M aduro acudió al Palacio de Federal Legislativo para juramentarse como presidente para el período 2019 y 2025 en un acto anunciado a última hora y que se produjo en el medio del repudio de la comunidad internacional y del desconocimiento de la oposición a su reelección.
«Juro ante este poder Constituyente plenipotenciario, ante la Constitución (…) ante el pueblo de Venezuela cumplir y hacer cumplir la Constitución y llevar adelante todos los cambios revolucionarios», dijo Maduro, en una sesión solemne en la que estuvo ausente el cuadro de Hugo Chávez, su fallecido padre político.
Maduro entregó a Delcy Rodríguez, presidenta de esta asamblea desconocida por la oposición, la credencial del Poder Electoral que certifica como vencedor del proceso.
Rodríguez aclaró que Maduro se juramentará como presidente de Venezuela y lo aprobará por la Constitución de la República Bolivariana: en enero de 2019.
«Se me ha hecho un decreto Constituyente para que siga en la presidencia hasta el 10 de enero cuando me juramente con el pueblo», apuntó el gobernante.
Maduro fue reelecto en un proceso electoral considerado «ilegítimo» y que tomó la legalidad por la parte de la comunidad internacional como la Unión Europea, Estados Unidos y 15 países del Grupo de Lima. Este último grupo anunció la reducción de sus relaciones diplomáticas con Venezuela.
El Jefe de Estado se presento ante la Constituyente frente Representantes de Poderes Públicos Afines al chavismo, ministros, el Alto Mando Militar, Diplomáticos de los Países Que reconocen su triunfo y Los Constituyentes Que usurparon las Funciones Del Parlamento párr convocar los comicios.
«No estamos las cosas bien»
Maduro reconoció que «no estamos haciendo las cosas bien» tras el prometer que emprenderá una serie de cambios en su nuevo gobierno. Sin embargo, evadió en su discurso los grandes problemas que aquejan a los venezolanos como la hiperinflación, la escasez de productos básicos y medicinas y la diáspora de venezolanos que busca un mejor futuro en otros países.
Solo reconoció los problemas que aquejan a la corporación estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y auguró «graves problemas» económicos con las sanciones de Estados Unidos a su gobierno.
Maduro anunció seis líneas que regirán para su nuevo gobierno. La primera es la «pacificación» de Venezuela que apunta a la liberación de presos «por razones políticas». «Anuncio una amplia política de pacificación y reconciliación nacional con todos los sectores», apuntó.
La segunda línea es «avanzar hacia un acuerdo económico productivo para recuperar la economía», dijo el jefe de Estado.
Maduro dijo que se mantendrá el sistema de racionamiento de comida a través del sistema Clap y los controles de precios. Hay que «hacer de nuevo»el sistema de distribución, comercializacion y fijación de los precios del plan 50 (que congela los precios en 50 productos de alto consumo)».
«Vamos a un acuerdo económico con los sectores económicos públicos mixtos y privados a través del sistema económico», anunció.
La tercera línea, apunta hacia la «lucha renovada y frontal contra todo el sistema de corrupción a través de un a nueva ética patriótica y ciudadana». La cuarta línea contempla a la profundización de las políticas impulsada por su gobierno en materia de educación, vivienda y salud. Dijo que se mantendrá su política de bonos a carnetizados y el financiamiento a las «misiones» creadas por Chávez.
Como quinto lineamiento, Maduro dijo que mantendrá la defensa de Venezuela ante las sanciones internacionales impuestas por Washington contra sus funcionarios y Pdvsa.
Estas sanciones «van a crear grandes dificultades, dolorosas dificultades porque las vamos a enfrentar y las vamos a derrotar». «Las sanciones de Mister Trump las vamos a derrotar con el ánimo de nuestra lucha. Amén, así será».
«Buscar el socialismo» es el último lineamiento anunciado para profundizar esta ideología en todos los sectores del país.
«Un nuevo comienzo»
«Venezuela necesita un nuevo comienzo de la revolución. Escuchemos el clamor del pueblo y también sus silencios. Aprendamos a escuchar al pueblo, que ha pasado sinsabores», afirmó.
Maduro dijo que «no hay excusas» para el acometer los cambios en el gobierno, pues afirmó que el chavismo «tiene todo el poder político en Venezuela», un fin de atención las necesidades de los venezolanos en el medio de la crisis profunda.
«¿Quién va a atender los problemas supermán o súper nico? Necesitamos apoyar al pueblo», apuntó Maduro, quien pidió unión y prometió diálogo para impulsar esta nueva etapa política.
«Quiero escuchar a los sectores empresariales que ya tienen un presidente experimentado (…) y puedo extender la mano para un nuevo comienzo a todos los empresarios del país (…) A todos los empresarios de las empresas internacionales», agregó.
Maduro también prometió recuperar la productividad de la petrolera estatal Pdvsa al tiempo que acusó que no cree en los «dogmas» y en los «falsos radicalismos» para impulsar la capacidad de esta corporación, que provee el 98% de los ingresos del país.
«Este año tenemos que recuperar un millón de barriles (diarios). Tenemos que buscar apoyos. Apoyos a la Opep, Rusia, a China, pero Venezuela tiene que repuntar mucho mas allá de ese millón», afirmó.
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