Venezuela

Es oficial: se derrumban indicadores sociales en Venezuela

Venezuela sufre un franco retroceso en todos los indicadores sociales y calidad de vida medidos en el Informe de Desarrollo Humano 2016, publicado este martes por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con las últimas cifras oficiales disponibles antes de que colapsara la economía.

Publicidad
FOTO: CRISTIAN HERNÁNDEZ

Los índices de esta encuesta mundial, que se basa en reportes oficiales de los países miembros del sistema de las Naciones Unidas, ilustran el deterioro que viven los venezolanos día a día, recogidos en forma de estadísticas internacionales.

Venezuela perdió posiciones en el ranking global del Indice de Desarrollo Humano (IDH) y muestra cifras peores que muchos otros países comparables en salud, educación y condiciones de vida, según se desprende de un análisis del reporte.

Los datos de desnutrición infantil, niños sin cobertura de vacunas, asesinatos, mortalidad materna y seguridad son de antes que surgiera en las calles de Venezuela el fenómeno del hambre, con familias enteras comiendo en la basura. Son anteriores a la escasez crónica de medicinas que ha llevado a la muerte a centenares de pacientes no tanto por una enfermedad sino por la falta de medicinas; anteriores al quiebre masivo de empresas y al derrumbe de las importaciones y del ingreso petrolero por habitante.

Estas estadísticas sociales en retroceso también son anteriores al surgimiento de la hiperinflación que desde 2016 ha pulverizado el valor del salario y del ingreso general de las familias venezolanas.

Para 2015 el informe reporta un aumento superior a seis veces en los precios, respecto a la base de 2010.

Las dramáticas caídas recogen datos de 2014 y 2015, reportados por organismos del gobierno antes que se agudizara lo que los expertos califican como la peor situación económica y social de la Venezuela contemporánea.

Según la PNUD, este índice compuesto mide los avances promedio en tres dimensiones básicas del desarrollo humano: una vida larga y saludable, conocimiento y un decente estándar de vida.

Entre los años de 2010 al 2015 el indicador había crecido a una tasa promedio anual de 0,29%, casi la mitad del 0,58% que creció entre 1990 y 2000.

Entre 2000 y 2010 había avanzado 1,18% anual en promedio.

En los últimos años de esa década, Venezuela comenzó a vivir un nuevo auge de altos precios del petróleo que volvieron a alimentar la noción de que este era un país rico. Acciones populistas y reparto de una piñata que en realidad no existía dieron al traste con la posibilidad de ahorrar fondos para la previsible época de las vacas flacas.

Aunque Venezuela está en el grupo de países con desarrollo humano alto, sólo supera en la región a México, Brasil, Perú, Ecuador y Colombia en su posición en el ranking promedio. Ocupa el lugar 71, empatada con Turquía entre las 188 naciones estudiadas y con dos posiciones menos que en el resultado del año pasado, que a su vez traía los datos de 2014.

Venezuela sale un poco mejor en la foto del índice compuesto gracias principalmente a su ingreso per cápita traído por el petróleo -que se mantuvo fuerte en 2014 y 2015- . Pero en los indicadores disgregados está peor.

Entre 2010 y 2015 perdió cuatro posiciones en el ranking global.

Algunos indicadores son particularmente dramáticos: en homicidios por cada 100.000 habitantes, con 62 casos, ocupa otra vez el tercer lugar en todo el mundo apenas superada por Honduras, con 74 y El Salvador, con 64,2.

Con tan solo 22% de respuestas positivas, Venezuela es también en todo el mundo el país donde la gente se siente menos segura individualmente.

El Salvador, con todo y su cadena de muertes, el 36% dijo sentirse seguro.

En Honduras, que encabeza el podio mundial de asesinatos, el 44% se siente seguro, según este dato obtenido de una encuesta global de la firma Gallup, incorporada al informe.

En Venezuela también sólo el 22% dice que confía en el sistema judicial y el 20% en el gobierno nacional. Ambas cifras están entre la lista de las cinco más bajas entre todos los 188 países.

