción, el hombre de 51 años olvidó cerrar la puerta detrás de él y su madre instó a Ekaterina a escapar, diciéndole que “quizás no tenga otra oportunidad así”.

Después de salir de la casa donde había estado encerrada durante 14 años, Ekaterina fue a buscar a su hermana, a quien encontró viviendo cerca. La hermana entonces llamó a las autoridades. El juez declaró el martes a Cheskidov apto para ser juzgado y ordenó su encarcelamiento por dos meses. Su madre, sin embargo, fue liberada.

Hablando fuera del juzgado, Cheskidova, una ex miembro del personal del hospital psiquiátrico y viuda, dijo a los periodistas que Ekaterina se había «enganchado» a su hijo y vivía con él «voluntariamente». Agregó que la presunta víctima se comportó “como una reina”, negándose a hacer cualquier cosa o a buscar trabajo.

Los vecinos de la aldea describieron a Cheskidov como un hombre al que generalmente se lo veía tropezar borracho con una capucha sobre la cabeza, o mirando a los niños en el patio de recreo local. El hombre de 51 años tiene antecedentes penales, que incluyen una condena por robo en 1989. Si es declarado culpable de asesinato y otros cargos, Cheskidov podría estar condenado a 25 años en una colonia penal.