Yorimar Sánchez, de 37 años, fue diagnosticada con Parkinson en 2006, desde hace un año no puede tomar sus medicinas como debe, por lo que vive de la solidaridad de otros que le regalan alguna de las medicinas.
Yorimar es contadora pública pero debió renunciar porque los temblores se incrementaron. Ahora, trabaja desde su casa pero la mayor parte del día debe estar acostada hasta que se le pasan las crisis.
Su exigencia, y súplicas, como la de la mayoría de familiares y enfermos es que los escuchen y ayuden.
«Pónganse la mano en el corazón», le dice al gobierno recordando que, al no tomar medicamentos, les dictan una sentencia de muerte a los enfermos. Uno no se muere por Parkinson pero surgen otras complicaciones si uno no está medicado», explicó este lunes durante una protesta que se realizó la sede del Programa Ampliado de las Naciones Unidas (PNUD) en Caracas.
Según la Asociación Civil Parkinson Caracas, desde agosto de 2017 hasta marzo de 2018 han fallecido nueve pacientes y en lo que va de 2018, cuatro.
Aclara que otras organizaciones manejan otras cifras (17), pero que las están consolidando.
Asimismo, consideran insuficientes las medicinas que estarían llegando en los próximos días.
“Con o sin Carnet de la Patria, no hay medicamentos”
La esposa de Roberto Lares tiene Parkinson desde hace ocho años.
Hasta agosto del año pasado, la empresa Farmatodo mediante un acuerdo con el Siamed, le daba el tratamiento pero a raíz de la crisis, desde el pasado mes no las recibe.
Ella vive de la caridad de personas y otros pacientes que le regalan medicinas. Su condición ha empeorado. «No solo su condición, se deprime», dice Roberto mientras le seca las lágrimas a su esposa, Mariangela, quien pide que el gobierno los ayude.
«Ella se sacó el carnet de la Patria porque le dijeron que la ayudarían. Yo he llamado, me han pedido sus datos y nada. No nos dan respuesta», dice Roberto quien también considera contradictorio que algunos pidan sanciones mientras piden un canal humanitario.
“El canal humanitario es necesario ante la grave situación que viven los enfermos crónicos”, dijo.
Soluciones impostergables exigen enfermos y familiares para quienes es «injusto» e «inhumano» esta situación.
Por su parte, Francisco Valencia, director de la organización Codevida informó que el próximo 18 de abril, enfermos de VIH marcharán hasta la sede del Ministerio de Salud.
Para él, es muy complicado tener cifras dada la «magnitud de la tragedia. Todos los días están muriendo personas por distintas enfermedades».
Por eso, le hace un llamado a la dirigencia política para recordarles que la crisis humanitaria no puede esperar no debe estar sujeta a negociaciones.
Según Valencia, esas medicinas que llegaran al país, como anunció el gobierno, son parte de una cooperación internacional humanitaria, «así no quiera aceptarlo el gobierno».
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