Incursionar en el mundo del porno es una tarea más complicada de lo que uno imagina. Y mucho más si tu estilo está alejado de lo convencional. Le está pasando a Antonella Alonso, a.k.a “La Sirena 69”, a quien conocimos por su podcast ‘Movida 305’ y sus videos en YouTube sobre sexo ‘El rapidito de la semana’.
Antonella ahora está decidida a conquistar a la industria pornográfica de una vez por todas. Sin rodeos. Va de frente. No obstante, en el camino ha encontrado algunos obstáculos que han frustrado sus planes (sí, hay gente que quiere frustrar estos planes), porque a pesar de que parezca fácil, se requiere de ingenio para encontrar identidad en este medio.
Lo interesante del perfil de La Sirena es que no se trata de la típica jeva que comparte fotografías sensuales en sus redes sociales (aunque sí, lo hace). Más allá de eso, o de ser la sobrina de esa especie de rockstar de las telenovelas que es María Conchita Alonso, ella no se victimiza a la hora de explicar por qué quiere utilizar el sexo como un trampolín para impulsar su carrera.
La sexualidad es algo que disfruta sin complejos y esa clase de libertad es contagiosa. Desde aplicar a SuicideGirls, hasta vender nudes y videos en la plataforma ‘Is my girl’, Antonella nos contó todos los detalles sobre su recorrido por el universo del soft porn alternativo.
“La última vez que hablamos iba a comenzar mi canal de YouTube con los videos de “El rapidito de la semana”. Sin embargo, me di cuenta de que no sirvo mucho para eso”, cuenta y suelta la risa: “Corrijo: no es que no sirvo, sino que YouTube es una plataforma muy difícil. Puede ser demasiado complicado, te puede frustrar. Aún conservo el canal, pero me frustré porque me tumbaban los videos, me colocaban demasiadas restricciones y realmente me aburrí”.
— Y en ese momento decidiste ir unos pasos más allá…
— Cuando estaba haciendo los videos, me escribieron de Playboy para hacer unos videos soft porn en Los Ángeles. Al momento lo rechacé, quizás no tenía la madurez para hacerlo, me dio miedo, qué sé yo… Posteriormente apliqué para ser Suicide Girl, pero eso es todo un proceso porque son millones de mujeres alrededor del mundo. Ya mis fotos fueron publicadas, aunque yo todavía estoy entre las candidatas, es decir, aún no me han elegido.
— ¿Y cuál es el proceso para ser una Suicide Girl? ¿Cómo funciona eso?
— Primero te postulas, luego de que aceptan tu solicitud publican tus fotos entre las candidatas y los mismos usuarios son quienes te eligen. A mí me parece que me fue súper bien, tuve demasiados likes y comentarios, pero aún no me han confirmado nada. Eso se puede tardar desde un mes, tres meses o hasta un año… Y mi trabajo se publicó hace un mes. Esas fotografías las envié en enero y me respondieron en junio. Eso sí, ellos fueron honestos conmigo y me dijeron: “Tus fotos se van a publicar dentro de seis meses y cinco semanas”. Y así iban avisándome la fecha de publicación cada cierto tiempo.
— Entonces no es tan fácil entrar en esa marca.
— Exacto, no es para nada fácil. Por eso en febrero comencé a publicar mis fotos en una plataforma llamada ‘Is my girl’. Esta marca es relativamente nueva, no tiene ni un año.
Tomé esta decisión porque no me estaba yendo bien: me quitaban los videos de YouTube, me despedían de los trabajos porque si veían mi Instagram me querían botar de todos lados. Eso me pareció súper denigrante. A veces pienso que el universo me puso en esa situación y fue entonces cuando me dije: “Voy a vender las fotos que nunca publico”. ¡Y fue un boom! Fue una locura (risas).
Luego comencé a hacer mis propios videos. Son clips sobre mi día a día, es como un Snapchat privado. Ya para junio me inicié en otra plataforma que se llama ‘Many vids’. La diferencia con ‘Is my girl’ es que no necesitas una membresía para tener acceso al contenido, sino que es como una tienda, pagas por un video (o la cantidad que quieras) y listo. Allí puedes ver un preview de todos mis videos y después eliges cuál quieres comprar.
También hay otra diferencia y es que en ‘Is my girl’ subo videos grabados con mi celular y ya. Mientras que los videos en ‘Many vids’ son más producidos.
— ¿Por los momentos estás enfocada en esto nada más?
— No. Ahora estoy reuniéndome con personas involucradas en este mundo para hacer otros videos. Aunque es un poco complicado porque todo se basa en tu popularidad, e incluso, hasta en los estereotipos. Hablé con una pornstar para grabar algo, pero estoy esperando. Y por lo pronto, voy a Los Ángeles a hablar con otra para ver si hago otro proyecto. A ella la conocí acá en Miami, pero en ese momento yo no estaba pensando hacer esto, solo publicaba fotos desnuda y ya. Aparte de eso, en L.A me reuniré con otros fotógrafos para hacer contenido.
