Venezuela

El ciudadano que le escribió al Juez Crotty, que sigue la causa de los Flores

Es brillante, abogado y sobre todo, honesto, estas dos últimas casi un oxímoron en nuestros días. Ha defendido complicadísimos casos en contra de la corrupción, tanto en cortes venezolanas como fuera de Venezuela. Hace tres días, el 21 de noviembre, tomó la iniciativa de escribirle al Juez Crotty, quien sigue la causa de los primos Flores.

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Cuando la gente se pregunta “¿y qué puedo hacer yo, que soy un ciudadano de a pie?”, la respuesta es “haz lo que sabes hacer bien”. Eso fue lo que hizo Luis Alejandro Aguilar Pardo cuando, preocupado por el origen de los fondos que se usarán para pagar el juicio de los Flores en Nueva York, dirigió una carta al juez:

Estimado Juez Crotty,

Soy un ciudadano venezolano interesado en el caso mencionado arriba (United States of America v. Efraín Antonio Campos Flores and Franqui Francisco Flores De Freitas) como ser humano que adversa acciones criminales en contra de la humanidad y, en esta misma instancia, la conexión eventual de los acusados ​​con instituciones gubernamentales de Venezuela.

Aclarando que él no está autorizado para practicar el Derecho fuera de Venezuela, y que al escribir su carta no fue ayudado por nadie, continúa:

Entiendo que en la defensa del acusado Efraín Antonio Campo Flores está participando la firma de abogados Squire Patton Boggs (US) LLP y/o una firma de abogados costosos similar y que el acusado Franqui Francisco Flores De Freitas será, a partir del 16 de noviembre 2015, representado por los señores Vicente Southerland y Jonathan Marvinny de los Defensores Federales de Nueva York, Inc.

Yo pretendo aportar al conocimiento y llamar la atención de la Corte sobre cómo la presente acción puede afectar negativamente los intereses legítimos de la nación de Venezuela y a los ciudadanos de ese país.

En la extensión de mi conocimiento, las personas mencionadas como demandados en la acusación formal sellada:

1. No tienen profesión conocida.
2. No tienen empleos que se conozcan.
3. No son funcionarios, empleados o autoridades de Venezuela, sus Estados, Municipios, instituciones, ni miembros de ninguna organización gubernamental de la nación venezolana.
4. No tienen manera de justificar el origen de los fondos con los que pagarían a sus abogados por concepto de gastos, anticipos o los fondos depositados en cuentas de fideicomiso para sus respectivas defensas y/o los servicios legales que están recibiendo hasta ahora y van a recibir en el futuro.

Aguilar continúa su carta expresando su duda de que los familiares cercanos cuenten con recursos económicos para asumir el pago, pues los sueldos de los empleados gubernamentales son bastante bajos y además, por la ley venezolana vigente, no tienen manera de cambiar ese dinero en moneda estadounidense.

Por lo tanto, opina que la Corte podría considerar la posibilidad de iniciar una investigación sobre el origen de los fondos que utilizarán los acusados ​​para financiar sus servicios legales y otros gastos y -si se determina que el uso o cambio de esos fondos violan las leyes de la nación de Venezuela o están conectadas con violaciones de las leyes de los Estados Unidos de América- solicitar el decomiso de los bienes de los acusados ​​hasta el valor de la propiedad confiscable.

El 23 de noviembre recibió respuesta de la firma de abogados Squire Patton Boggs, suscrita por los abogados John J. Reilly y Rebekah J. Poston, en la que le aseguraban al juez Crotty que no habían cargado aún pago alguno de Campo Flores, ni por servicios legales ni por costos de representación y que no tenían intención de cobrarle ni a la nación venezolana, ni a ninguna de sus instituciones ni subsidiarias corporativas por este juicio.

Luis Alejandro Aguilar escribió entonces una segunda carta al Juez Crotty:

La carta de Squire Patton Boggs (US) LLP afirma que no han cobrado por sus servicios legales y costas. Por la lectura de la carta, la declaración podría ser cierta, tal vez porque el final del ciclo de facturación no ha llegado todavía, aunque seguramente debe existir una carta convenio de contratación.

La carta tampoco aborda la cuestión de la legitimidad y el origen de los fondos para cubrir sus servicios legales y costos.

Al momento en que escribo estas líneas, éste es el estado del intercambio de cartas. Un ciudadano sin conexiones ni influencias ha puesto sobre el tapete un asunto que nos concierne a todos los venezolanos y por el que el bufete Squire Patton Boggs tendrá que responder, ya que como no hay contraloría dentro de Venezuela, no esperamos respuesta ni control del gobierno.

Por esto, cuando las dudas lo asalten sobre si puede hacer algo por Venezuela, piense en todo lo que ha logrado Luis Alejandro Aguilar haciendo lo que sabe hacer bien… y hágalo…

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