El primer Encuentro por la paz y el diálogo nacional integrador se reunió en Caracas el 6 de junio, en el marco de un esfuerzo titánico por desprendernos de dogmas programáticos para comprender que sectores en rebeldía ante la MUD/Oposición y el PSUV/Gobierno, deben buscar de manera táctica unos mínimos puntos en común. Este encuentro no sólo ha sido exitoso en su convocatoria, en especial por su diversidad y pluralidad, sino que ya se ha trazado metas que próximamente serán anunciadas por las instancias respectivas. Estos puntos mínimos en común han sido: 1) El rechazo a todo tipo de violencia que derive de la política y lo político, y 2) La defensa de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el derecho a la participación de todos por igual, los mismos gozaron de pleno consenso. Pero creo (una interpretación estrictamente personal) que el mayor consenso giró en torno a cómo hacer algo para detener la violencia de la polarización, que ha afectado a toda la población venezolana. Sabemos y somos conscientes de la asimetría de la violencia, pero también insistimos que no debe haber justificación alguna en ninguno de los niveles de la nueva etapa de la polarización, ya que estamos a tiempo de evitar una confrontación civil estéril que al final quién pagará será el pueblo llano y no quienes conducen el conflicto. Este espacio auto convocado, no pretende erigirse como el tercer polo, pero si pretende ser un actor y a su vez facilitador de un nuevo y distinto proceso de diálogo entre los sectores confrontados, con el fin de lograr una negociación en favor del pueblo venezolano, que de manera transparente logre destrabar la perversa lógica de la polarización. Esta iniciativa va cuesta arriba, no por falta de apoyo, sino por la resistencia que se produce de los factores con mayor poder político y económico del país, pero esto no será impedimento para impulsar lo que hoy el 99% de los venezolanos desea: encuentro, reconocimiento y convivencia de todos los venezolanos, en el marco de las diferencias, la diversidad y la pluralidad cultural, social, económica y política.]]>
