Venezuela

“No puede hablarse de paz cuando no hay salud, educación y alimentación”

En el Día Internacional de la Paz, el rector de la Universidad Católica Andrés Bello, Francisco José Virtuoso, manifestó la disposición de las casas de educación superior para contribuir a encontrar soluciones a la grave crisis económica, política y social que vive Venezuela.

Publicidad

“Si en algún momento la universidad es clave es en éste. Tenemos un papel importantísimo como espacios de encuentro, de pluralidad y como aglutinadores de iniciativas a favor del bienestar ciudadano y la superación del conflicto. Debemos ser casas que vencen las sombras, ese lema que es de la UCV y que todas las universidades hacemos nuestro”, dijo el rector.
Cada 21 de septiembre, la Organización de Naciones Unidas (ONU) conmemora el Día Internacional de la Paz para llamar la atención de la comunidad mundial sobre la necesidad de fortalecer los valores de entendimiento entre las naciones y entre los habitantes de un mismo país.
Para Virtuoso, la fecha toma a Venezuela en uno de sus peores períodos aunque no exista un escenario de guerra.
“En el Día de la paz, lamentablemente los venezolanos tenemos ante nuestros ojos la terrible violencia que atravesamos. Nuestra sociedad vive uno de los momentos de violencia más agudos de su historia, una oleada de conflicto con múltiples aristas que confluyen en la agresión a las personas en aspectos claves de la vida”.
Recordó cómo la delincuencia sigue siendo uno de los principales factores que atentan contra la paz. “Avanzamos hacia los 19.000 homicidios por cada 100 mil habitantes, una cifra realmente espeluznante que nos coloca entre los países con mayor índice de criminalidad”.
Agregó que la escasez de alimentos y medicinas y el deterioro progresivo de los servicios públicos configuran otra de las caras dramáticas de la violencia. “No puede hablarse de paz social cuando el gobierno no es capaz de garantizar los mínimos de salud, educación y alimentación de sus ciudadanos y pone a la sociedad en una verdadera crisis humanitaria. Eso implica una violencia atroz porque se están violando derechos humanos fundamentales”.
El sacerdote jesuita tampoco dejó de lado las consecuencias de la creciente violencia política. “Venimos de unos meses terribles de agresión estatal contra el derecho a la protesta, a la disidencia, a la libertad de expresión; y además hemos sido testigos de la imposición de un régimen aborrecido por la gran mayoría de la sociedad”.
La autoridad académica llamó a la dirigencia política a emprender cuanto antes acciones concretas para contener esta situación. “Vamos a unas elecciones regionales y estamos ante la exploración de una posible negociación política, por lo que se requiere un liderazgo muy maduro que sepa conducir estos procesos a favor del interés nacional y que pueda hacerlos comprender a la sociedad”.
Así mismo, cree imprescindible la participación activa de la ciudadanía. “La sociedad civil no debe abandonar el país, porque si lo hace se lo está entregando a otros. El momento exige una ciudadanía organizada, movilizada y muy bien plantada que dé todo lo que pueda en defensa de la democracia, en defensa de los derechos humanos y la institucionalidad, elementos esenciales para garantizar la paz nacional”.]]>

Publicidad
Publicidad