Mujeres

Maite Delgado: "Miss Chocozuela me hizo sufrir"

La miss y presentadora de televisión acaba de confirmar la noticia: conducirá el certamen de Miss Venezuela una vez más. Ya son casi dos décadas de aplausos para ella, pero Maite Delgado hoy reconoce que hubo momentos en los cuales sufrió en silencio y hasta se dio latigazos

maite delgado
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Dieciocho veces. Maite Delgado lleva la cuenta de cuántas veces le ha tocado ser la animadora del certamen de belleza más importante del país. Y aunque uno la ha visto ahí de pie, segura de sí misma y con la palabra adecuada siempre presta a saltar de su boca, confiesa que no todo ha sido color de rosa.

Por ejemplo: nunca se atrevió a grabar su participación en el Miss Venezuela para no fustigarse demasiado. Le bastaba, confiesa ahora después de casi dos décadas, con las imitaciones del programa humorístico Radio Rochela. Una parodia que, sin embargo, hoy agradece de corazón.

-Este año dieron a conocer la noticia de tu participación en el Miss Venezuela con muchísimo tiempo de anticipación.

-Es verdad que no suele ser así, por lo general. Y yo siempre he sido la que usualmente se ha enterado de último. Pero en este caso creo que no había necesidad ni de mentir ni de ocultar por mucho tiempo esa noticia, así que ya ves…. Y las buenas nuevas hay que anunciarlas para tener bastante tiempo para disfrutarlas.

-Uno supone que eso te permitirá planificar mejor las cosas…

-Inicialmente me permitirá disfrutarlo por más tiempo.

-También ir a visitar a Ángel Sánchez en su atelier, seleccionar vestidos…

-Ángel está en Miami y yo usualmente me traslado hasta allá. Te hablo de la experiencia de los años anteriores. Primero yo recibo la llamada, luego la proceso, que es el punto en el que estoy ahora, y luego me comunico con él y empezamos a hacer una tormenta de ideas. Es decir: zoom para acá y zoom para allá hasta que logramos planificar la visita. Pero nada de eso ha pasado, claro, porque yo lo que tengo en mi mente ahora son tantas emociones que anoche hasta soñé que podía hacer un reality show previo al certamen.

-Eso sería interesante, quizás hasta modernizaría un poco el concurso.

-Bueno las redes son en este momento la herramienta principal y básica del trabajo de todos. Y cada quien tiene en su mano su propio canal de televisión y su propio equipo completo para producir contenido. Un contenido que es valiosísimo porque te permite captar lo que ocurre al momento y que a lo mejor antes se perdía quizás por la planificación de producción. Esa es la gran magia de las redes, que ahora puedes ver de manera inmediata lo que nunca ante viste.

Claro, la parte mala de eso es la inmediatez, que nada trasciende, que hay cosas espectaculares desde el punto de vista emocional y profesional, pero que sencillamente no trascienden porque las viste y de inmediato quieres ver otra cosa, y otra, y otra, y otra. Los contenidos son voraces. Pero hacer un reality show… mala idea no es.

maite delgado

¿Estabas esperando la llamada para animar el Miss Venezuela?

-Nooo. La verdad es que este es un tema que aprendí a manejar sin la mayor expectativa. Esa expectativa la tuve alguna vez. Me refiero a esa primera vez que dejé de estar en el concurso. Pero la vida me demostró que la carrera no empieza ni termina con un programa de televisión o en un escenario específico. ¿Cuántos programas de televisión hice yo? Y cuando se terminaron esos programas, ¿cuándo no se pusieron mejor las cosas? Primero «Las cómplices», luego «Qué chicas…» y de «Giro’s» a «Maite», de «Maite» a «Por la puerta grande» a «Complicidades» a «Qué dice la gente»….

Yo dejé de hacer Miss Venezuela por un montón de años y no se cerró ninguna etapa, por el contrario, todo se puso mejor. Así que ya a esa expectativa no le temo en lo absoluto. Yo simplemente recibo esa noticia con emoción, con ilusión. Siento que Dios es tan generoso conmigo que, además, esa misma sensación de saber o no, le da todavía más gusto. Pero hasta ahí…

-Hablando de modernizar los concursos de belleza: las reglas han cambiado y ahora pueden participar chicas trans. ¿Qué dirías si te tocara animar, por ejemplo, con la española Ángela Ponce o con la actriz trans Karla Sofía Gascón, quien acaba de ganar en el Festival de Cine Cannes como Mejor actriz?

-¿Lo dices por ser animadora o por ser trans? Yo lo haría con cualquier animadora que tenga gran profesionalismo y que lo haga bien. A mí su intimidad o su sexualidad no es un tema que me preocupe. A ver… Yo respeto las individualidades y la intimidad de todo el mundo. No es algo que para mí sea un problema. Es un tema de respetar las diferencias y punto.

En el caso de la participación de las trans en un concurso de belleza, un tema que ha traído tanta polémica y que todos hemos analizado en algún punto, creo que al final para quienes lo entendemos, pues magnífico. Pero los que no lo entienden, tampoco lo tienen que comprender. Lo que tienen es que respetarlo y ya. A mí me enamoró Ángela Ponce cuando dijo: ‘Yo no tenía que ganar el concurso, yo lo que tenía era que estar ahí buscando un espacio, respeto y visibilidad’. Al final es como la vida: todos vamos buscando un espacio. Un espacio en el que, desde el respeto, podamos defender nuestra posición, porque de alguna manera somos representantes y líderes de comunidades, y cada quien de la suya.

-Has participado en Miss Venezuela, has animado el certamen, has bailado, has cantado… ¿solo te falta ser jurado?

