Venezuela

Los regalos de la vía a Oriente en Navidad: Huecos, inseguridad y falla de servicios

Las pésimas condiciones de kilómetros enteros de carretera y de varios puentes, así como la profusión de alcabalas en el tramo Miranda de la Troncal 9, hará que la circulación en días pico sea bastante precaria

Publicidad

Paciencia y valor. Quienes decidan viajar por carretera al Oriente del país en estas navidades deberán aprovisionarse de estas virtudes para hacer frente a la creciente inseguridad, las fallas en los servicios públicos y los destrozos en muchos tramos de la más importante vía que une al centro con el este y sur de Venezuela.

Dejando atrás el relativamente buen estado del tramo Caracas – Guatire de la autopista Gran Mariscal de Ayacucho, comienza el suplicio. La autopista Guatire – Caucagua presenta no pocas fallas de borde y en las juntas de dilatación, deslizamientos de tierra y huecos que dificultan la circulación rápida, para finalizar en un derrumbe de toda la sección derecha de la vía a escasos metros del cruce Aragüita- Guatopo.

Socavadas las bases por las recientes lluvias, el pavimento cedió por completo e hizo necesario cerrar un canal en sentido contrario para permitir el paso de vehículos en ruta hacia Barcelona, lo que inevitablemente ocasionará mega colas durante los días de mayor flujo vehicular. No se están realizando trabajos de reparación.

Superado este escollo, en el tramo de la Troncal 9 entre Caucagua y Río Chico se siguen profundizando las fallas de compactación que producen los llamados ‘chinchorros’, baches que hacen imposible circulación a altas velocidades, además de presentar cinco improvisadas alcabalas que necesariamente obligan a detener la marcha en esta vía expresa.

La sección que une la autopista con Río Chico recibe al conductor con unos 200 metros de pavimento totalmente destruido y sin trabajos de reparación a la vista, como tampoco los hay en no pocos huecos de la muy curvada carretera que va desde esta población hasta El Guapo.

or2

Y aquí comienza el verdadero calvario vial. Desde El Guapo y hasta superadas las ventas de casabe de Cúpira, es poco probable que el conductor pueda avanzar a más de 60 kilómetros por hora, pues los huecos son tan grandes que en un solo kilómetro se pueden apreciar hasta cinco autos con cauchos o tren delantero destrozados. De hecho, en el puente Cúpira los propios residentes del pueblo han rellenado con piedras y tierra las zanjas para permitir la circulación de los autos pequeños.

La vía mejora un tanto desde aquí y hasta terminar el tramo de autopista Boca de Uchire – El Hatillo. Incluso hasta el pueblo de Clarines el pavimento es regular, excepto por las grandes averías en el puente sobre el río Unare, reparado hace apenas cinco años tras haber colapsado.

Como ya es común, en el tramo Clarines – Puerto Píritu la fluidez del tráfico y el derroche de huecos y fallas de borde que salpican la vía hace la marcha muy pesada, mientras que el deterioro de la maltrecha autopista sección Píritu – Barcelona avanza a paso de vencedores.

Si el viaje termina en la acá no habrá mayor problema, pero si continúa hacia Monagas o el sur de Anzoátegui, el calvario prosigue. El tramo de la vieja autopista Barcelona – Km 52 vivió mejores épocas, como también las vivieron las rutas hacia El Tigre o Maturín, plagadas como están de huecos y baches mal realizados.

Alcabalas y algo más

Aunque colocadas para mejorar la seguridad en una vía que se convirtió en una de las más inseguras del país, la profusión de alcabalas a lo largo de la vía hasta Barcelona es cuando menos intimidante.

“Sí vigilan y ha mejorado un poco la cosa, pero causan muchas colas”, señala una vendedora de café en El Clavo, población que cuenta con una flamante alcabala custodiada por hasta 10 efectivo del Ejército provistos de armas largas y prestos a detener el tráfico ante cualquier sospechoso conductor de trasladar a su familia completa.

El tramo Barcelona – Maturín no cuenta con tantos puestos de vigilancia, pero igual pueden hacer abrir maleteros y maletas a cualquier vehículo que le parezca sospechoso de transportar algún producto escaso, es cuyo caso el frecuente ver cómo el posible decomiso es solventado cuando el conductor sede parte de su valioso cargamento.

Con suerte, los viajeros no encontrarán trancas de la vía por diversos motivos: protestas para exigir la venta de alimentos regulados, por fallas en el suministro de agua, electricidad o en la distribución de gas doméstico, pueden ser convocadas por pobladores en cualquier momento  y cualquier punto de la Troncal 9.

Y un detalle que deben tomar en cuenta los conductores y sus familias: fallas en suministro de gasolina y en servicios de aseo personal. De hecho, el pasado fin de semana entre Río Chico y Barcelona solo la estación de El Guapetón contaba con gasolina: la sequía de combustible era total en Boca de Uchire, Clarines y Píritu, a la entra de Barcelona y las estaciones al inicio de la ‘autopista’ Barcelona – Km 52.

Adicionalmente, solo los locales de El Guapetón y otro ubicado en Boca de Uchire cuentan con servicio de baños públicos, un detalle a tener en cuenta especialmente por las damas.

Publicidad
Publicidad