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Cada 29 horas una persona mayor murió en Venezuela de forma violenta en 2022

En Día del Adulto Mayor la ONG Convite denuncia las condiciones de violencia a los que son sometidas estas personas en Venezuela,

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Adultos mayores y la violencia

Informe de la ONG Convite en el Día Nacional del Adulto Mayor revela que en 2022 en total 300 personas mayores, o de la llamada tercera edad, murieron de forma violenta, incluyendo 124 de ellas asesinadas, víctimas de delitos como robos, venganza o sicariatos (muerte por encargo).

Informe de Convite revela que hubo 136 muertes violentas de personas mayores en el primer semestre y 164 en el segundo

El año pasado murieron de forma violenta 300 personas mayores en Venezuela, según estudio realizado por Convite AC. La investigación detalla que 124 de las víctimas fueron asesinadas durante la comisión de diversos hechos delictivos, entre ellos robos, robos, venganza o sicariato.

Durante la presentación del Informe de Victimización de las Personas Mayores correspondiente a 2022, Francelia Ruiz, directora de Proyectos de Convite, exhortó a garantizar políticas para salvaguardar a este sector importante de la población, dado que “en la mayoría de los casos, los perpetradores eran familiares o conocidos de las victimas. El móvil con más alto índice es el de querer quedarse con alguna propiedad o dinero perteneciente al adulto mayor”.

Ruiz destacó que  41 de los casos ocurrieron en un contexto de descuido, negligencia, abandono o por la situación de soledad que enfrentan los adultos mayores de cara al fenómeno migratorio.

Recordó que Venezuela tiene una tasa de migración sin precedentes en la región y está caracterizada, fundamentalmente, por el éxodo de personas en edad productiva, entre 18 y 45 años, lo cual deja a los adultos mayores sin compañía.

El Informe de Victimización de los Adultos Mayores también refleja que hubo 12 muertes por acciones atribuibles directamente a la inacción u omisión del Estado. 

Informe Convite SC

“Esto porque personas mayores, que pudieron ser atendidas en centros asistenciales, no recibieron la asistencia requerida. Por ende, el Estado es responsable porque debe ser garante del derecho a la salud… O también cuando ocurre la muerte de una persona mayor porque se incendia su casa como consecuencia de un cortocircuito derivado de las constantes fallas eléctricas; esto no pasaría si las personas tienen garantizados sus servicios básicos fundamentales”, explica la directora de Proyectos.

Una situación alarmante

En el preámbulo del informe se explica que estas defunciones expresan diferentes formas de violación al derecho a la vida, a la provisión de medios necesarios para evitar muertes no naturales o tempranas, de ausencia de acciones y de políticas públicas dirigidas a la protección de la vida de las personas mayores ante las amenazas de una muerte temprana, negándoles las posibilidades de medios y recursos de asistencia médica, social y económica oportuna.

Por su parte, Luis Francisco Cabezas, director general de Convite, manifiesta su preocupación por el aumento de la tasa de suicidios de adultos mayores, por lo cual hace un alerta al respecto y reitera la importancia de hablar sobre la salud mental, un tema que en Venezuela continúa siendo tabú.

 “Muchas personas adultas mayores viven en soledad y eso es un detonante que afecta la salud mental y, en ocasiones, lleva a tomar esta decisión”.

«Las muertes violentas de personas mayores están vinculadas a la responsabilidad del Estado porque su obligación, establecida en los diferentes acuerdos y convenciones internacionales, es proteger, cuidar y mantener las condiciones materiales de vida que eviten la exposición anticipada al riesgo de morir de las personas mayores», señala el documento, difundido por Convite durante un encuentro con la prensa.

«Sus responsabilidades abarcan, desde la garantía del derecho a la vida y a la integridad, hasta el ejercicio pleno de todos los demás derechos humanos. En este sentido, salvo algunas defunciones por causas accidentales y otras causas externas, el resto de las muertes violentas de personas mayores tienen, directa o indirectamente, relación con las acciones u omisiones del Estado. Consentimientos, directos o incitados, persistentes o eventuales, ejecutados o inducidos por parte de gobiernos o autoridades oficiales, así como el no cumplimiento de sus obligaciones para prevenir muertes violentas y cuya consecuencia, mediata o inmediata, es el fallecimiento no natural o temprano de personas mayores, ponen de manifiesto la falta de cumplimiento de estas obligaciones y la falta de protección y garantías para el ejercicio de los derechos humanos, especialmente el derecho a la vida», agrega el texto.

Causas mayores

Las causas más frecuentes del total de las muertes violentas por causas específicas identificadas durante este período fueron las siguientes:

  • Accidentes (vehiculares, domésticos, laborales y otros): 28% de las muertes violentas se debieron a esta causa. Es significativo subrayar que 12 personas mayores murieron en accidentes vehiculares, 16 en accidentes domésticos, de entre estos hubo 4 personas que murieron calcinadas. 8 por inmersión, 3 por infartos sucedidos en medio de robos que ocasionaron la muerte temprana de estos adultos mayores y en colas para surtir gasolina y 2 por accidentes laborales.
  • Arma blanca: 19 personas mayores murieron por causa de algún tipo de herida contusa realizada con objetos punzo penetrantes. Siete (7) de estas fuertes fueron perpetradas en mujeres mayores.
  • Golpizas: 14 personas mayores fueron golpeadas hasta la muerte como forma de someterlas, la mayoría de las veces, en medio de un robo o una riña. 5 de estas muertes fueron perpetradas en mujeres mayores.
  • Arrollamientos: 23 personas mayores murieron a consecuencia de fracturas y diversas y lesiones. Ello representa el 14% del total de las muertes violentas. Fueron 8 mujeres y 15 hombres mayores que perdieron la vida por esta causa.
  • Suicidios: 18 personas mayores provocaron su propia muerte en forma intencional. De entre estas, 16 de estas muertes correspondió a hombres mayores.
  • Falta de atención: 4 personas mayores murieron por causas atribuibles a la responsabilidad directa del Estado, al no brindarles asistencia en salud oportuna o por falta de mantenimiento de equipos de servicio público. Dos personas mayores privadas de libertad murieron por falta de atención médica las otras dos personas fallecieron a causa de la falta de mantenimiento y negligencia por parte del Estado del servicio público de la electricidad, una de estas personas murió calcinada al caerle una guaya del tendido eléctrico sobre la vivienda en donde habitaba y la otra, a causa de
    la caída de un poste de luz.
  • Hubo 73 muertes registradas oficialmente de personas mayores que murieron a causa del COVID-19 o a causas asociadas a este.
  • Arma de fuego: 9 personas mayores fallecieron a causa de haber recibido disparos. Cinco (5) de estas muertes fueron de mujeres mayores.
  • Asfixia mecánica: 8 personas mayores murieron por estrangulamiento o por sofocación perpetrado por terceros en medio de situaciones de robo o venganza.
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