Los 7 momentos inolvidables del documental de Maduro

Para los interesados en estructura cinematográfica, el documental fue cronológicamente lineal y este fue más o menos el orden en que se presentaron los acontecimientos:

8:01 pm: inicio y créditos

8:03 pm: breve introducción sobre parroquia El Valle

8:05 pm: infancia y juventud de Maduro

8:14 pm: experiencia laboral en el Metrobús

8:16 pm: sucesos del 4-F

8:20 pm: muerte de Chávez

8:26 pm: guarimbas de 2014

8:28 pm: espacio para cuñas

8:30 pm: misiones

8:41 pm: elecciones del 6-D

8:44 pm: guerra económica

8:59 pm: fin

Aparecen hablando en orden de apariciones: Ignacio Ramonet (español y actual presidente de Media Watch Global, aproximadamente 18 intervenciones), Patricia Villegas (colombiana y presidenta de Telesur, 18 intervenciones), el intelectual Luis Britto García (10 intervenciones), el diputado Earle Herrera (10 intervenciones), el encuestólogo Oscar Schemel (6 intervenciones), la periodista Desirée Santos Amaral (Correo del Orinoco, 5 intervenciones), el escritor Raúl Cazal (Agencia Boliviariana de Noticias, 5 intervenciones) y el ex ministro Pedro Calzadilla (5 intervenciones), además de la experta en guerra económica Pasqualina Curcio, que explica porqué nunca ha desaparecido el plátano y la naranja, y el actor Pedro Lander, entre otros.

Como única y contudente prueba de independencia, aparece el periodista Vladimir Villegas, que sólo interviene en cinco ocasiones, todas antes del minuto 14 del documental, la última de ellas cuando hace constar que Maduro estuvo detenido en una celda llamada “El Tigrito”, durante su etapa de sindicalista en el Metro de Caracas.

Frases de cierre:

“Un hombre de principios, constante, profundo, responsable y amigo” (hombre de pueblo no identificado).

“Él le tiende la mano a todo el mundo” (Argenis, apodado el Comején).

Siete momentos inolvidables del documental Maduro: Lealtad Indestructible:

1. La maestra de primaria de Maduro. Una anciana que no aparece identificada con su nombre a través de un letrero, pero que deja bien claro acerca de ella, no de su alumno de primer grado en 1967: “Me gusta la perfección”. Es la encargada de demostrar que Maduro nació en Caracas, a través de un cuaderno de cuidadosa caligrafía en el que están registrados todos sus discípulos y el lugar de nacimiento de cada uno. “Aquí está escrito: Nicolás Maduro, 4 años, nacido en Caracas. ¿Usted cree a los 4 años de edad alguien va a cambiar su nacionalidad pensando que algún día será presidente de Venezuela?”, se pregunta la educadora.

2. El frustrante capítulo beisbolero. Que Hugo Chávez intentó hacer carrera como lanzador ya es una noción relativamente sedimentada en el acervo popular, pero mucho menos conocida es la fugaz pero fulgurante incursión beisbolística de Nicolás Maduro. Gracias al documental nos enteramos de que el escritor Raúl Cazal es un especialista en la fuente deportiva: “Estuvo a punto de ser contratado por las grandes empresas de beisbol (sic). Pero él se decidió por la política”, dice Cazal de Maduro, al que califica incluso como “prospecto”. Desafortunadamente, el segmento de béisbol apenas dura 40 segundos. Se entiende que el documental apenas dura una hora y hay que dedicar el grueso del material a la vigente guerra de cuarta generación, más que a interesantes detalles biográficos o a los muy cerrados resultados de la elección presidencial de abril de 2013, que por cierto jamás se difunden en Maduro: Lealtad Indestructible .

3. La conspiración de Carlos Baute. En el minuto 35 del documental, el intérprete de “Colgando en tus manos” es mostrado como parte de una conspiración internacional de celebridades que expresan su solidaridad con los opositores de Venezuela en ceremonias de premios faranduleros. Durante el flash de Baute con la cara pintada de tricolor y un gesto muy insurreccional, el sonido del video es intervenido para que simule la detonación de una verdadera arma de fuego.

4. La tipografía de la banda de rock Enigma. Uno de los momentos de valor más incalculable del documental ocurre cuando se hace mención a su legendaria participación en una banda de rock llamada Enigma, liderada por Carlos Carrillo. En ese momento intervienen y hasta tocan en vivo varios de los verdaderos músicos que conocieron al presidente en su juventud, quienes dejan sumamente claro el grado en que se involucró con la banda a pesar de que el rock entonces no era demasiado bien visto por los movimientos de izquierda: “Estuvo un tiempo anunciando al grupo Enigma en la tarima. También ensayaba con nosotros. Era prácticamente como un mánager para el grupo. Nos prestaba un apoyo permanente”. Jamás se sabe si alguna vez agarró una guitarra o siquiera unas baquetas. Todo un enigma, ciertamente. Eso sí, la presidenta de Telesur deja bien claro después sobre la distorsionada majestad presidencial: “Huele a barrio, sabe de salsa y de bolero”.

5. Los pequeños secretos familiares. “Nuestra prueba de masculinidad era cruzar la autopista”, revela como dato crucial un amigo de la adolescencia del presidente (ya en esos tiempos en la parroquia San Pedro debe haberse concebido la Operación Huevo). “En el liceo le apodaban el Pájaro”. “Era el consentido de la casa”. “El apartamento donde vivía no tenía más de 50 metros cuadrados”. “Su papá nos llevaba los sábados al beisbol”. “Su mamá tenía un carácter muy fuerte”. “Su familia era muy unida”. “Su casa era muy abierta”, son otras de las escasas pero sugestivas confidencias sobre el hombre al que deberíamos dejar gobernar y ya.

6. El silencio sobre el Metro de Caracas. Repetimos, en un documental de una hora elaborado simultáneamente con batallas decisivas para el país no hay demasiado tiempo para entrar en detalles. Por eso se explica que, de pelotero frustrado, en el documental Maduro pase abruptamente a chófer y sindicalista de Metrobús, sin que en ningún momento se explique qué es esa cosa llamada Metrobús y que antes hubo una iniciativa de la Cuarta República llamada Metro de Caracas, que parece que en los sombríos años ochenta cerraba todas sus estaciones cada vez que se sospechaba de una presunta intentona golpista. “Teníamos unos salarios paupérrimos”, es el único dato que revela de aquellos tiempos uno de los compañeros de Maduro en el sindicato. “El pueblo se sentía desamparado”. “Hasta recogiendo firmas nos reprimían”, son otros recuerdos que se mencionan sobre las desvergüenzas del puntofijismo.

7. Las aspiraciones cinematográficas de Leopoldo López. En un documental cinematográfico que se estrenó en vivo en TV mientras su propio objeto de estudio acudía a su proyección en pantalla grande en la sede de la Cinemateca Nacional, la atractiva directora de Telesur, la colombiana Patricia Villegas, soltó la tesis de que la entrega de Leopoldo López en febrero de 2014 en realidad fue planificada como un guión por genios de la manipulación de la imagen de la categoría de Steven Spielberg: “Allí hay una historia, allí hay una película, Hollywood estaría feliz”, soltó su arriesgada tesis la comunicadora. La oposición es puro show.

Aquí pueden ver el documental completo