Con prestaciones que dejan atrás incluso los míticos registros del Bugatti Veyron, el Noble M600 prescinde de elementales detalles tecnológicos para permitir al conductor disponer de toda la potencia a su real antojoAunque sin la notoriedad de coterráneas Aston Martin, Jaguar o McLaren, el poco conocido fabricante británico tiene sobradas razones para hacer temblar a sus refinados competidores: con 650 caballos de potencia a cuesta y fuerza suficiente para alcanzar sin problemas los 362 kilómetros por hora de velocidad de punta, el Noble M600 es capaz de dejar bastante atrás a cualquiera de los más reputados superdepotivos del momento.
Conocida por fabricar muy pocas unidades de forma artesanal, la firma inglesa se ha propuesto con su más reciente creación darle a los puristas del volante eso que precisamente quieren: un auto sobrio y genuinamente deportivo que sin hacer concesiones a la tecnología, el lujo y diseños rebuscados ofrece cualidades extremas que hacen palidecer a la competencia.
En una primera mirada, el diseño sencillo y sobrio en algo recuerda al Audi R8 de vieja generación, con capó completo y un cuerpo de líneas rectas que incluye solo las curvas estrictamente necesarias para mejorar el desempeño. Un juego de aireadores adelante que mejora la estabilidad y las grandes aperturas en la cintura para oxigenar el robusto motor son elementos que hablan por sí solos de un auto de altas prestaciones.
La zaga, con su declive perfecto y la gran ventanilla panorámica que hace de techo y visor del propulsor, se combina con una retaguardia muy aerodinámica con un difusor de tres cuerpos flanqueados por dos grandes salidas de escape.
Tapizado de fibra de carbono y salpicado de superficies metálicas, la inspiración en la aeronáutica del interior es evidente, con grandes relojes convencionales, botonera similar a la de un avión, perillas en rojo e incluso un botón para pulsar el control de estabilidad derivado del lanzador de misiles del jet de combate Tornado.
Perfección mecánica
Fabricada enteramente en fibra de carbono, la carrocería se adosa a un chasis multitubular que le proporcionan el peso más bajo para un auto de sus características: apenas 1.198 kilos, gracias a lo cual el Noble M600 tiene una relación peso/potencia de 541 caballos por tonelada, cifra que supera incluso al mítico Bugatti Veyron.
La ligereza de peso también ayuda para mostrar habilidades que son la envidia de la competencia, obviamente apalancada en el enigmático bloque firmado por Volvo y Yamaha: un V8 con dos turbocompresores de 4.4 litros de cilindrada que entrega los anunciados 650 caballos de potencia a 6.800 revoluciones y un torque de 808 Nm, fuerza suficiente para ir de 0 a 100 km/hora en solo tres segundos.
Asociado a una caja de cambios manual de solo seis velocidades de posición central trasera que envía la potencia al eje posterior y control de tracción es todo lo que los ingenieros ponen a disposición del conductor para domar esta bestia, que no coquetea con artilugio tecnológico alguno y prescinde incluso de elementos de seguridad como EPS y ABS.
De allí que conducir esta perla de la ingeniería británica sea cuestión de dejar fluir la adrenalina y disponer de los 330.000 dólares que cuesta cada unidad, que vienen numeradas y en estarán disponibles en una reducida cantidad cuya cifra que la firma británica aún no ha revelado.
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