Venezuela

Guerrilleros del ELN, apoyados por el chavismo, tienen bajo la mira a tachirenses

Con miedo pero cansados de la situación que viven, campesinos de las zonas rurales del municipio Junín en el estado Táchira, denuncian que están obligados a compartir el día a día con grupos guerrilleros del ELN colombiano que cometen fechorías, utilizan los bienes del Estado venezolano y se benefician de misiones y programas dirigidos a los sectores más desfavorecidos de la sociedad bajo “la vista gorda de los militares venezolanos”.

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Guerrillas azotan región fronteriza con Colombia
Foto: canaldenoticia.com (Archivo)

Desprotegidos y con miedo aseguran sentirse los habitantes de las zonas rurales del municipio Junín, ante la presencia de grupos irregulares que “abiertamente se identifican” como del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y operan en comunidades fronterizas con Colombia.

Juan Carlos, (nombre ficticio asignado al trabajador del campo de 32 años de edad que pidió no ser identificado por temor a las represalias de los grupos armados), dijo a El Estímulo que “nunca como antes están padeciendo de la actuación de grupos irregulares que hacen de las suyas en las zonas de Las Dantas y Buenavista. Por la zona de la Petrolea, San Vicente de la Revancha, Vega de la Pipa, Virgen de la Fortuna, entre otras”.

La situación data de hace algunos años atrás pero los campesinos dan testimonio que desde hace unos tres años se viene intensificando y ha tomado fuerza en los últimos meses, llegando al punto de radicalizarse en pocas semanas.

“El gobierno les da privilegios como viviendas de la Gran Misión Vivienda, utilizan vehículos del Estado y los programas de alimentación. Son grupos ya formados que utilizan los bienes del Estado como si fueran propios y a los verdaderos campesinos nos maltratan si no pasamos a formar parte del grupo”, narró el habitante de la zona.

Los grupos se identifican como del Ejército de Liberación Nacional, (ELN) y en las Navidades pasadas convocaron a las comunidades a las afueras de la iglesia local para hacer un donativo de regalos a los niños y aprovecharon la presencia de padres y representantes para entregarles panfletos e identificarse, como tal, aseguró esta fuente.

“La gente de los consejos comunales se ha prestado para eso y los regalos les van a salir caros a las familias que los recibieron para sus niños. Los consejos comunales se han convertido en cómplices”.

Cubriendo su rostro, nervioso pero decidido a no guardar más silencio, Juan Carlos comentó: “he sido tocado por esa gente y no puedo dar detalles de lo que me sucedió, en qué momento fue y de lo que me exigen porque esas personas se darían cuenta quien soy, quien les está dando la entrevista”.

Imponen su Ley

El campesino tachirense señaló que cuando se desarrolla algún proceso electoral, los grupos armados recorren casa por casa, sacan a las personas y las llevan hasta el centro de votación.

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“Al que llevan en un vehículo hasta un centro de votación le roban su libertad de elegir porque durante el trayecto de la casa al centro de votación lo amedrantan, los obligan y presionan para que voten por este gobierno sin vergüenza”, dice una de las fuentes.

Los patrullajes por parte del Ejercito Venezolano en la zona son cada vez menos frecuentes,  por lo que a juicio de los habitantes de las comunidades rurales del municipio Junín, frontera con Colombia y ubicado a 25 kilómetros de San Cristóbal, éste ha sido el detonante para que aumente la presencia de irregulares.

“Son la quinta fuerza de la milicia venezolana porque aquí no se ve la presencia militar. Cuando los vemos (a los grupos armados), llamamos al 911 y nadie nos atiende. Se hacen los de la vista gorda”, comentó Horacio, otro habitante del sector que pidió resguardar su verdadera identidad.

La situación ha sido propicia para que “habitualmente la guerrilla patrulle la zona, encapuchados. Visitan las viviendas de la parte alta del municipio Junín, específicamente la parroquia Bramon, amedrantando e imponiendo ley”, dijo.

“Muchos agricultores han abandonado sus tierras por temor a represalias. Ya no producen, abandonan las tierras y estos grupos aprovechan para comprarlas a un precio barato, engañan a las comunidades y les hacen creer que son productores pero en realidad es la manera de camuflarse para poder entrar en las comunidades y han llegado a convertirse en líderes y concejeros vecinales, Están integrados a la comunidad y pasan como parte de ellos”, asevero Horacio.

Guapos y amparados

Recorren las comunidades y se identifican abiertamente que son militantes del ELN. Participan activamente en las comunidades de Baritalia, Bolivia, Pórtico, entre otras hasta llegar a Bramon y Delicias, a un paso de la frontera con el departamento colombiano de Norte de Santander.

“El gobierno los ampara y se hacen a los beneficios de las misiones agrarias y consiguen agroquímicos, abonos, fertilizantes a precios económicos. Los insumos y agroquímicos son luego utilizados en pequeñas cantidades en los cultivos de la zona porque en cantidades los pasan por la frontera y son revendidos en Colombia, igual que la gasolina”, precisó.

De acuerdo a lo narrado por Horacio, los grupos armados habitan en fincas de personas que han tenido que irse porque “no aguantan la extorsión y les toca dejarlas abandonadas”.

En el ambiente es palpable el temor y a pesar que todos saben lo que sucede, son pocos los que se atreven a hablar.

“Nos sentimos desprotegidos, desfavorecidos porque no tenemos la presencia de los cuerpos de seguridad venezolanos aquí. Las personas extorsionadas han cerrado sus negocios. O les ha tocado vender el taxi o la moto porque no les alcanza lo que ganan para cubrir la cuota que les piden. Ellos les cobran en pesos a la gente”, afirmó Horacio.

En los municipios de frontera se extorsiona constantemente a las personas que desempeñen una pequeña o grande actividad comercial. Nadie denuncia porque tienen miedo a que lo secuestren, asesinen o desaparezcan, como ya ha sucedido, explicó el habitante fronterizo.

Las cuotas o vacunas son cobradas por gente que se encuentra dentro de la sociedad y trabaja solapadamente con ellos (con los irregulares). “Son personas que han conquistadas ideológicamente”.

Los campesinos creen que el proceso de paz que se desarrolla en Colombia, ha contribuido a que grupos armados se desplacen en masas a la frontera del Táchira, ya que a su juicio “en Venezuela hay un gobierno que los acepta y apoya”.

Aseguran que tanto la guerrilla como los grupos paramilitares se desplazan en la frontera, “solo que el gobierno habla es de paramilitares y niega la presencia guerrillera en el Táchira”.

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