Venezuela

Los rojos rojitos tienen privilegios en la recuperada Flor de Venezuela

Chino y Nacho no pudieron entrar, porque según ellos, les exigían pagar $50.000. Pero los miembros del Psuv celebran reuniones a sus anchas, sin importar el racionamiento eléctrico, en el monumento situado al este de Barquisimeto.

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Un grupo de al menos 20 personas esperaba en fila hasta llegar al toldo blanco, identificado con una bandera amarilla del partido Primero Justicia, y estampar su firma para iniciar el proceso de revocatorio del presidente Nicolás Maduro. El semáforo de la avenida Argimiro Bracamonte indicaba que había llegado la hora del racionamiento eléctrico al este de Barquisimeto, pero a una cuadra de allí, la Flor de Venezuela abría sus grandes pétalos pavoneándose frente a los conductores de carros que formaban el caos en la ciudad apagada. Allá si había luz y el bando rojo celebraba con canciones de revolución.

En los alrededores del monumento se estacionaron cinco autobuses de Transbarca (Sistema de Transporte Masivo de Barquisimeto) en los que se trasladaron miembros del “Congreso de la Patria” del estado para rendirle cuentas al coordinador nacional del proyecto y diputado, Héctor Rodríguez, que inició una gira en la ciudad ese jueves 28 de abril.

El acceso a los vehículos particulares estaba restringido. Solo se les abría el portón a los carros identificados con calcomanías del gobierno y su personal. “No puede pasar porque hay una actividad con la almirante Carmen Meléndez y Héctor Rodríguez. No están autorizados”, fue lo que respondió uno de los estudiantes de la Unes (Universidad Nacional Experimental de la Seguridad) que custodiaba el lugar junto a funcionarios de la PNB.

Pasadas las 4:00 de la tarde terminó la reunión de los camisas rojas y el resto del público pudo entrar. Las canciones del Psuv aún resonaban a través de las cornetas conectadas a una planta eléctrica mientras se repartían los empaques de agua con el logo de Lácteos Los Andes que más tarde terminarían en el piso de adoquines que recubre la entrada a la Flor.

Una feria de artesanía, con solo cinco mesas dispuestas en la entrada, había comenzado. Jabones artesanales, productos de limpieza de realización casera, collares, pulseras tejidas, cactus y adornos de arcilla eran exhibidos. Personal de la obra dijo cinco días antes que los participantes de bazares no tendrían que pagar nada para participar, sino dar una pequeña colaboración, pero una de las artesanas comentó que por cada puesto se cobraba una tarifa de 12 mil bolívares por cuatro días de exposición. “A pesar de que se tiene que pagar, me parece bien el precio porque en otro lado nos pedían hasta 30 mil bolívares por un día”, confesó la mujer que no quiso ser identificada.

Pero cuando los cantantes venezolanos Chino y Nacho quisieron grabar el video del sencillo “Andas en mi Cabeza” en las instalaciones de la Flor de Venezuela, el precio exigido no era de 12 mil bolívares. Nacho aseguró en una entrevista ofrecida al canal regional Promar TV que les pedían 50 mil dólares americanos. “Eso es de los venezolanos, pero vale 50 mil dólares, que no sé para dónde van. La gran pregunta es: ¿dónde están los reales?”, indicó Nacho.

“Eso no es cierto. ¿Cómo puedo responder algo que nunca pasó? Aquí vino la productora de Chino y Nacho y preguntó si podían usar el espacio por dos días para grabar. Se les respondió que eso no nos correspondía a nosotros, sino que la ministra (Marlenys de Cabello) debía autorizarlo. De ahí desconozco lo que pasó”, puntualizó el gerente de la Flor de Venezuela y agregó: mi nombre no puede salir en la nota que vas a escribir.

– Recuperación de la Flor –

La Flor de Venezuela fue inaugurada en el estado Lara el 23 de octubre de 2009 tras ser protagonista en la Expo Hannover 2000 de Alemania y destacada en el pabellón de Venezuela, el más visitado. En la entrada, aún permanece el reconocimiento al arquitecto Fruto Vivas, que le hicieron el entonces presidente Hugo Chávez y el gobernador Henri Falcón, a quien se le asignó la responsabilidad de mantenerla. Responsabilidad que no cumplió.

Los 16 pétalos que recrean el concepto de un tepuy y una flor abrían por un sistema automático dependiendo de las condiciones ambientales (abrían si hacía sol, se cerraban si estaba nublado). No pasó mucho tiempo para que dejaran de funcionar y se mantuvieran cerrados las 24 horas del día.

Plantas contaminadas, filtraciones en las paredes, zancudos, hongos, fallas eléctricas, puertas dañadas, piscinas con agua estancada y peceras sucias fueron las condiciones en las que se basó el presidente Nicolás Maduro el 27 de junio de 2013 para que un día después, mediante Gaceta Oficial, fuera decretada la obra turística como Patrimonio Cultural de la Nación y funcionarios de la Guardia Nacional ocuparan sus instalaciones.

La recuperación fue lenta, pero con resultados. Tres años después del decreto y 45 millones 858 mil 905 bolívares invertidos -según la Memoria y Cuenta del Ministerio del Turismo de 2014- le devolvieron la belleza al monumento situado al este de Barquisimeto.

Los pétalos siguen sin abrir automáticamente, pero cuando el cielo está despejado o se organiza un acto chavista, son abiertos a la fuerza por sus cuidadores. La presidenta de la obra, Yamilet Romero, informó en una entrevista ofrecida a la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) que 15 empresas estuvieron encargadas de rehabilitar la fachada, jardines aéreos, auditorio y acuarios con más de diez especies de peces de los ríos venezolanos. Solo dos de las 36 peceras permanecen con un cartel en el que se lee “en mantenimiento”, a diferencia de cuando estaba en manos de Henri Falcón en el que la mayoría solo servía de depósito de piedras y desperdicios.

Una heladería de la empresa nacionalizada, Lácteos Los Andes, también funciona actualmente en la Flor con precios módicos, además de una dulcería en la que se pueden degustar quesillos de aguacate, auyama, entre otros. Incluso hay una emisora de radio -90.7- especializada en actividades culturales.

El ascensor sigue sin funcionar, pero fueron activadas rampas para facilitar la visita de todo el público gratis de miércoles a domingo de 9:00 de la mañana a 6:30 de la tarde. La piscina de la entrada también es uno de los pocos espacios que sigue sumido en el descuido, pero a diferencia de cuando estaba en manos regionales, parece que el imponente atractivo de la obra ha vuelto a florecer.

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