Lo malo de reunirse con otras pornstars es que cuando están muy “montadas” simplemente te van a llamar cuando necesiten nuevo contenido y uno debe esperar más de lo acordado.
— En este sentido, ¿prefieres producir tu contenido sola o con un equipo que te respalde?
— Al principio está bien hacerlo tú misma, pero siempre va a llegar un punto en que vas a necesitar el apoyo de alguien más. Hace poco me llamaron para estar en la base de datos de los actores para las películas de Erika Lust. Hasta los momentos no hemos hecho nada, pero está bien mantener el contacto y codearte con esa gente.
Siento que debo hacer proyectos con otras personas porque eso me ayudará a crecer y más ahora que el mundo de las redes está en auge. Desde febrero he estado haciendo mi contenido yo sola y a veces siento que eso le aburre a los demás. Sin embargo, la gente debe entender que no es sencillo hacer este tipo de colaboraciones porque si no estás involucrada en el mundo del porno, nadie va a grabar un video contigo.
O de repente encuentras a alguien que sí está dispuesto a grabar algo, pero resulta que es mega hardcore y yo me digo: “No, ya va. Yo estoy empezando” (risas).
— Además, tu estilo es más cuidado, soft y alternativo, digamos…
— ¡Exacto! Yo lo veo más así, pero hay gente que piensa que yo estoy haciendo porno hardcore y eso no es cierto.
— ¿Y has considerado grabar algo un poco más fuerte? ¿Estarías dispuesta hacerlo más adelante?
— En realidad, sí. He considerado grabar con un hombre o una mujer (aunque preferiría hacerlo con una mujer), pero yo no estoy dispuesta a hacer cosas tan locas. No me gusta porque siento que ahí me van a destruir (risas). En el porno existe todo tipo de producciones: desde lo más suave o simple, hasta lo más descabellado.
Ojo, yo digo que eso no va a pasar. Pero luego vienen y me dicen: “Un día te van a ofrecer demasiada plata y vas a terminar aceptando”. Y realmente yo no sé qué es “demasiada plata”. Es decir, no participaría en eso ni que me paguen 5 mil dólares.
— Además que involucrarte en ese tipo de porno es como destruir la imagen que te has encargado de desarrollar y nutrir todo este tiempo. Y ese estilo ya forma parte de tu marca personal.
— Por supuesto. Y me alegra que sepas quién es Erika Lust porque yo apunto a eso. Sin embargo, el feminist porn o porn for women (porno feminista o porno para mujeres) no es tan conocido y para darte a conocer, lamentablemente debes trabajar en una productora dirigida por un hombre con contenido hecho para hombres.
Si llego a trabajar con Lust sería maravilloso, pero eso no me haría tan conocida porque su trabajo es muy artístico. Ahora estoy dispuesta a grabar algo que quizás no sea tan artístico, pero tampoco pienso en caer en lo hardcore. Creo que existe un punto intermedio.
— Hace poco vimos que estuviste en Puerto Rico. ¿Nos puedes contar sobre este viaje?
— Sí, hace poco fui para hacer una sesión de fotos con un fotógrafo de Running Films Productions. Luego se llegó una amiga para el photo shoot y a los días terminé en una bañera bañada en pintura con ella. Me encantó la experiencia de hacer fotos con ella porque fue algo muy artístico e inesperado. Esa sesión fue bajo el lente de Senén Llanos.
Aunque en Puerto Rico son latinos, ellos suelen ser más abiertos a estas cosas. En cambio acá en Miami la comunidad de latinos es más conservadora y siempre piensan que estás loca.
Estas últimas fotos las hizo un fotógrafo que juega con el cuerpo humano y siempre le aplica algo encima: pintura, escarcha. Ese trabajo por lo general lo exhibe en varias galerías de arte en Puerto Rico.
— Con todo lo que me has contado te puedo decir que estás encaminada.
— Bueno (risas), yo también lo creo… Pero hay gente que dice que estoy perdida. A veces me cuesta mucho esperar. Quizás no tenga que pasar ahorita.
En realidad no quiero limitarme a ser actriz porno. La carrera de una pornstar muere muy rápido, luego vienen personas más jóvenes y pasas a un segundo plano.
Por otra parte, mujeres como Amarna Miller, Mia Khalifa o Sasha Grey se convirtieron en un referente para mí. Me identifico con ellas porque ellas ahora venden su arte gracias al sexo y actualmente son una marca.
En el futuro quiero que La Sirena se convierta en una marca también. No es que yo quiero ser actriz, simplemente me gusta el tema del sexo. Esto puede ser muy difícil de lograr para una latina porque la mayoría que lo hacen son gringas o hasta rusas. Pero es muy raro que una latina le dé este enfoque.
