Venezuela

La OEA inicia valoración colectiva de la crisis en Venezuela

Se establecen al menos 4 pasos para la activación de la CDI : la convocatoria por parte del secretario general al Consejo Permanente, la realización de ese Consejo, la valoración colectiva de los estados miembros y la decisión.

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Texto: Reyes Theis

Cuando el presidente protempore del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) Juan José Alcurri, golpeó con su mazo el escritorio y cerró la sesión de esa instancia el pasado jueves en la tarde, muchos venezolanos se quedaron extrañados como si estuviera en presencia de esas películas que dejan el final a la imaginación del espectador.

Todos, tanto seguidores del Gobierno como de la oposición, esperaban que ese día habría una votación que decidiría si se activaba o no la Carta Democrática Interamericana, luego de la presentación del secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien señaló los motivos para considerar que se había producido una ruptura del orden constitucional en Venezuela.

Pero la sesión concluyó y no hubo votación sobre el asunto. Las razones las reveló el propio Almagro en una entrevista para CNN en Español, donde alegó que el artículo 20 de la Carta Democrática tenía la respuesta al enigma:

El referido artículo señala: “En caso de que en un Estado Miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático, cualquier Estado Miembro o el Secretario General podrá solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente para realizar una apreciación colectiva de la situación y adoptar las decisiones que estime conveniente”.

El diplomático uruguayo explicó que en ese texto de la Carta se establecen al menos 4 pasos: la convocatoria por parte del secretario general al Consejo Permanente ante la posibilidad de una alteración del orden constitucional en un país, la realización de ese Consejo, la valoración colectiva de los estados miembros y la decisión.

“Estamos en el tercer paso”, destacó, es decir en la fase de la valoración colectiva del informe presentado sobre la situación en Venezuela.

Además indicó que tampoco hubiera sido conveniente plantear una votación inmediata: “Nunca forzamos que se tenía que tomar una decisión. No hubiera ayudado a nadie. Había que comenzar el abordaje del tema”.

Acotó que el tema de la aplicación de la Carta ya no es un asunto que le corresponde al secretario general. “El último paso (la decisión del Consejo Permanente) es un tema que pertenece a los Estados miembros, es responsabilidad de ellos”, subrayó.

– Sanciones –

La sesión del Consejo Permanente además sirvió para aclarar algunos puntos donde hay consensos y disensos sobre la situación en Venezuela. Por ejemplo, está claro que los Estados no tienen en su agenda una sanción contra el Gobierno venezolano, incluso el propio Almagro así lo señaló ante el Consejo Permanente. “El objetivo hoy no es castigar ni sancionar a Venezuela», dijo el secretario general.

Eso descarta una de los elementos arraigados en el imaginario del ala opositora venezolana, sobre la posibilidad que de la OEA podría salir una sanción que implicara un aislamiento político de Venezuela, como se aplicó en el proceso de destitución de José Manuel Zelaya en Honduras.

¿Y si no se aplica sanciones, qué se puede esperar de la activación de la Carta Democrática? Pues diligencias diplomáticas, que la región se comporte en forma proactiva para “promover la normalización de la institucionalidad democrática”, tal como lo expresa el artículo 20 de ese instrumento.

Esas prácticas diplomáticas incluso podrían cuajar en la conformación de un “Grupo de Amigos de la OEA”, una propuesta que ha sido planteada por la delegación argentina y que fue secundada por Almagro.

– El revocatorio –
Si bien hay consenso para que no haya una sanción en contra de Venezuela, el tema del referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro es más controversial en la región.

Al jugarse el chavismo su estadía en Miraflores, ha jugado fuerte en su presión a sus aliados caribeños para que no se mencione el tema en ninguna resolución, sin embargo, varios miembros de la OEA han señalado la importancia de que la consulta popular se haga y en forma oportuna.

Argentina, Chile, Colombia y Uruguay, en un comunicado enviado el 31 de mayo pasado ya habían sentado su posición en los siguientes términos: «En estos momentos de profunda preocupación por la democracia y los derechos humanos y por el futuro político, económico y social en Venezuela, manifestamos nuestro apoyo a este esfuerzo de entendimiento y diálogo y a los procedimientos constitucionales tal como el relativo al referéndum revocatorio”.

El propio Almagro comentó al respecto: “Cuando una sociedad está polarizada hay que devolverle la decisión al verdadero soberano. El referendo revocatorio pertenece a la gente. Hoy eso es un tema fundamental porque destraba la situación con una salida democrática y constitucional”.

– Ideologías a un lado –

Otro elemento que se evidenció durante la sesión del Consejo Permanente pasado es que el plano ideológico progresivamente está quedando de lado en el balance entre gobiernos críticos y aliados de Venezuela. Así ha quedado demostrado con las posturas contrarias a las propuestas del Gobierno de Maduro que han mantenido Chile y Uruguay, que tienen mandatarios izquierdistas.

Hay que destacar que el Gobierno venezolano se llevó una derrota contundente cuando se sometió a votación en el Consejo Permanente si se escuchaba o no el informe del secretario general de la OEA.

Venezuela propuso que Almagro no presentara el informe y de 34 países, solo 12 votaron a favor de la propuesta venezolana. Votaron a favor de que se celebrara la sesión 20 países: Uruguay, Surinam, Paraguay, Perú, Panamá, México, Jamaica, Honduras, Guyana, Guatemala, Estados Unidos, Costa Rica, Colombia, Canadá, Chile, Brasil, Belice, Barbados, Bahamas, y Argentina.

En contra: San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, República Dominicana, Nicaragua, Haití, Granada, El Salvador, Ecuador, Dominica, Bolivia, Venezuela, y El Salvador y se abstuvieron Trinidad y Tobago y Santa Lucía

– Lo que viene –

A pesar de la resistencia del Gobierno de Nicolás Maduro, el tema de la crisis en Venezuela ya está en la agenda de la OEA y la forma insultante como se expresó la canciller venezolana Delcy Rodríguez en el Consejo Permanente no le sumaron simpatías a su causa.

La evaluación colectiva de parte de los Gobiernos de la región de la que habla la Carta de la OEA y que constituye la fase actual, se refiere a un monitoreo constante de la situación.

Ya se han encendido las alarmas sobre lo que ocurre en Venezuela y cualquier situación, como una negativa al revocatorio presidencial, podrían estimular a los países a convocar a una nueva sesión para instrumentar algunas medidas.

La película tiene su segunda parte.

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