Venezuela

ANÁLISIS | ¿Por qué un golpe solo beneficiaría al Gobierno?

Gobierno y oposición coinciden en que se está planificando una salida de fuerza en el país. Sebastiana Barráez dice tener la certeza de que la conspiración existe, Rocío Sanmiguel no cree que haya condiciones para un golpe y Luis Vicente León considera que el oficialismo tiene más que ganar que la oposición si llega a ocurrir.

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Texto: Reyes Theis | @reyestheis

El Gobierno y la oposición venezolana muy rara vez coinciden públicamente sobre algún tema, pero repentinamente ha aflorado un consenso: Ambos denuncian que en Venezuela hay un golpe de Estado en proceso.

El presidente de la República, Nicolás Maduro, asegura que la oposición orquesta la salida de fuerza. “Ellos (oposición) anuncian que en mayo el golpe viene (…) Si la oligarquía algún día hiciera algo contra mí y lograra tomar este Palacio por una vía o por otra, yo les ordenó a ustedes declararse en rebelión y decretar una huelga general indefinida hasta obtener la victoria frente a la oligarquía”, dijo durante la concentración oficialista del día del Trabajador en Miraflores.

Incluso el chavismo ha revelado quién sería una de las cabezas del intento de golpe. El capitán Diosdado Cabello, diputado a la Asamblea Nacional, soltó el nombre del mayor general Hebert García Plaza, exministro de Alimentación y Transporte Acuático y Aéreo. Aseguró que el héroe del “Dakazo” tiene vínculos con naves de la CIA que fueron utilizadas para trasladar al terrorista Luis Posada Carriles.

Para el presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, no hay nada nuevo  en el discurso oficial sobre su denuncia de golpe de Estado. “El gobierno lo ha hecho desde hace mucho tiempo: Denunciar que la oposición intenta un golpe”, recordó.

Explica que los dos bandos no coinciden en la razón para denunciar un golpe en proceso.  “El Gobierno intenta culpar a la oposición de un intento de golpe de Estado para tratar de desvirtuar la solicitud de referendo revocatorio. Ven esta iniciativa como un intento de sacar al Gobierno constitucional y les conviene hacerlo ver como un intento golpista”, indicó.

Según León, el sector oficial intenta también aprovecharse de las acciones de la oposición más radical, que plantea que es imposible sacar al Gobierno sino con la radicalización de calle. Añade que se trata de poner a la oposición como un enemigo, no del Gobierno, sino de la institucionalidad.

La denuncia opositora

También en la oposición creen que hay un golpe en proceso. El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, en su alocución del 16 de febrero, durante la primera discusión de la Ley de Aministía y Reconciliación dijo al respecto: “Ustedes saben la procesión que tienen por dentro, tres grupos militares conspirando adentro, también cuatro grupos en el PSUV cayéndose a cuchillos y forzando la renuncia de Nicolás Maduro”.

Luego, en un acto en la Universidad Católica Andrés Bello, Ramos aseveró lo siguiente: “Yo sé que la situación en las Fuerzas Armadas está muy mala, muy complicada porque los medios y subalternos le reclaman a la cúpula hechos de corrupción y corresponsabilidad de lo que está pasando con este Gobierno».

Denunció que existen grupos militares cercanos al Gobierno conspirando para realizar un golpe de Estado y que dicha conspiración le serviría al Ejecutivo para legitimarse, dado que sería “la única justificación que tendría para decir que no pudo resolver los problemas del país porque lo tumbaron”.

En el caso de la denuncia opositora, Luis Vicente León ve un análisis de riesgo país. Ante una nación que “presenta una crisis severa en el  terreno económico, que afecta a los ciudadanos y deteriora su calidad de vida, entonces se elevan los riesgos de conflictividad social, de incremento de las protestas, de golpe y de ingobernabilidad”, explicó.

Considera que la oposición ve el riesgo de que el país se desborde y que eso termine en una situación inestable que saque al Gobierno por la fuerza. “Lo otro es que esa misma ingobernabilidad termine por justificar que un sector militar, incluso chavista, decida por sus propios medios salir del Gobierno, incluso a través de un golpe militar, lo cual, para una  parte de la oposición, es tan malo como Maduro y lo denuncia para tratar de evitarlo”, indica el presidente de la encuestadora.

