Venezuela

Tardes felices en Venevisión

Durante largos años el canal Venevisión empaquetó su programación infantil, principalmente de enlatados, con el nombre de Tardes Felices. Era la programación infantil en horario vespertino.Hoy la programación vespertina de este canal, en una Venezuela cruzada por protestas y conflictividad, sigue siendo de tardes felices, inhibiéndose de mostrar lo que ocurre en las calles, pese a tener una amplia red de reporteros que están en los lugares en los que se están generando noticias hoy.

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FOTOGRAFIA: ARCHIVO | EL ESTÍMULO

Este 26 de abril, según he constatado con varios defensores de derechos humanos, se vivió lo que puede considerarse una de las jornadas más represivas en Caracas, en las ya varias semanas de protestas convocadas por la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática. La capital venezolana estuvo sin el servicio de transporte subterráneo del metro en ninguna de sus estaciones y durante un período importante no hubo tráfico automotor que pudiera desplazarse en ninguna dirección por la autopista Francisco Fajardo, la principal arteria vial de Caracas.

Murió este 26 de abril el joven universitario Juan Pablo Pernalete Llovera, quien protestaba pacíficamente. Todo indica que recibió un disparo a quemarropa de una bomba lacrimógena. Nada de esto se transmitió por Venevisión, cuando tenían lugar estos acontecimientos pese a que –como puede verse posteriormente en su noticiero nocturno- contaba con periodistas en los lugares en los estaba generándose la noticia. El principal canal de televisión del país estaba en una de sus tardes felices.

He visto detenidamente el noticiero nocturno de Venevisión de este 26 de abril. Para mi sorpresa, Venevisión le dedicó alrededor del 75 por ciento del tiempo al aire a la crisis política. Sólo que el canal sigue usando el viejo esquema, que le ayudó a revertir su imagen de “golpista”, como llamaba Hugo Chávez a Gustavo Cisneros en 2002-2003, antes de la reunión entre ambos mediada por Jimmy Carter.

Venevisión, en medio de esta aguda crisis en abril de 2017, sencillamente sigue aplicando un engañoso “balance” informativo, entre fuerzas de gobierno y oposición. Hace algunos años, en una visita a Venevisión, me mostraron la pizarra donde de forma detallada se llevaba una contabilidad del tiempo al aire de chavistas y opositores. El canal había encontrado su fórmula de sobrevivencia, incluso trampeando la realidad.

Durante la campaña de 2012, por ejemplo, Venevisión mostraba imágenes de archivo de Chávez, cuando éste enfermo, no tenía actividades proselitistas para equiparar la presencia televisiva del presidente con la del candidato opositor Henrique Capriles. El monitoreo de la cobertura periodística de aquella campaña lo coordinó desde la UCAB mi colega y amiga Caroline de Oteyza, con quien escribimos un trabajo síntesis de lo que observamos entonces.
La Venezuela actual no está polarizada. En realidad hoy una amplia mayoría de venezolanos quiere un cambio y un grupo está enquistado en el poder, cerrando las vías al cambio por mecanismos electorales. El noticiero de Venevisión sigue en el 1×1. En una noticia el vocero es un chavista en la siguiente es opositor. El balance por lo demás es falso, como pude observarlo en la emisión de este 26 de abril, que está a disposición en su totalidad en este link del propio canal:

Ese día se hizo una amplia nota con Nicolás Maduro, de tres minutos, y Henrique Capriles como vocero opositor apareció menos de 20 segundos. De forma inaudita el diputado del PSUV, Diosdado Cabello tuvo dos segmentos en diferentes momentos del noticiero sumando cuatro minutos (un minuto más que Maduro) y el presidente actual de la Asamblea Nacional, Julio Borges sólo un minuto y medio.

Venevisión muestra a ciudadanos de a pie del PSUV, dando sus opiniones, pero no opositores, da cifras de la asistencia a las concentraciones chavistas, pero omite decir cuánta gente convocó la oposición. En síntesis, la mirada global de esta emisión del 26 de abril me permite sostener que Venevisión no ofrece información justa y balanceada, como reza su slogan.

Al inicio de esta bagatela, como suele llamar Ibsen Martínez a sus escritos periodísticos, hicimos mención a que el 26 de abril, en materia de represión, no fue un día cualquiera. Me detuve en la nota informativa que presentó el noticiero Venevisión sobre este hecho. El canal elude la palabra represión, habla de manifestantes dispersados. La nota es una oda al eufemismo, le invito a que lo compruebe usted mismo:

En una reciente entrevista, para una agencia internacional de noticias, se me preguntó si habrá un cambio en la conducta informativa que está siguiendo la televisión venezolana de la crisis que atraviesa el país. No tengo indicios de que algo así vaya a ocurrir, aún en el escenario de que la represión aumente por parte del presidente Nicolás Maduro. El modelo de sobrevivencia de los canales tradicionales del país consiste en seguir a pie juntillas las directrices oficiales. Y éstas son claras: no se muestra el tamaño de las protestas opositoras y tampoco debe mostrarse la cruda represión.

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