VIDEO | La represión en Caricuao: "Los chamitos incitaron a la guardia"

Una puerta de estacionamiento derrumbada, un kiosco destruido, restos de escombros en el piso y olor a lacrimógena. Las acciones de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) dejaron en la noche «total desastre» el sector de UD7 en Ruiz Pineda, parroquia Caricuao, dijo este jueves un vecino del sector al hacer un balance de la brutalidad militar cometida horas antes en la zona.
Los manifestantes del populoso sector acataron el «trancazo», convocado por la Mesa de la Unidad Democrática durante cuatro horas para este miércoles. La protesta se extendió hasta la madrugada del jueves, con la arremetida de los funcionarios de seguridad del Estado, que constantemente «los corría con bombas lacrimógenas» y algunos se resguardaban en el edificio, relató un vecino a El Estímulo.
«Llegó la GNB en la noche, como a las 11:30, con las dos tanquetas y salvajemente tumbaron la puerta del edificio», expresó un habitante del bloque 15 del sector. «Fue por pura maldad».
La puerta del estacionamiento, que había sido reparada recientemente, fue desprendida de sus bases. «No hace mucho la arreglamos porque tenía dañado el motor y costó un dineral. Ahora imagínate, ¿quién nos paga? Lo tenemos que cubrir nosotros», dijo con pesar.
Jóvenes que protestaban durante la noche en Ruiz Pineda también se protegían de la represión ocultándose detrás de un kiosco que se encuentra a la afueras del bloque 15. La GNB, en su intención de arremeter contra los manifestantes, destrozó el puesto.
La brutalidad militar no distingue tendencia política. El kiosco, que funcionaba como una charcutería, fue destruido por los vehículos de los funcionarios del Estado. «Indudablemente había disturbios y guarimbas y la GNB en su acción de repeler lo hizo de muy mala manera porque arremetió contra las estructuras de la comunidad», afirmó uno de los dueños del pequeño local mientras intentaba arreglar los daños.

El impacto de las tanquetas levantó el piso del kiosco, destrozó el toldo y dañó las neveras. El encargado de atender el negocio indicó que estipula más de 15 millones de bolívares en pérdida, entre la estructura y los equipos del interior.», dijo una de las afectadas por los destrozos de la charcutería.
«Los mismos protestantes incitaron a toda esta situación, fue terrible», dijo Virgina Castillo, hermana de uno de los dueños de la charcutería. Explicó a El Estímulo que cinco familiares dependen de las ganancias del local, que tiene 12 años de antigüedad.
«Nacimos aquí y jamas habíamos tenido un sí o un no con los vecinos. Ahora desde que esta situación política es que llegamos a esto», expresó Castillo. Confesó sentirse indignada por los daños causados en su comercio. «Yo soy vecina de todas estas personas que estaban protestando, deberíamos proteger nuestros bienes. Yo soy ciudadana y soy libre de protestar, pero esto es vandalismo. Irrumpieron contra una serie de familia, no vas a destruir con lo que yo vivo».

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