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Charlie Hebdo lo hizo de nuevo: llamó a un concurso para ridiculizar al régimen iraní

Las protestas desatadas como consecuencia del asesinato de la joven Mahsa Amini no han cesado. 14 personas han sido condenadas a muerte y hay miles de detenidos. La revista francesa Charlie Hebdo se solidarizó a su estilo. Y ya empezaron los problemas

Charlie Hebdo
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Ocho años después de los atentados contra su redacción, la revista satírica francesa Charlie Hebdo publicó este miércoles una serie de caricaturas sobre el régimen iraní que provocó una tormenta diplomática.

La revista, cuyos integrantes reciben protección policial, convocó en diciembre un concurso internacional de caricaturas para manifestar su apoyo al movimiento de protestas en Irán cuyo objetivo era publicar «la caricatura más divertida y malvada de Ali Jamenei, Guía Supremo de la República Islámica de Irán», explica una nota de la agencia AFP.

Desde la muerte tras ser detenida el 16 de septiembre de la joven kurdoiraní Mahsa Amini, las protestas no cesan en ese país, sometido a un férreo control del régimen, así que se anticipaba una considerable participación en el concurso identificado como #MullahsGetOut. Recibieron más de 300 dibujos -la mayoría de refugiados iraníes en otros países- y docenas de amenazas, dice la revista en su web, todas siguiendo la línea del llamado: ridiculizar al líder religioso.

No hubo un ganador, pero sí una selección de las mejores y más logradas caricaturas que fue publicada en su edición impresa y en la web. Lo que sí dejaron claro es que todos ganaron, por seguro, «un lugar en el infierno».

charlie hebdo
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Hace ocho años, el 7 de enero de 2015, dos yihadistas que se reivindicaban del grupo Al Qaeda en la Península Arábiga penetraron en la sede de la revista y dispararon contra los que estaban presentes.Murieron ocho dibujantes y colaboradores del semanario: Charb, Cabu, Bernard Maris, Wolinski, Tignous, Mustapha Ourrad, Honoré y Elsa Cayat.

«¿Qué hubieran pensado hoy viendo lo que está pasando en Irán?», se pregunta Riss, en alusión a sus colegas asesinados. Esas caricaturas «son un poco la prolongación de aquello que los dibujantes asesinados de ‘Charlie’ denunciaron siempre».

Catorce personas han sido condenadas a la pena capital en ese país desde el inicio de las protestas, según un conteo de la AFP en base a informaciones oficiales. Las autoridades afirman que centenares de personas, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad, han muerto, y miles han sido detenidas.

Teherán anunció rápidamente el cierre de un instituto de investigación francés en la capital a causa de esas caricaturas juzgadas «insultantes».

«El ministerio pone fin a las actividades del Instituto Francés de Investigación en Irán (IFRI) como una primera etapa», afirmó en un comunicado la cancillería. En su comunicado, el ministerio iraní acusa a las autoridades francesas de «continua inacción ante las expresiones de anti-islamismo y la propagación del odio racista en las publicaciones francesas».

«Sacar dibujos sobre los mulás no está prohibido por el derecho internacional», explicó a la AFP Christophe Deloire, secretario general de Reporteros sin Fronteras (RSF).

Charlie Hebdo ha hecho de la provocación su razón de ser desde su fundación en 1970.

En febrero de 2006 la revista reprodujo, junto a otros medios europeos, 12 caricaturas del profeta Mahoma que habían sido publicadas por el diario danés Jyllands-Posten, en nombre de la libertad de prensa.

Esos dibujos provocaron una oleada de protestas en el mundo musulmán. Las amenazas contra Charlie Hebdo arreciaron.

Tras el sangriento atentado contra el semanario hubo ataques yihadistas durante años en toda Europa, en particular una matanza en la sala de conciertos Bataclán y en los bares y cafés de París, en noviembre de 2015.

No les dio risa

En su edición del 11 de enero, la revista Charlie Hebdo publicó un editorial sobre las caricaturas y lo que asumen es un ataque cibernético por parte del régimen iraní. A continuación, parte de ese texto:

«Los mulás no están contentos. Las caricaturas de su Líder Supremo, publicadas la semana pasada en estas páginas, no parecen haberles hecho reír mucho. El autodesprecio nunca ha sido un punto fuerte entre los tiranos; menos aún entre la variedad religiosa. Pero su reacción no se limitó a unas pocas protestas diplomáticas: el sitio web comercial de Charlie Hebdo sufrió tantos ataques que tuvo que cerrarse brevemente. Se está llevando a cabo una investigación para establecer exactamente qué sucedió, pero parece muy probable que estos ataques hayan sido iniciados por Irán. Charlie Hebdo debe ser silenciado con un método u otro, ya sea balas o piratería. Incluso si solo se trata de un sitio web, en otras palabras, números, fórmulas matemáticas y algoritmos, fue una sensación bastante extraña ser objeto de tal determinación. Fue casi como redescubrir la emoción prácticamente indescriptible que sentimos el 7 de enero de 2015.

Es la sensación de ser un objetivo que otros quieren silenciar por todos los medios posibles. Un ciberataque no mata a nadie, pero marca la pauta. ¿Sintió el régimen de los mulás que estaba en tanto peligro que piratear el sitio web de un periódico francés era vital para su existencia? Por un lado, es un honor para nosotros, pero sobre todo demuestra que los mulás sienten que su poder es muy frágil.

Porque, en 1979, Irán creó una ilusión, la de una sociedad dirigida completamente por la religión. El miedo y la represión pueden haber hecho creer a la gente que esta utopía religiosa ha tenido éxito. Pero en realidad, detrás de los velos y las ejecuciones públicas, hierven a fuego lento demandas e impulsos que no se pueden sofocar para siempre. ¿Qué entienden los mulás sobre el deseo, el anhelo o el ardor? Probablemente no mucho. Su obsesión, y su único placer, es controlar a los demás, lo que solo pueden lograr mediante la intimidación, la disuasión y la represión. Son incapaces de ayudar a sus conciudadanos a realizarse porque ellos mismos están insatisfechos. Cuando te has metido en un callejón sin salida, la única salida es hacer que otros paguen por tus frustraciones. Los mulás están reprimiendo los impulsos de los jóvenes iraníes porque nunca han satisfecho los suyos».

Con información de AFP y Charlie Hebdo

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