La expectativa de vida al nacer en Venezuela, con 78,6 años para las mujeres y 70,4 para los hombres, está peor que México, una nación populosa y con complejos problemas sociales históricos, que tiene 79,4 y 74,6 años, respectivamente.

Brasil, con un territorio de desarrollo dispar de 8,5 millones de kilómetros cuadrados y más de 200 millones de habitantes, tiene 78,5 y 71 años, respectivamente.

La tasa de mortalidad maternal relacionada a problemas del embarazo por cada 100 mil nacidos vivos de Venezuela es de 95 mujeres fallecidas, lo que duplica a la de El Salvador e Iraq y está por encima de Guatemala (88).

La tasa de nacimientos de niños de madres adolescentes (entre 15 y 19 años de edad) en Venezuela es de las más altas entre los países de ingreso alto y se equipara a las de países de ingreso medio.

Son 79,4 por cada 1.000 nacimientos, tasa solo superada en América por República Dominicana (97,9); Nicaragua, con 88,8 y Guyana (88).

Venezuela no es un buen país para criar. El porcentaje de bebés de un año sin inmunización es de 12% y el de malnutrición de moderada a severa es 13,4%, cifras muy por encima de las de México y Colombia, por ejemplo.

Entre los primeros 108 países del informe, Venezuela es la que tiene más muertes debido a la malaria por cada 100.000 personas, con 2,2 casos, cifra comparable a la de Sur Africa.

Con una inversión en salud de apenas el 1,5% del PIB (suma total de riqueza genera por una economía en un año) este bastión del supuesto socialismo es uno de los países del mundo con más bajo gasto en este este renglón.

Le siguen en tan lamentable indicador entre los primeros 147 países del ranking mundial Azerbaiyán (1,2%), Indonesia (1,1%) Timor del Este (1,3%), Laos, Bangladesh (0,9% y 0,8%, respectivamente, y Camboya (1,3%) y Myanmar (1.%) y Pakistán (0,9%).

La lista de 188 países está encabezada por Noruega, donde se vive mejor en todo el mundo, seguida por Australia, Suiza, Alemania, Dinamarca, Singapur, Países Bajos, Irlanda, Islandia y Canadá, empatada con EE.UU, en los 10 primeros puestos de la clasificación, informó esta entidad de la ONU.

Entre los países latinoamericanos Chile tiene la mejor posición, con el número 38, seguido de Argentina, en el puesto 45. Ambos forman parte de los Estados con un desarrollo alto.

Venezuela ocupa este año el lugar 71, empatada con Turquía y un punto por encima de Sri Lanka.

Pese a la copiosa propaganda difundida nacionalmente e internacionalmente por el chavismo, que usa su hegemonía comunicacional para reafirmar supuestos logros sociales, la verdad es que el retroceso es evidente en todos los indicadores cuantificados por este documento de referencia mundial.

Entre 2010 y 2015 Venezuela registra un retroceso de cuatro puntos en el ranking.

En el mismo período Chile y Uruguay, por ejemplo, avanzaron dos lugares y Cuba perdió -12.

En el año 2013 Venezuela tenía un Indice de Desarrollo Humano de 0,771 puntos y en 2012 era de 0,770, el más alto de la historia, alcanzado en medio de un auge del gasto público impulsado por los precios del petróleo, también los más altos de la historia en términos nominales.

Según explica el PNDU, el IDH “se creó para hacer hincapié en que la ampliación de las oportunidades de las personas debería ser el criterio más importante para evaluar los resultados en materia de desarrollo. El crecimiento económico es un medio que contribuye a ese proceso, pero no es un objetivo en sí mismo”.

“El IDH mide el progreso conseguido por un país en tres dimensiones básicas del desarrollo humano: disfrutar de una vida larga y saludable, acceso a educación y nivel de vida digno”.

Toma en cuenta estos indicadores: Salud: medida según la esperanza de vida al nacer; Educación: medida por la escolaridad promedio y la escolaridad esperada; Nivel de vida: Ingreso Nacional Bruto per cápita.

“El IDH se calcula, en la medida de lo posible, sobre la base de datos de las principales entidades nacionales y organismos internacionales de estadísticas y de otras fuentes confiables disponibles cuando se redacta el Informe”.

Publicidad
Publicidad