Ahora es la MUD la que apuesta por Unasur para presionar a Maduro
Dirigentes de la Unidad plantean solicitar la reactivación de la comisión integrada por Brasil, Colombia y Ecuador, en su esfuerzo por buscar una salida electoral a la crisis
Venezuela
Antes, el juego estaba 2 a 1 a favor del chavismo. Pero ahora puede ponerse 3 a 0 sonriendo a la oposición. Tomando en cuenta el viraje político que ha experimentado la región en los últimos meses, un sector de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) apuesta por solicitar formalmente la reactivación de la comisión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que trató de impulsar el proceso de diálogo nacional en abril de 2014.
Hace tres años, en Santiago de Chile, los cancilleres de la zona acordaron “designar, a solicitud del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, una comisión integrada por Ministros de Relaciones Exteriores de Unasur, para que en su nombre acompañe y asesore, en un diálogo político, amplio y constructivo, orientado a recuperar la convivencia pacífica en Venezuela, considerando la Conferencia Nacional de Paz instalada”.
La delegación que intervino en aquellos contactos, que se desarrollaron mientras en las calles miles de personas demandaban la salida del presidente Nicolás Maduro, estuvo conformada por los representantes de Brasil, Ecuador y Colombia. De ese trío, solo uno –Bogotá- no mantenía un estrecho vínculo ideológico con Caracas. De hecho, en mayo de 2013, el presidente Juan Manuel Santos recibió en su despacho al gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, lo que desató la ira del chavismo.
Las cosas han cambiado. Santos se mantiene en el palacio de Nariño, pero Dilma Rousseff cayó en Brasilia y existe la posibilidad de que la presidencia ecuatoriana quede en manos del opositor Guillermo Lasso, quien ha recalcado que no quiere que su país “llegue al escenario de Venezuela”.
Frente a este nuevo panorama regional, dirigentes de la MUD consideran pertinente exigir que esa comité encabezado por Colombia, Brasil y Ecuador asuma directamente la mediación en el diálogo, minimizando el rol que actualmente desempeñan los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Martín Torrijos (Panamá) y Leonel Fernández (República Dominicana). Ninguno de esos antiguos mandatarios, por cierto, proviene de algún miembro de Unasur.
La canciller colombiana, María Ángela Holguín, dijo al diario ABC de Madrid el 2 de marzo que Santos había requerido a Torrijos y Zapatero información “para poder saber de primera mano cómo ven el diálogo” en Venezuela. “Seguimos pensando que ese diálogo es lo más conveniente para Venezuela y para todos nosotros, porque cualquier cosa que pase en Venezuela, repercute en Colombia. Por eso hemos insistido en apoyar al expresidente Zapatero en su esfuerzo por sentar a los venezolanos en la mesa”, declaró Holguín.
Por su parte, el titular de Relaciones Exteriores de Brasil, Aloysio Nunes Ferreira, denunció que en Caracas se “desbordó la normalidad democrática” y también se refirió a las conversaciones sostenidas por Gobierno y MUD. “Esperamos que el diálogo estimulado por el papa Francisco pueda dar buenos resultados, pero no ha sido así”, cuestionó.
En palabras del canciller de Paraguay, Eladio Loizaga, en la actualidad Unasur está “acéfala”. El organismo aún no ha designado al sucesor de Ernesto Samper en la secretaría general. En la oposición saben que Maduro intentará boicotear cualquier medida que adopte el grupo –incluido el nombramiento del reemplazante de Samper – pero sostienen que la comisión de 2014 sigue vigente y puede aumentar su protagonismo para buscar una salida electoral a la crisis venezolana.
