Las prepagos y sus voluptuosos cuerpos, llegaron para quedarse y renovar por completo el concepto de emprendimiento. Son muchos los hombres que sueñan y fantasean con poder levantarse a una y disfrutar, sin pagar un centavo, de las mieles del silicón, los culos masivos, las extensiones y las uñas acrílicas, que algún efecto hipnótico han de tener
Sigue los pasos de esta guía práctica con la que podrás coronar sin tener que desembolsillar, o al menos sin tener que quedar endeudado. No somos expertos en economía, pero entendemos que con pequeñas inversiones y con uno que otro préstamo, siempre se puede llegar a la tan anhelada meta.
1. Tener una leyenda en el pantalón:
Si la quincena no te alcanza, pero tienes quince centímetros extra, entonces Dios no te ha abandonado. Intenta usar ropa ajustada que evidencie que tu puedes poner a temblar hasta Nacho Vidal: jeans de tubito, leggins, lycras, pantalones blancos. No importa como te vistas o si tienes algún vestigio de sentido de la moda, todo lo que le interesa a una prepago es lo que escondes en esos ajustados estampados.
ADVERTENCIA: No intentes hacer este truco si tu paquete es engañoso y eres un típico caso de «purabola», no hay sentimiento más feo que la decepción.
2. Con senda nave… Aunque sea prestada
Sabemos que no todos nuestros lectores cumplen con el requisito anterior. Si es tu caso, vas a tener que aferrarte a esta técnica como a una bolsa Clap. Todos tenemos un tío con real o un amigo enchufado con una colección de carros a los que no se le da el uso adecuado. No está mal que te conviertas en un lambucio pedigüeño, la crisis económica es tu mejor excusa.
Conviértete en su más fiel chofer o recadero y en las noches sal a dar una vueltica. No importa que seas más feo que Nanutria, cuando estés detrás del volante de tu 4Runner 2016, con asientos de cuero, vas a ser más codiciado que Brad Pitt ahora que es un hombre soltero.
NOTA: Si una prepago no cae en tu trampa, no temas. Seguramente coronas y te podrás llevar a casa a alguna gasolinera interesada.
3. Búscate un pana con lancha o con yate
Para saber esto no hay que ser un genio, solo basta con gastar unos cuantos megas «estalkeando» el Instagram de tu prepago de confianza. Seguro conoces de memoria cada foto, cada post, cada frase motivadora que usó. También sabes que el clásico selfie en la proa del yate es el común denominador de su historial online. ¿Qué estás esperando para cuadrar un viaje a la playa con tus panas con real y lancha? Invita a ese culito que tanto te quieres comer, estamos seguros de que apenas menciones el factor sorpresa, no podrá negarse a tu invitación, aunque solo te alcance para brindarle una botella de anís y unas laticas de atún.
Como dice el popular refrán: ¡Quien a buen yate se arrima, buena sombra lo cobija!
4. NUNCA dejes el Friend Zone
Si eres un tipo resistente y persistente, esta estrategia está hecha a tu medida. Hacerte amigo de una prepago no es tarea difícil, ellas son juguetonas y no ven problema en simpatizar o picarle el ojo a cualquiera: enfócate en ser ese «cualquiera». En este juego, todos los recursos están permitidos, incluso puedes quebrar la muñeca y hablar con una «S» marcada, para que tu presa piense que eres tremenda loca y quiera convertirse en tu mejor amiga. No temas permanecer en la oscuridad del temido Friend Zone, pues es bien sabido que una buena dosis de rumba y alcohol puede romper cualquier frontera.
5. Conviértete en un galán de panadería
Gelatina en el pelo, camisas planchaditas, zapatos relucientes, cinturón y lentes de aviador. No importa si compraste tu conjuntico en Sabana Grande, mientras lo lleves con «distancia y categoría». Recuerda que no se trata de marcas, sino de la actitud con la que te exhibes. Si todavía tienes presupuesto, fúmate un par de habanos que te hagan parecer un tipo interesante y aunque no le pagues a ella por su trabajo, es importante que remuneres a otros, como el parquero o el mesonero, por su buen servicio: las propinas te convertirán en todo un dandy.
NOTA: Este tipo de mujeres siente una atracción muy fuerte hacia el oro y el bling bling, así que es hora de que desempolves las cadenitas del bautizo o la primera comunión.
6. Estudia de cerca a tu presa
Es muy probable que si andas detrás de una prepago, los estudios no sean lo tuyo. Sin embargo llegó la hora de que te sacudas la pereza y hagas un poco de trabajo de campo. Este tipo de mujer tiene una peculiar adicción por sus perfiles en las redes sociales, así que revisando minuciosamente el contenido de sus cuentas, podrás aprender sobre sus gustos más íntimos: los restaurantes de carne son lo suyo, las fotos frente al espejo del baño son una necesidad, las rumbas en Rosalinda son una obligación, los viajes relámpagos a Panamá son frecuentes y cenar en Coco Thai es cosa religiosa.
7. Si todo va mal, miente
Ante todo conviértete en un embustero. Miente sobre tu carro, tu trabajo, tu familia, tu cuenta bancaria, tu zona de residencia, inventa viajes, negocios y, si es necesario, cámbiate el nombre y el apellido. Busca un buen amigo que confirme todas tus mentiras, un «socio» que atestigüe a tu favor y de fe de tu maravillosa vida, esa que acabas de fabricar bajo los efectos del alcohol. Miente con descaro y sin piedad, sin importar que al día siguiente regreses a casa para tener que dar explicaciones sobre la hora de tu llegada a mamá. Recuerda que una mentira dicha mil veces vale más que cualquier verdad.
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