Las posibilidades de golpe

Pero indistintamente de las estrategias de los bandos para la denuncia, ¿Están las condiciones dadas para un golpe de Estado en el país? Dos expertas en la materia difieren sobre este punto.

Sebastiana Barráez es una periodista tachirense experta en el tema militar. Señala que “nunca como antes la Fuerza Armada ha atravesado momentos tan convulsos, de tantas diferencias y de tantos grupos como lo que está sucediendo en esos momentos”.

Explica que “al interior de la Fuerza Armada hay varios grupos de poder que han asumido que pueden liderar y tener acceso al Gobierno” y añade: “No sé si puede haber un golpe de Estado, pero lo que sí estoy segura es que hay grupos dentro de la Fuerza Armada conspirando para llegar al poder”.

Argumenta que “Hugo Chávez sacó a los militares de los cuartales, los metió en la administración pública” y que en el Gobierno hay un grupo liderado por Maduro y otro por Diosdado Cabelllo.

Considera que el diputado monaguense ha dado evidencias  de que se encuentra respaldado por militares, que tiene poder y que puede asumir con algunos sectores y liderazgos de la Fuerza Armada, mientras Maduro tendría la fuerza que le da ser el Presidente y el respaldo del ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López.

Para Barráez es una trampa creer que puede haber golpes buenos y malos. “No hay golpes buenos. Los golpes lo único que hacen es desviar a la democracia”, opina, pero reitera que en el país “existe la posibilidad cierta de que haya militares que pueden creer que pueden llegar al poder por la vía del golpe de Estado”.

La presidenta de la ONG Control Ciudadano, Rocío Sanmiguel, difiere sobre las posibilidades de una salida de fuerza en el país. “El malestar está dentro de la institución militar, como lo hay en el segmento político y social de la nación, sin embargo no veo que esa expresión militar sea un golpe”, sostiene.

Argumenta que “en el análisis de la historia de los últimos 60 años, hay unas variables como el pragmatismo militar y que los militares solo se mueven cuando hay una alternativa y esto no se ha concretado en Venezuela. No hay un hombre o mujer que pueda ser visible como alternativa real de poder”, considera.

Añade Sanmiguel que cuando se ve la historia venezolana desde 1958, se observan una serie de indicadores en momentos álgidos en los que han tenido oportunidad de manifestarse los miliares, como en 1958 (golpe a Marcos Pérez Jiménez), 1989 (el Caracazo), 1992 (intentonas golpistas) y 2002 (golpe contra Hugo Chávez). “Eso te da enseñanzas y analizándolas no veo las variables que puedan generar la posibilidad del golpe”, destaca.

Aseveró que si  hay datos del oficialismo sobre el supuesto golpe, “tiene que denunciarse ante la autoridad judicial y  de no hacerse es cómplice, o simplemente se trata de una simulación de hecho punible, al estarse fingiendo la comisión de un delito”. Añade que otra hipótesis es que el Gobierno abre una “grieta”, para “depositar en ella a todos aquellos factores amenazantes de la oposición, que sean criminalizables”.

¿Quién gana con un golpe?

Pero si efectivamente hubieran militares conspirando para dar un golpe de Estado, ¿Qué sector podría sacar provecho del mismo?

Luis Vicente León lo explica en estos términos: “Hay un grupo de opositores que piensan, y yo coincido con ellos, que cualquier evento que cruce la frontera hacia una radicalización terminará en anarquía, porque una gran conmoción social espontánea o inducida va a ser anárquica”.

Sostiene que quienes pueden capitalizar la anarquía, quien la puede controlar o beneficiarse de ella son los militares, “defendiendo al Gobierno, como ya ocurrió en el 2013, o los militares con alguien distinto al Gobierno, pero cercano al sector  militar”.

Dice León que como es poco probable que los militares den un golpe y pongan a un militar a gobernar, “porque eso es impresentable e insostenible en el mundo”, lo que sí podría ocurrir es que el sector militar capitalice, “ya que es el único que puede controlar porque tiene armas”, pero lo haría con alguien  con quien se sientan confortables y “eso no me dice para nada que pueda ser la oposición”.

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