En la misiva de seis puntos, la CEV recordó que en su exhorto se dijo que este articulado propicia los rumores y especulaciones para así, poder hacerse con el control de la situación y provocar que haya miedo y la gente se reprima de expresarse libremente.
A juicio del órgano religioso, el Ejecutivo «tergiversó» el mensaje ofrecido por los religiosos queriendo hacer ver que los obispos incurrieron en delitos, cuando no es así, ya que la situación del país quedó reflejada durante la procesión y el sentir del pueblo, durante las homilías, ratificó lo que se dijo.
Manifestó la necesidad de que los gobernantes puedan tratar a todos los ciudadanos por igual y que las leyes sean aplicadas con la misma fuerza para todos, sin distingo de raza o preferencia política. Además, se solidarizaron con los obispos agredidos y ratificaron que la Iglesia los apoyará «ante cualquier acción de peligro».
Del mismo modo, la CEV pidió a la ciudadanía a no caer en un lenguaje de violencia, al tiempo que pidió a las feligresías de donde son estos religiosos «que cuiden a sus pastores, estén atentos a cualquier movimiento en su contra, que pueda atentar contra su dignidad humana».
Este domingo, durante la procesión de la Divina Pastora, el Monseñor Antonio López Castillo, Arzobispo de Barquisimeto y Monseñor Víctor Hugo Basabe, Obispo de San Felipe, dirigieron las homilías de ese día. Entre las cosas que dijeron, aprovecharon para alertar sobre el desabastecimiento de productos en Venezuela y condenaron que los ciudadanos tengan que comer de la basura.
También se refirieron a aquellos que quieren irse del país y dijo que el que debía abandonar Venezuela era el responsable de la corrupción.
“No son ustedes muchachos los que tienen que irse, si alguien tiene que irse de Venezuela es el responsable de este desastre al que nos han conducido, si alguien tiene que irse es quien es responsable de que miles de niños hayan atravesado el límite de la desnutrición severa” puntualizó.
Este lunes, el presidente Nicolás Maduro ordenó a la Fiscalía a revisar los discursos de ambos religiosos para determinar si realmente incurrieron en delitos de odio.