De ese grupo destacan Diosdado Cabello y Elías Jaua, quienes una vez electa la Asamblea Constituyente, podrían aumentar su poder y disminuir al resto a funciones de menor rango, al tener ellos los mecanismos de control sobre los delegados y el entorno chavista.
En la forma como está diseñada la convocatoria y las condiciones establecidas buscan garantizar una mayoría para los grupos liderados por estos individuos. Cuando se establece que las Comunas, sindicatos y organizaciones sociales elegirán directamente 250 delegados, de los 540 que conformarían la Asamblea, están otorgando mayor poder a Elías Jaua, quien como ministro de Comunas, organizó y coordinó el movimiento, además de su liderazgo en el Frente Francisco de Miranda.
No importa el nivel de organización o fortaleza de las organizaciones, lo importante es que existen y van a poder cumplir con los requisitos que establezca el CNE y elegir sus propios delegados corporativos.
La existencia de la Constituyente depende en gran medida del visto bueno de los militares y los barrios pobres, allí radica el poder de Diosdado Cabello, el operador político más fuerte dentro y fuera de la Fuerza Armada y la voz de mando, aunque él no sea de su agrado, de quienes lideran las organizaciones en los barrios pobres del país.
MÁS RADICALES
El proceso constituyente era la idea original del chavismo para derogar todo el orden establecido, asumir el poder total e instaurar sus modelos sociales, económicos y políticos. En el acto del 1 de mayo de este año, el presidente Maduro dijo que en 1999 no estaban dadas las condiciones para que el proceso se diera como estaba concebido, pero que éste era el momento para ejecutarlo.
En 1999, Hugo Chávez contaba con las condiciones y liderazgo para establecer el proyecto a mediano y largo plazo y jugar con la etapa de transición, para no caer en enfrentamientos más radicales de los que ya debía ocuparse. Además hubo operadores politícos como José Vicente Rangel y Luis Miquelena que lo convencieron de medidas menos extremas. El grupo que hoy convoca la Constituyente no tiene las condiciones, ni existen los operadores políticos, para jugar a medidas tibias y se impuso la tesis de regresar a la idea original.
En el libro Habla El Comandante de Agustín Blanco Muñoz, se destacan algunas frases de Hugo Chávez sobre la Constituyente:
“La Asamblea Constituyente una vez electa debe asumir todos los poderes.”
(Pag.313)
“La Constituyente debe demoler el poder establecido para hacer realidad la revolución democrática”
(Pag.314)
Elías Jaua, como líder del Frente Francisco de Miranda, es un fiel defensor de las tesis originales del chavismo y ha entendido que el tiempo del presidente Maduro ha llegado a su fin y que pone en alto riesgo la continuidad del proceso, por lo que la Constituyente representa una manera de salir elegantemente del Presidente y asegurar la continuidad bajo una estrategia basada en los preceptos del chavismo original.
Por su parte Diosdado Cabello es del grupo original del movimiento militar, que románticamente creían en una transformación total del Estado a través del proceso liderado por Hugo Chávez y al igual que Jaua, sabe que el proceso está en alto riesgo si Nicolás Maduro continúa al frente del mismo y no están dadas condiciones para otra salida que no sea la Constituyente hecha a la medida del chavismo, pero sobretodo del ala que desplazaría al presidente Maduro.
Con la convocatoria como está diseñada y las condiciones que establecieron indican mayor poder para Diosdado cabello y Elías Jaua, desplazamiento de Nicolás Maduro, Tarek El Aissami y Jorge Rodríguez, pero sobretodo la aniquilación total de la actual oposición.]]>