-Y pienso que eso llegará en algún momento. Supongo que sí, pero no puedo estar en dos sitios a la vez. Cuidado y si no es la posición más difícil que me tocaría representar en este concurso al que conozco tanto, en el que he vivido tantas emociones, y que me ha permitido conocer las emociones de tantas muchachas. Pero la palabra jurado viene de juicio. Y yo no soy una persona amante de los juicios. Valoro mucho el papel del jurado, pero uno siempre se pregunta: “¿Por qué ella y no las demás?”. Tal vez es más fácil cuando no conoces a las candidatas de cerca, cuando no sabes por lo que ha pasado cada una ellas, y entonces te basas realmente en lo que quizás debe ser: en lo que has visto esa noche, en cuál ha sido la más bonita esa noche.

-¿Alguna vez grabaste el Miss Venezuela para verte al día siguiente y criticarte?

-¿Grabarte? ¡Creo que se te cayó la cédula! Pero la verdad es que nunca lo hice por cobarde, por exigente, por insegura. Durante muchos años fui muy dura y muy crítica conmigo misma. Ya no soy tanto ese tipo de persona. Pero no podía entender tantos comentarios hermosos de la gente y decía: ‘Dios mío, ojalá me des vida para agradecer a la gente esos comentarios’ cuando en realidad yo debí haber dicho esto o haber hecho aquello durante el certamen. Pero no, nunca lo grabé porque para mí era suficiente ver «Radio Rochela» al día siguiente o ver los videos que circularon y han seguido circulando por ahí durante años.

Y ahora con las redes tampoco me hace falta porque eso queda ahí dando vueltas y vueltas y lo puedes ver muchas veces. Pero ya no soy tan dura ni tan crítica conmigo misma, aunque todavía queda un poquito de eso.

-¿Eso quiere decir que las imitaciones deRadio Rochelasí te hirieron alguna vez?

-A ver… Estamos hablando de hace 30 años, y en ese momento tú estás llena de inseguridades, de miedos. Y sí… veías al día siguiente a aquella gente maravillosa que en 24 horas lograba hacer de manera perfecta lo que a ti te tomaba meses de preparación y decías: ‘¡Qué triste!’. Pero en aquel momento estaba llena de inseguridades. Norah Suárez y yo lo hemos conversado mucho y nos hemos reído de eso. Al principio me hacía sufrir, pero mira a dónde hemos llegado. Y es verdad que a Norah le debo buena parte de esa trascendencia, porque no había Miss Venezuela sin Miss Chocozuela. Y al final verte ahí era una muestra de haberlo hecho bien, porque no iban a imitar ni le iban a dar tiempo a algo que no lo mereciera. Hoy se lo agradezco muchísimo.

-Tu papá es periodista. Me imagino que él sí te hacía críticas….

-Antes de ir al escenario, mi papá siempre me decía: ‘Sal y haz lo que sabes hacer’. Y al día siguiente no me decía: ‘!Qué bella, qué preciosa!’. No. Me hacía observaciones: ‘Bien en tal parte, la inflexión en tal momento, el uso de esta palabra en otra parte’. Como buen periodista, mi papá es muy crítico y muy analítico y ve lo que quizás no ven los demás.

-¿Qué le hace falta a las animadoras que vemos en la televisión y que podrían sustituirte?

-No les falta nada. Hay un montón de animadoras… y digamos que ninguna va a relevar a Maite como yo tampoco fui el relevo de Carmen Victoria Pérez, de Bárbara Palacios o de Eliana Cortijo. Lo importante es que cada pueda conducir el evento con su propia personalidad y estilo. Yo estoy muy orgullosa, y quiero ser enfática en eso, de que las nueva generaciones hayan podido construir y sigan construyendo su propio estilo con mucho menos recursos y apoyo de una industria que a nosotros nos lo dio todo, entre otras cosas el tiempo y la estructura para poder construir esta carrera. Estoy muy orgullosa de estas generaciones y me chocan las comparaciones. Me parecen odiosísimas, porque cada quien tiene con qué construir su camino

-¿Hay algo particular que quieras hacer en esta edición de Miss Venezuela?

-No he llegado a esa parte de esta historia, porque todavía estoy disfrutando ese primer momento del anuncio de que seré la animadora por decimonovena vez. Estoy en ese momento en el que uno dice: ‘Qué bonito que de nuevo nos vamos a encontrar en ese escenario’. Un escenario que, por cierto, ya trasciende El Poliedro de Caracas. Porque creo que Miss Venezuela ya trasciende del lugar donde se haga. Aunque esa frase icónica “Buenas noches, Poliedro” no morirá, sobre todo porque yo jamás lo permitiré, aunque mis saludo sea: “Buenas noches, Venezuela” y “Buenas noches, universo desde Venezuela”, lo importante es que seguiremos unidos frente al televisor, la computadora o ahora los dispositivos inteligentes, y donde esté presente Venezuela en la música, el arte o la Vinotinto. Nos volveremos a unir en un “Buenas noches, Venezuela”.

-¿Te imaginas animar un certamen de belleza con uso de inteligencia artificial?

-Qué miedo, te digo. Le tengo pánico a eso. Cuando me hablan de la inteligencia artificial me da mucho miedo, porque he visto cosas en los medios que me asustan. La gente ve un video mío y la gente cree que soy yo, pero no, no soy yo. Y yo misma sé que no soy yo, porque sé que nunca diría algo semejante, pero luego escucho el tono de voz y pienso: ‘!Wow!”. Puede ser muy buena para algunas cosas, pero muy peligrosa para otras si se maneja con irresponsabilidad. Y como estamos en una época en la que con nombres falsos cualquiera hace lo que quiere, a mí eso me da mucho miedo.

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