A sus once años, Bess espera pacientemente a que empiece su sesión de hidroterapia. Estará metida en agua un poco más fría que la temperatura de su cuerpo solo 17 minutos, suficientes para paliar los dolores que le provoca la artritis que sufre. Bess es una gata.
La felina, de raza Maine Coon y con un poco de sobrepeso -pesa 10 kilos-, va cada semana al Friendship Hospital for Animals, una clínica veterinaria de Washington, para calmar su dolor de articulaciones.
Más allá de los métodos veterinarios tradicionales, la clínica ofrece algunos cuidados que suelen aplicarse en humanos, como la acupuntura y el ultrasonido.
Hoy en día las mascotas son miembros genuinos de la familia, dijo Christine Klippen, una de las 63 veterinarias que trabajan en la clínica, abierta cada día del año.
Especialmente para los milenials, explicó, que se ven a sí mismos como padres y madres de sus «bebés peludos» y quieren ofrecerles los mejores cuidados.
En Estados Unidos, 84,9 millones de hogares, el 68%, tienen una mascota, según Steve King, el director de la asociación American Pet Products.
El año pasado, el gasto en mascotas alcanzó la cifra récord de 72.600 millones de dólares y la APPA espera que este año alcance los 75.400 millones de dólares.
La salud es la categoría en la que el gasto ha aumentado más, ya que los dueños de mascotas empiezan a descubrir los tratamientos que tienen a su disposición.
«Estos perros son los primeros hijos de muchas personas», dijo Brant Hassell, un veterinario del hospital District Veterinary.
De vuelta al Friendship Hospital, Bess camina sobre una cinta de correr bajo el agua, con el agua hasta sus bigotes, a ritmo lento y regular.
Pero para mantenerse, Bella, una perrita anciana, necesita un poco de motivación: la encuentra en la mantequilla de maní.
«Somos más selectivos con la comida cuando tienen sobrepeso», explicó Janay Austin-Carlson, una de las trabajadoras de rehabilitación.
15.000 dólares en diálisis
La madre de Bella, Freya Jackson, de 45 años, dice que la hidroterapia fue una bendición.
«Después de venir suele estar cansada y necesita una larga siesta. Pero al día siguiente puedes ver cómo se mueve más libremente», explicó.
El régimen de Bella no es gratuito: una sesión de hidroterapia de 20 minutos cuesta 89 dólares y va acompañada de una sesión previa de 15 minutos de láser a 65 dólares.
Bella ha seguido esta rutina por un año, pero Jackson dice que mantener a su perra sana la ayuda en sus hábitos de ejercicio y explica que, al no tener hijos, puede permitirse ese gasto.
Los dueños de mascotas suelen ser gente más sana y se enfrentan mejor a algunas condiciones como el autismo, la demencia o las enfermedades cardiovasculares, según estudios del instituto de investigación Human Animal Bond.
Tener un gato o un perro en casa ayuda a bajar la presión, a que los niños no sufran tantas alergias y mejora la salud mental.
Algunos dueños de mascotas no escatiman en gastos: la diálisis puede costar entre 12.000 y 15.000 dólares, y el precio de la cirugía ortopédica oscila entre los 5.000 y los 7.000 dólares.
Humanizar a los perros puede conllevar algunas prácticas controvertidas o incluso peligrosas como imponer una dieta sin gluten o sin grano a los animales, que, según Klippen, del hospital Friendship, no satisface sus necesidades nutricionales.
Las autoridades estadounidenses empezaron a analizar los posibles vínculos entre estas dietas populares y novedosas y la prevalencia de enfermedades cardíacas en los perros.