Al aterrizar, el senador Lindbergh Farias declaró para la prensa brasilera que «lo peor que le puede pasar a Brasil y América Latina es una guerra civil en Venezuela». De acuerdo con el senador, uno de los objetivos de la visita es acompañar el proceso electoral de Venezuela. Para ello se iniciaron negociaciones con el Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Defensa Nacional, Aloysio Nunes Ferreira, para establecer una comisión brasilera de senadores pro-Roussef y de oposición.
La agenda comienza a las 8 y media de la mañana, cuando los parlamentarios se encontrarán con el Comité de Familiares de las Víctimas de las Guarimbas. Luego tendrán se reunirán con las esposas de los presos políticos. A la 1 de la tarde estarán con representantes de la Mesa de la Unidad.
También tienen previstas reuniones con representantes del Ministerio Público, con la Defensoría del Pueblo, con el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello y con la Ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez. El senador Roberto Requiao explicó que los resultados de la visita no serán comentados ampliamente con la prensa, porque «las informaciones serán expuestas en la tribuna del Senado Federal».
El jueves pasado, otro grupo de senadores, pero opositores al Gobierno de Roussef, vino a Venezuela con la intención de conversar con los presos políticos, pero no pudo cumplir con su misión. Según reseña la prensa del senador Requiao, los parlamentarios de la nueva comitiva destacan que ellos vienen a escuchar a ambos «espectros políticos». «La primera comitiva vino con un objetivo claro, la de reforzar a la oposición [venezolana], y nosotros estamos aquí para oír todos los lados», señaló la senadora Vanessa Grazziotin Los parlamentarios reforzaron la idea de que el Senado Brasilero no tiene intenciones de meterse en los problemas internos de Venezuela. Roberto Requiao indicó: «No venimos aquí para dar apoyo político a grupos. Vinimos para informar al Senado Fedral de la situación de la oposición veenzolana».
