Tercer puente sobre el Orinoco es 20 veces más caro que el más alto del mundo
El tercer puente sobre el río Orinoco que se construye desde 2006 entre los estados Bolívar y Guárico, tiene un costo que es 20 veces mayor al más alto del mundo inaugurado esta semana en China y que se levantó en tres años.
La última maravilla china, el puente Beipanjiang, fue abierta a la circulación el pasado jueves, se eleva a más de 565 metros por encima del curso de un río y une dos provincias de montaña del suroeste del país, reseñó la agencia de noticias AFP.
El puente, de 1.341 metros de largo, fue construido en tres años y requirió una inversión de $144 millones, según el Diario de Guizhou y destrona al puente del Río Si Du, en la provincia de Hubei (centro), como el más alto del mundo, aseguró previamente el gobierno provincial de Guizhou.
«Es un logro extraordinario. Las condiciones en las que fue construido fueron muy, muy extremas», explicó a la BBC Simon Pitchers, de la Institución de Ingenieros Estructurales de Reino Unido.
En este lado del mundo, un ambicioso proyecto se comenzó a construir en 2006, de la mano de la hoy cuestionada constructora brasileña Odebrecht. Las dimensiones de la obra nacional apuntaban a batir el récord de ser el más largo del continente. Su costo va por $2.800 millones, 20 veces más de lo que costó la construcción china y ha consumido poco más del triple del tiempo.
Según la descripción que hace Odebrecht en su sitio web, el tercer puente sobre el Orinoco «comprende la construcción de un puente de tipo carretero-ferroviario, con un largo de 11.125 Km, de tipo atirantado y torres en forma de diamante, además de la construcción de 29,44 Km de carreteras que permitirán la integración de los estados Bolívar y Amazonas con el estado Guárico y el resto de los estados del norte y centro del país».
La altura del puente chino equivale a un edificio de 200 pisos, mientras la altura máxima del puente venezolano es de un edificio de 72 pisos, según el ministerio de Transporte y Obras Públicas.
En 2008 el puente sobre el Orinoco registraba 24% de avance y en 2011, el entonces presidente Hugo Chávez realizó uno de sus programas dominicales desde la ribera de Caicara (Bolívar) por donde pasaría la estructura. Ante las cámaras de VTV el mandatario dijo que se inauguraría en 2011 para coincidir con la celebración del Bicentenario de la Independencia y que su costo estaba estimado en $922 millones. En ese punto ya costaba 6,4 veces más que el chino que aún no se empezaba a levantar.
Para esa fecha, también dicho por Chávez, los ingenieros le reportaban 30% de avance de la obra. No se completó en el tiempo previsto por «falta de recursos y un financiamiento de Brasil que no había sido aprobado a tiempo por el Bndes», según dijo el mismo mandatario en su memoria y cuenta ante la Asamblea Nacional en enero de 2011.
El Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (Bndes) financió a empresas de ese país para llevar a cabo obras en Venezuela por un monto de $3.231 millones entre 2002 y 2014, según una investigación del portal ojo-público.
En junio de 2011, justo antes de salir al viaje en el que le diagnosticaron y operaron de cáncer, Chávez aprobó $174 millones más para la terminación del puente. La cuenta sube a $1.096 millones, es decir, 7,6 veces más que el puente chino, que aún no se construía.
La organización no gubernamental, Transparencia Venezuela, señaló en un informe de 2015 que «el financiamiento de esta obra no ha estado contemplado dentro del presupuesto nacional al menos desde 2011 y no ha recibido créditos adicionales en los últimos años».
En mayo de 2012, calentando los motores de la campaña presidencial, un video promocional indicaba que el puente llevaba un avance de 57% y una inversión ejecutada de más de $877 millones.
Chávez murió en marzo de 2013 sin ver culminada la obra que describió como «monumental». Ese mismo año los chinos ya habían iniciado la construcción del puente más alto del mundo. En octubre el entonces ministro y ahora diputado (Psuv), Haiman El Troudi, aseguraba que la construcción de la estructura venezolana iba «a buen ritmo» con 62% de avance físico y que se estimaba su inauguración para diciembre de 2016, año que se termina sin que todavía se pueda cruzar en carro o tren de Bolívar a Guárico por Caicara.
«El monto de inversión de esta obra que no se ha interrumpido, es de $2.800 millones», dijo el funcionario ante las cámaras de Venezolana de Televisión. Este monto es 20 veces más que la estructura de China que sí se inauguró en diciembre de 2016.
Una nota de prensa, la última que se puede encontrar sobre el puente en la página del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, indica que en 2014 la estructura registraba un avance físico de 67% . Según la memoria y cuenta de ese despacho, correspondiente a 2015, la construcción progresó ese año dos puntos porcentuales y llegó a 69%.
Un informe de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional presentado en noviembre, con información de las memorias y cuentas del Ministerio del área, indicó que el presupuesto en bolívares de esta obra se ha triplicado desde 2013. Según el documento, el costo para ese año era de Bs 8.000 millones ($1.269 millones calculado al tipo de cambio oficial más bajo) y pasó a Bs 16.000 millones en 2015 ($2.500 millones calculado al mismo tipo de cambio).
En todos los países americanos donde la constructora brasileña Odebrecht extendió sus tentáculos de corrupción, sobornos, sobreprecios hubo algún tipo de investigación y búsqueda de castigo. Menos en Venezuela. Los publicistas Mónica Moura y João Santana declararon en su momento que pagaron $77 millones solo en un período determinado y a un ministro de los 28 que de una u otra forma participaron en alguno de los más de 32 contratos suscritos entre el chavismo y Odebrecht.
Las trayectorias de Carlos Andrés Pérez y Alan García guardan similitudes y contrastes. No obstante, las equiparan la tenacidad y la persistencia con que asumieron en sus respectivos países el fragor de la lucha ideológica, el haberse granjeado poderosísimas enemistades y el signo trágico de sus ocasos políticos. Este análisis pone frente a frente las figuras de dos de los más conspicuos representantes históricos de la socialdemocracia en el continente
La Armada (Marina) de Colombia respondió de manera indirecta en un comunicado a las acusaciones del régimen de Nicolás Maduro y dijo que sus tres lanchas artilladas perdidas en el río Orinoco las arrastró la corriente del río meta hasta aguas de Venezuela. El chavismo afirma que las naves iban a ser usadas en una agresión colombiana.