«Condeno de manera enérgica la omisión que ha tenido la Alcaldía de Antolín del Campo así como el Ministerio de Ecosocialismo y Agua e Hidrocaribe, que ha permitido que las aguas servidas, sin el debido procesamiento, caigan directamente en Playa Parguito», manifestó.
El parlamentario agregó que en la planta de tratamiento se habría invertido una cifra multimillonaria al igual que en las otras cinco existentes en Nueva Esparta para su reparación y mantenimiento. «No funcionan. Vemos cómo las aguas se desbordan de las piscinas de la planta de tratamiento de Aricagua y caen en los riachuelos hasta llegar a la playa. Las heces caen en Playa Parguito», expresó.
Destacó que esa situación se convierte en un problema de salud pública, por lo que instó a las autoridades competentes a declarar emergencia sanitaria y ambiental.
Insistió en la necesidad de que se declare esa medida en Nueva Esparta debido a que las seis plantas que se encuentran en el estado se hallan en las mismas condiciones. «Están contaminando nuestras costas y eso es un delito ambiental, es un ecocidio», aseguró.
El parlamentario anunció que acudirá ante la Fiscalía General de la República para exigir que sean imputados los responsables de ese delito ambiental que afecta la salud de los neoespartanos y turistas. Además de perjudicar la mayor fuente de ingreso de la región insular: el turismo.
¿Y el dinero?
Rahal destacó que los organismos competentes también deben explicarle a los venezolanos dónde fueron a parar los cientos de millones de dólares destinados a la limpieza y reparación de las seis plantas de tratamiento. «Esa respuesta la debe dar el gobernador y las empresas a las que se les asignó el trabajo», enfatizó.
Agregó que a fin de encontrar, lo antes posible, una solución presentará el caso ante las comisiones de Ambiente y Administración y Servicios del Parlamento así como ante la subcomisión de Salud.