Además, todo va en el estilo que tengas. Una de las cosas que a la gente le sorprende de mí es que si me ven en la calle, jamás pensarán que yo hago soft porn. Pensarán que soy contadora, por ejemplo. Lo que sea, menos eso. Luego cuando me conocen se dan cuenta de que soy una chica muy normal. Estudié, tengo una carrera, he trabajado en agencias de publicidad, fui a un buen colegio, hice radio y quizás ese es mi gancho.
Incluso, a veces me preguntan (sobre todo los latinos): “¿Por qué haces eso? No entiendo”. Y simplemente les respondo: “Bueno, lo hago porque me gusta” (risas).
— Para nadie es un secreto que la mentalidad del latino es muy cerrada…
— ¡Sí! Y también es muy doble moral.
— Aquellos que te hacen esos comentarios son los mismos que en las madrugadas ven tus fotos, tus videos y te los compran.
— ¡Es así! (risas). A veces cuando me salen con una crítica les digo que simplemente no lo vean y ya. Y por cierto, en Venezuela existe un foro que descubrí donde comparten mi contenido y lo comentan entre ellos.
Me enteré porque lo comenzaron a enviar por cadenas de WhatsApp. Entré al foro y escribí: “Hola, soy La Sirena. Por favor dejen de hacer esto”. No lo podían creer. Ojo, no decían nada malo de mí. Más bien les gusta lo que yo hago y decían cosas como: “Qué bueno que se fue al imperio porque aquí no hubiese hecho nada”.
En realidad les pedí humildemente que dejaran de enviar eso por WhatsApp porque el contenido le podía llegar a mi papá o a mi hermano, y eso me traía mucho estrés. Por un momento dejaron de hacerlo, pero luego lo volvieron a hacer y después me resigné. Y eso no lo puedo controlar.
Al principio lo veía como: “Un grupito de personas están viéndome las tetas sin pagar nada”, pero ahora lo veo como: “Oye, gracias por darme fama”. Porque eso es lo que está sucediendo.
— ¿Y tu familia está consciente de lo que estás haciendo?
— Desde que comencé con el canal de YouTube ya estaban bombardeando a mis papás, diciéndoles que yo hacía porno cuando realmente lo que hacía era hablar de sexo en un video y ya.
Esto yo lo he hablado sobre todo con mi mamá, tal vez no con tantos detalles. Le dije que estoy comenzando a hacer porno, pero que me quiero enfocar en la parte más artística. Además, cuando vio mi vida acá en Miami se calmó porque pudo darse cuenta de que llevo un ritmo bastante tranquilo. Tú le dices a un papá la palabra “porno” y se pone paranoico.
En el fondo mis padres saben qué clase de persona soy. También están claros de que yo vivo de eso, me está yendo bien y no lo estoy haciendo tan mal. Por otra parte, esta conversación jamás la he tenido con mi papá. Lo que él sabe es por mi mamá (risas).
También estoy muy tranquila porque ese tema no se toca. Incluso, cuando mi papá quiere saber de mi trabajo me pregunta: “¿Cómo van tus ‘asuntos’? ¿Qué tal tus ‘cosas’?”. Es decir, ni siquiera dice la palabra “porno”, ni “desnudez”, ni “sexo”.
Antes yo no podía ni dormir pensando en que podían llamarme para reclamarme, pero ahora lo han aceptado y lo dejaron fluir.
Por supuesto, es muy fuerte. Pero en ese caso, ¿qué van a hacer al respecto? No pueden hacer nada.
— Al menos están ahí y no te juzgan.
— Sí, aunque a veces mi mamá me hacía hincapié en que algún día me pondré vieja y eso ya no me va a generar ganancias. Pero no me afecta porque yo soy profesional, tengo una carrera, además tengo experiencia en el área de la publicidad y estoy preparada. Es cierto, algún día voy a envejecer. Sin embargo, debo aprovechar ahora que estoy joven para hacer lo que me gusta.
— Lo importante es que ahora estás enfocada en lo tuyo y no has decaído en ningún momento.
— Totalmente. Por ejemplo: con lo de YouTube me di cuenta de que eso no es lo mío, en realidad lo único que quería era hacer radio, pero la gente insistió tanto con los videos que me di la oportunidad de hacerlo. Lo bueno de tener mi página privada es que tengo más libertad a la hora de producir mi propio contenido, desde la música hasta el uso del lenguaje.
— ¿Y no tienes pensado regresar a YouTube más adelante? Porque a nosotros nos gustaban tus videos…
— Por los momentos, no creo. Debo hacer otras cosas que no tengan mucho que ver con esa plataforma. A menos de que grabe una primera escena porno de verdad y el video sea sobre “Mi experiencia por primera vez con una mujer grabando porn”. Quién sabe…
Síguela
Antonella Alonso| Instagram: lasirena69 | Twitter: @lasirena69_ | Is My Girl: la-sirena69.ismygirl.com | Many Vids: lasirena69.manyvids.com
También te puede interesar: ‘Antonella Alonso: La sirena que conquistó Miami‘, ‘#EntrevistaUB | Erika Lust: No dirijo porno solo para mujeres‘.