Como muchas estrellas del cine para adultos, Colby Keller tiene la facilidad para ser versátil al momento de interpretar cualquier rol. Keller le ha dado un buen uso a su título de antropólogo al escribir sobre arte, sexo y capitalismo en su blog personal ‘Big Shoe Diaries’. El Marina Abramovic del porno gay recaudó alrededor de 45.000 dólares en menos de un mes para realizar su tour por Norte América ‘Colby Does America‘, y así demostrar que se puede hacer sexo profesional al margen de la industria, sustentado por fans en vez de productoras.
En una entrevista para el Huffington Post, Keller admitió que comenzó a hacer porno para poder alimentarse. Antes de comenzar su carrera como actor, tuvo varios trabajos mal pagados donde lo explotaban y por supuesto, no recibía ningún beneficio de ellos. “Mi cuerpo fue más explotado por estos trabajos que cualquier cosa que he hecho en el porno”, afirmó Keller.
En cada estado que visita, el nativo de Texas se filma a sí mismo teniendo sexo con tipos detrás de una van (con la que hace el recorrido) en el nombre del arte. Él explica que los hombres con quienes tiene sexo lo contactan a través de las redes sociales, por la web o por su blog, pero la mayoría es por medio de aplicaciones para ligar como Grindr o Scruff. Por otra parte, en diversas oportunidades ha dicho que recibe más críticas por dedicarse al arte que por ser homosexual. Evidentemente, lo interesante de Keller es la manera en cómo muestra la pornografía desde un punto de vista intelectual, algo que la mayoría de los actores porno no se atreven a indagar. “El trabajo sexual ha sido siempre demonizado desde el preciso momento en el que se convirtió en una opción. Y una de las maneras de demonizar el sexo es asumir que, si una persona es buena en eso, debe tener alguna otra deficiencia importante. Como por ejemplo ser estúpido”, afirma.
En cuanto su pensamiento político, mantiene una posición muy firme al respecto. Recientemente comentó para la revista Office que votaría por Donald Trump durante las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, esto trajo como consecuencia el rechazo de algunos de sus seguidores. Es un poco contradictorio encontrarse con una persona que defienda la industria pornográfica y que sea comunista al mismo tiempo, después de todo Karl Marx consideraba que los trabajadores sexuales eran “víctimas del capitalismo”.
Ciertamente, Keller ha logrado captar la atención de miles de personas a través de las plataformas digitales, las cuales le permitieron impulsar su estrellato y compartir sus experiencias personales con su público. De alguna manera, esta es la fórmula que lo ayudó a proyectarse como un personaje real y alcanzable, destacándolo entre otros actores porno de su generación.
