Venezuela

El video de Yibram, o los genios del mal atacan de nuevo

Yo no sé si detrás de las palabras del joven Yibram Saab haya un plan maquiavélico, como ya algunos aseguran. En verdad no veo cómo puedan beneficiar al gobierno unas declaraciones de tal calibre.

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Captura Youtube

Una cosa es poner a un Guardia Nacional a hacerle cariños a una religiosa y otra distinta es que el hijo del Defensor del Pueblo saque un comunicado de esta índole.

Lo primero no es más que una pantomima publicitaria muy parecida a la famosa cuña de Pepsi con Kendall Jenner (donde la monjita sería la Jenner), que intenta crear una imagen positiva del gobierno, mostrándolo como humanitario, moral, bueno; lo segundo resulta, en cambio, un golpe negativo para los oligarcas «revolucionarios».

La declaración de Yibram Saab es clara. Así, en resumidas cuentas: «Soy hijo de alguien importante del gobierno, este gobierno irrespeta las leyes y está matando gente, yo también puede haber muerto porque estoy en contra; papá, haz algo».

¿Que el gobierno prepare una tramoya que lo haga quedar muy mal es parte de un plan maléfico? ¿De verdad cree alguien que la comunidad internacional, por ejemplo, verá esto con buenos ojos? Supongo yo que alguno entenderá que la opinión pública internacional dirá lo siguiente: «Oh miren, es tan democrático el gobierno venezolano que el mismísimo hijo del Defensor del Pueblo sale a decir que el gobierno es asesino. ¡Definitivamente, ese gobierno es represor y asesino, pero muy democrático; así que démosle un voto de confianza!» ¿De verdad alguien cree que se dirá eso y que el gobierno saldrá bien parado gracias a una estrategia genial proyectada en ese video?

Quiero que quede claro: no estoy diciendo que la declaración del chico sea espontánea e individual y que no corresponde a un plan. Tampoco sé si ese plan es del gobierno o si a Yibram lo secuestró la oposición, le lavó el cerebro y lo convirtió en un autómata traidor… Ni siquiera sé si es realmente un plan. Yo me remito a los resultados de lo que veo en mi corto entendimiento: el hijo de un hombre de importancia de la oligarquía reinante está llamando a su padre a alzarse en contra de sus compinches, a que haga cumplir la ley y a que detenga la violencia y las muertes que están perpetrando los organismos de seguridad del Estado.

Otros, para apoyar su argumento conspirativo, dicen que el chico es un privilegiado hijo de chavista, que tiene una vida sin problemas, que no sufre, que no pasa hambre y que por eso no se creen en el video. ¿Que el chico tenga una vida acomodada (cosa que no sé, pero supongo que no vive mal) invalida acaso la verdad y la contundencia de lo que ha dicho? Este gobierno, durante muchos años, ha usado falacias tras falacias, entre ellas, la ad hominem y la tu quoque. Quizás, de tanto escucharlas en boca del otro, ya algunos las utilizan también, así, como convirtiéndose en lo mismo. Queridos detractores, Yibram Saab, dijo lo que Dudamel no fue capaz de decir, y eso para mí es bastante, viniendo de un acomodado hijo de la «revolución».

Atención: no estoy haciendo del chico un héroe, tampoco se entienda eso porque no es mi intención y si lo pretendiera o lo dijera estaría haciendo mucho daño. Lo que sí estoy diciendo es que no creo que el video sea un montaje, porque los argumentos que se han esgrimido a favor de tal tesis no son suficientes para que yo así lo crea.

No obstante, hay algo en la declaración de Yibram que se me antoja muy triste. Yibram Saab le dice a su padre que él (el padre) tiene el poder de detener la injusticia que vive el país. Al escuchar eso no supe si reír o llorar. No, Yibram, si tú papá decidiera hacer algo heroico (porque sería heroico), lamentablemente creo que no tendría el poder de detener la injusticia. Haría mucho, claro que lo haría, y todos le estaríamos muy agradecidos, pero a este montón de sátrapas no los saca un solo un hombre ni una sola acción.

Por otro lado, resulta patética la respuesta de Nicolás Maduro Guerra, el hijo del presidente. Sólo me limito a una parte de su mensaje. Nicolás Maduro Guerra le dice a Yibram Saab que hubiera podido levantar el teléfono y hablar con su padre ¡Caramba, usar el teléfono para expresar la preocupación por la debacle en la que está sumida el país! ¡Caramba, intentar resolver un drama al mismo tiempo íntimo y nacional por teléfono! ¡Qué cosa tan fácil! Hubiera podido decirle también que le escribiera un mensaje por el celular, y eso sería más fácil aún.

Yibram Saab hizo una declaración pública que busca un llamado de conciencia nacional; no se trata de un asunto privado, así como de secta secreta y poderosa, o de mafiosos hablando entre ellos y resolviendo asuntos mafiosos en oscura componenda; se trata de un acto político, cargado de conciencia, de responsabilidad pública y por qué no, incluso de culpa. Ah, pero es más fácil, según Nicolás Maduro Guerra, llamar a papi por el celular desde la piscina. Debe ser que Nicolás Maduro Guerra hace así las cosas.

Vuelvo así al inicio. Quizás alguien muy audaz termine descubriendo que sí, que el video fue preparado por el gobierno o por el mismo Defensor del Pueblo con el fin de poner sus barbas en remojo, y quede yo como un verdadero fantoche iluso. No obstante, asumiendo que el video fue realmente preparado por el gobierno, me pregunto de nuevo, ¿cuáles son los beneficios políticos del video para el conjunto de genios del mal que están en el poder? Yo, sinceramente, no los veo.

¿Saben qué cosa sí beneficia a los del gobierno y nos hace daño a nosotros que los adversamos? Pensar que ellos, en todo instante y en todo lugar, son unos genios en estrategias políticas oscurísimas, porque así todo error de ellos lo terminamos convirtiendo en una obra maestra del mal. Y quien no ve las fisuras, los puntos débiles, los errores, nunca podrá ganar ninguna batalla, ninguna guerra.

Es así como transformamos en fortalezas las debilidades de aquellos. Pero ya ustedes ven: a los genios del mal los descubren otros genios, y pareciera que el asunto de algunos no es pensar seriamente lo que ocurre en el país, sino presentarse ante los demás como unos verdaderos genios opositores. Sobre todo en las redes sociales.

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