Estados Unidos acusó el viernes al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela de intentar «impedir» la reelección del líder opositor Juan Guaidó como jefe parlamentario. ¿Cómo? A través de sobornos de hasta 500.000 dólares, por lo que prometió reforzar las sanciones contra Caracas en pos de una transición política.
La Asamblea Nacional venezolana, «la última institución democrática» del país según Washington, debe decidir el 5 de enero si renueva el mandato de Guaidó.
El gobierno de Donald Trump, que desde enero pasado apoya los esfuerzos de Guaidó para propiciar la salida de Maduro y organizar nuevos comicios, advirtió que los ataques contra el Legislativo controlado por la oposición aumentaron en los últimos días.
«El régimen está utilizando una combinación de amenazas, arrestos y sobornos, hasta 500.000 dólares por voto, nos han dicho, para impedir la reelección de Juan Guaidó», dijo en rueda de prensa Elliott Abrams, el alto funcionario estadounidense encargado de Venezuela.
«Ese es el primer paso. El segundo paso será tratar de tomar el control de la Asamblea Nacional evitando elecciones libres en 2020», agregó.
«Es por eso que continuaremos nuestras sanciones y las fortaleceremos», aseguró, saludando las medidas adoptadas por los países latinoamericanos signatarios del tratado de defensa TIAR, y alentando a la Unión Europea a sumarse.
Maduro responde
Maduro respondió acusando a Abrams de «mentir», tildándole de «viejito malvado».
«Lo veo nervioso», dijo en cadena nacional de radio y televisión.
El mandatario vinculó a Abrams y a James Story, jefe de la Oficina de Asuntos Venezolanos creada en la embajada estadounidense en Bogotá, con «una campañita» contra las fuerzas de seguridad venezolanas.
Ambos funcionarios «le han mentido a Donald Trump todo el año 2019, le han mentido, lo han engañado, le han dicho que tienen tal cosa y no han tenido ni tienen nada», afirmó Maduro.
«Están declarando tratando de salvar el pellejo (…), porque Donald Trump está endemoniado por las mentiras que le han metido», agregó.
Abrams se negó a detallar las nuevas sanciones. Pero según medios locales, Washington estaría evaluando un bloqueo naval del petróleo venezolano destinado a Cuba.
«Ni un centavo más»
Estados Unidos impuso una batería de sanciones contra Maduro y sus allegados, incluyéndolos en la lista negra del Tesoro y revocando cientos de visas. Además, aplicó medidas financieras contra el gobierno, el banco central y la petrolera estatal PDVSA, crucial para la economía venezolana.
Pero a pesar de la presión, Maduro permanece en el poder respaldado por las fuerzas de seguridad y sus aliados Cuba, Rusia y China.
Abrams destacó sin embargo que Moscú y Pekín cesaron las inversiones. «No han disminuido su apoyo político al régimen, pero no parecen estar dispuestos a darle ni un centavo más porque saben que será robado o desperdiciado», dijo. «Creo que saben que el régimen se va a ir».
Según Abrams, cabe esperar un cambio «rápidamente» en Venezuela. «Lo esperábamos hace un año, lo esperamos hoy. ¿Por qué? Porque la situación humanitaria es terrible y empeora», dijo.
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, dijo esta semana que la economía venezolana sufrirá una contracción del 25,5% en 2019, una reducción del 62,2% frente a 2013, cuando Maduro llegó al poder.
Bachelet dijo además que la desnutrición infantil en las zonas más pobres subió más de 50% en un año y afecta a casi el 12% de los niños venezolanos.
Unos 4,5 millones de venezolanos huyeron de la crisis política y económica, en un 80% de los casos rumbo a países de la región, una cifra que, según el enviado especial de la ONU Eduardo Stein, podría alcanzar los 6,5 millones en 2020.
Diálogo «serio»
Colombia, un aliado cercano de Estados Unidos que ha acogido a 1,4 millones de venezolanos, pidió un mayor papel de Washington en las conversaciones entre Maduro y Guaidó.
Hasta ahora Washington ha preferido la presión económica, manteniéndose alejado de los intentos fallidos de diálogo en los últimos meses, mediados por Noruega.
El diplomático negó que Estados Unidos esté negociando nuevas conversaciones, aunque «ciertamente» querría un diálogo serio y exitoso.
«Cuanto antes se pueda llegar a algún tipo de acuerdo para celebrar elecciones libres, mejor, porque ésa es la salida», dijo.
¿Cómo reaccionaría Washington si Guaidó perdiera la reelección? Abrams y Story declinaron especular, pero se dijeron confiados de que ganará. «Es, por lejos, el político más popular del país», sostuvo Story.