1) Para empezar, que Juan Guaidó existía. ¿O vas a decir que lo conoces desde hace tiempo? A menos de que seas militante de Voluntad Popular o que vivas y votes en Vargas, no vas a meternos ese cuento: te acabas de enterar sobre la existencia de Guaidó ahora en enero porque lo nombraron presidente de la Asamblea Nacional el 5 y por todo este rollo con la posibilidad de que se armara un vainón si decidía asumirse como sustituto de Nicolás Maduro en la presidencia de la República.
2) Tampoco sabías, por supuesto, que su esposa está bastante bella… Y eso no se discute. Probablemente la viste por primera vez cuando decidiste meterte en Google a ver quién era el chamo ese de la Asamblea Nacional, aunque lo más seguro es que la “descubrieras” el día que denunció que a su esposo se lo había llevado el Sebin. Se llama Fabiana Rosales, estudió Comunicación Social, tiene 26 años y una hija.
3) Juan Guaidó debe tener un récord y no es precisamente el de ser el presidente del Parlamento más joven de la historia contemporánea de Venezuela, que lo es. El récord más destacado es el de ser el político venezolano detenido por el Sebin que menos tiempo duró cautivo porque el mismo Sebin decidió soltarlo: eso ocurrió el 13 de enero. ¿Y cómo logró salir tan rápido, en minutos apenas? Si estás claro en cómo son las vainas aquí, entenderás que no podemos responder a esa pregunta.
4) Hay otro récord que involucra al Sebin. Piensa en algo: ¿cuántas veces escuchaste que hayan metido presos a funcionarios por haber detenido a un político de oposición? Por el caso de Guaidó dictaron privativa de libertad a 12 funcionarios. Sí, a 12.
5) Otra cosa que desconocían todos, incluso el propio Guaidó, era que su número de teléfono estaba en la agenda de gente como Luis Almagro, colegas de medio mundo y presidentes americanos y europeos. “¿Quién le habrá dado mi celular a esa gente?”, se habrá preguntado cuando empezó la tanda de llamadas en las que le expresaban apoyo y le decían “dale, dale que llegó el momento”. Parece que hasta Donald Trump está a punto de mandarle, por lo menos, una nota de voz por WhatsApp.
6) ¿Se parece a Barack Obama o no? En algunas fotos “se da un aire”, pero hasta ahí. Aunque eso tiene a más de uno emocionado y no se sabe bien por qué.
7) Tampoco se entiende qué importa la coincidencia de su cumpleaños con el de Hugo Chávez: 28 de julio. Uno en 1983, otro en 1954. Si te va eso de la numerología, ponte a sacar cuentas a ver qué encuentras. Lo único que resulta un hecho comprobable es que uno está y el otro ya no, así que, ¿cuál es el punto? ¿qué nos quieren decir?
8) Esto sí que lo sabes: en Twitter hay un coro espontáneo de asesores y consejeros que todos los días le quieren decir a Guaidó lo que debe hacer. Y lo sabes porque seguramente fuiste uno de ellos en algún momento. O lo eres.
9) Otros andan haciendo poemas que auguran “algo” porque se llama Juan. Gran vaina que se llame Juan…
10) Lo que sí es relevante es que Almagro lo ha calificado como “Presidente” en más de una ocasión. Y no a propósito de su cargo en la Asamblea… Y otros mandatarios y figuras importantes de eso que se conoce como “comunidad internacional” dicen y vuelven a decir que Guaidó debería terciarse la banda aunque sea por un rato. De llegar a esto lograría otro récord por edad, por la primera dama más joven y guapa y por haber alcanzado una meta en la que unos cuantos veteranos fracasaron. De momento, genera esperanza y movilización. Y eso ya es hacer bastante considerando el agobiante y resignado sopor de los últimos meses.