Tecnología

Cloud Computing: lo que hay que saber

¿Qué ventajas ofrece a una empresa un servicio en la "nube"? ¿Quiénes controlan ese mercado? Aquí va una guía rápida para considerar opciones en cloud computing

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El cloud computing, o computación en la nube, ofrece muchos beneficios, especialmente para las empresas. La manera más sencilla de explicar qué es esta maravilla es diciendo que la computación en la nube es la entrega de servicios de computación (servidores, almacenamiento, software, inteligencia, entre otros) a través de Internet (la nube). Esto ofrece innovación más rápida, recursos más flexibles y economías de escala.

Para usar un cloud service es normal tener que pagar, pero es una inversión que ayuda a reducir los costos de operación, a manejar tu infraestructura con más eficiencia, y adaptarse a los cambios requeridos por tu negocio.

Ahora, veamos un poco de historia.

Las raíces de la computación en nube se remontan al comienzo de los años cincuenta. Originalmente, siendo una unidad central militar para conectar terminales de computadoras a través de una matriz interna, la tecnología de almacenamiento de servicios no local avanzó con rapidez una vez que llegó a la comunidad científica.

El término computación en la nube surgió en 1996 en un documento interno de Compaq. Dicho término “nube” estaba originalmente conectado al concepto de computación distribuida. Este concepto fue discutido inicialmente por J.C.R Licklider, el primer director de la Oficina de Técnicas de Tratamiento de la Información de la división ARPA del Pentágono, en los años sesenta.

A mediados de los noventa, se usó para discutir la nueva esfera digital. No tardó mucho hasta que Microsoft y Google compitieran para obtener más y más de este mercado virtual. Luego, la nube estuvo en todos lados, con todo el mundo usándola para entretenimiento, finanzas, gobierno… para todo.

¿Cuáles son los beneficios que ofrece la nube?

Costo: La computación en la nube elimina el gasto que se debe hacer en hardware y software, junto con la construcción de un datacenter.

Velocidad: Los recursos de computación pueden proveerse en cuestión de minutos, con pocos clics, proporcionando gran flexibilidad a los negocios.

Productividad: Para tener datacenters locales normalmente se requiere construir el hardware, hacer patches en el software, y otros servicios de TI que consumen mucho tiempo. La computación en la nube elimina la necesidad de muchas de estas tareas

Fiabilidad: La computación en la nube hace que mantener back ups de data, recuperación de averías, y la continuidad de un negocio sean más fácil y menos costosos debido a que la data se guarda en múltiples sitios en la red de la nube.

Seguridad: Una gran cantidad de proveedores de la nube ofrecen numerosas políticas, tecnologías, y controles que refuerzan la seguridad, protegiendo así la información almacenada, las aplicaciones y la infraestructura ante posibles amenazas.

Elige tu nube

Otro factor importante que se debe saber sobre la nube es que existen varios tipos. No todas las nubes son iguales, existen diferentes modelos, tipos y servicios listos para ofrecer una experiencia personalizada junto con la solución específica para todo tipo de usuario.

Resulta de gran importancia estar atento sobre qué tipo de nube se planea usar. Hay tres maneras de desplegar un servicio de computación en nube: con una nube pública, una privada o una híbrida.

Las nubes públicas suelen ser operadas por proveedores de nubes de terceros. Estos suelen enviar sus recursos de computación, como un servidor, a través de internet. Con una nube pública todos los servicios pertenecen al proveedor. Se suele acceder a través de una cuenta personal.

Las nubes privadas son exclusivas de negocios u organizaciones. La parte física de esta nube se puede encontrar en el datacenter local de dicha compañía u organización.

Por último, las nubes híbridas combinan todo lo de una pública con una privada a través de una tecnología que permite que tanto la data como las aplicaciones se puedan compartir entre ambas. Al permitir que la data se mueva entre lo público y lo privado, este tipo de nube proporciona más flexibilidad, optimización de estructuras y seguridad.

También es importante distinguir entre los varios tipos de servicios ofrecidos por las nubes. El primero se conoce como IaaS por sus siglas en inglés, que significan «infraestructura por servicio». Esta es la categoría más básica de un servicio de computación en nube. Con IaaS, se alquila la infraestructura TI. Por ejemplo, se alquilaría un sistema operativo o un servidor.

De segundo, tenemos PaaS (Platform as a Service), que se puede traducir como «plataforma como servicio». Estos ofrecen servicios de computación en nube que proporcionan un ecosistema de desarrollo, pruebas, entrega y manejo de aplicaciones de software. Una de las funciones principales del PaaS es facilitar que los desarrolladores puedan crear páginas web o aplicaciones con mucha más rapidez y facilidad.

En tercer lugar, está la computación sin servidor. Esta se enfoca en construir apps sin la necesidad de estar manteniendo un servidor o la infraestructura. Usualmente, el proveedor de la nube maneja la configuración, planificación de capacidad y el servidor.

Por último, está lo que se conoce como SaaS (Software as Service), o «software como servicio». Su función es enviar aplicaciones de software a través de Internet, bajo demanda y a veces bajo una suscripción. Con un SaaS, son los proveedores de la nube quienes manejan el software de la aplicación, la infraestructura, y el mantenimiento. Los usuarios se conectan a la nube a través de Internet desde dispositivos tales como smartphones, tablets, o PC.

Una de las maravillas de la computación en la nube es que se puede encontrar en muchos lugares. Por ejemplo, servicios online de emails usan la nube para guardar tus archivos. Entre los usos de esta tecnología se pueden mencionar aplicaciones, guardar información o hacer back ups, realizar streaming de videos y audio, entre muchas otras cosas.

Cuatro compañías controlan el 67% del mercado de la computación en la nube. Todos los servicios gratis que usamos en nuestro día a día tienen la información guardada en esa nube, en un mercado cuyo valor se estima en alrededor de 130 billones de dólares.

El líder, con 32% de la cuota de mercado, es Amazon Web Services, dominando la competencia. Le siguen Microsoft Azure con 20%, Google Cloud con 9%, y por último Alibaba Cloud con 6%. Es importante notar que todo el control sobre nuestra data se encuentra en las manos de estas compañías, lo cual le echa gasolina al fuego del debate sobre si se deben regular a estos gigantes de la tecnología.

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