Andrés Guinand saltó al Guaire para huir de las bombas lacrimógenas que lanzaban los cuerpos de seguridad contra la marcha opositora en la autopista en Caracas. Cuando salía del río, una bomba le pegó en la frente y lo tumbó. Está en terapia intensiva, consciente, en observación por posibles secuelas tras haber entrado en contacto con aguas cloacales.
El río más sucio de Caracas se convirtió en salvación y riesgo, a partes iguales, para manifestantes que fueron reprimidos por cuerpos de seguridad durante la marcha opositora del 19 de abril.
Andrés Guinand y su novia, Andrea Brandt, participaron en la protesta junto a su familia. Aunque su asistencia a este tipo de convocatorias no es regular, esta vez quisoestar presente. Cuando estaban en la autopista Francisco Fajardo, a la altura de El Recreo, la Policía Nacional y la Guardia Nacional habían lanzado tantas bombas lacrimógenas que tuvieron que lanzarse al río Guaire, por donde corren las cloacas de la ciudad, para esquivar a los funcionarios. Cientos de manifestantes tomaron la misma decisión.
El río no había crecido mucho y era viable cruzarlo hacia Colinas de Bello Monte.
“Cuando estaba terminando de pasar e iba a subir por el terraplén, una bomba que tiraron desde arriba le pegó en la cabeza, rebotó y le quemó a su novia en la parte de atrás del hombre”, cuenta a El Estímulo el padre del muchacho de 28 años, Alfredo Guinand.
Tras el impacto, Andrés se desvaneció. Perdió la fuerza en las piernas y cayó tendido. “Aparecieron unos paramédicos que estaban cerca y ayudaron a subirlo. Lo metieron en una camilla y lo montaron en una ambulancia de los bomberos. Por alguna razón, en el camino hacia la clínica tuvieron que cambiarlo a una ambulancia de la Alcaldía de Caracas”.
El muchacho, arquitecto egresado de la Universidad Central de Venezuela, fue trasladado al Centro Médico Docente La Trinidad. Iba con su suegro, que es médico.
Al llegar al centro de salud, donde permanece internado, evaluaron la herida producida por el impacto de la bomba lacrimógena. Los doctores pensaron que se trataba de una herida superficial y le tomaron puntos. Andrés estaba consciente.
“Pero tenía pérdida de sensibilidad en las piernas. Lo evaluaron un neurocirujano y un radiólogo y encontraron que el golpe había producido una fractura de cráneo. Lo llevaron al quirófano y le corrigieron una vena que estaba afectada. Afortunadamente no hubo problema con el cerebro”, relata el padre.
Guinand está en terapia intensiva, y seguirá en observación por los próximos 20 días, para evaluar posibles afecciones producidas por haber entrado en contacto con las aguas sucias del Guaire. “Le pusieron vacunas, la antitetánica y está recibiendo antibióticos para prevenir cualquier infección”.
La jornada, denominada por la oposición como la «madre de todas las marchas», terminó con 63 heridos en Caracas atendidos en la sede de Emergencias de Salud Chacao y la Policlínica Las Mercedes.
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