Venezuela

Incertidumbre invade a vecinos de El Cafetal ante posible traslado del Colegio Madison

La junta directiva de la Asociación de Vecinos de Santa Marta (Avesamar) en El Cafetal, Caracas, informó que el Colegio Madison está remodelando una vivienda unifamiliar donde antiguamente funcionaba el preescolar Alimar el cual dejó de operar legalmente desde el 2013, para intentar reactivarlo sin contar con los permisos que otorga la municipalidad y sin cumplir con las variables urbanas fundamentales asignadas a dicha vivienda.

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FOTO: Felipe Rotjes | El Estímulo. TEXTO: PRENSA.

El plan de mudanza de sede del nivel preescolar del Colegio Madison  ha levantado molestias y preocupaciones de los vecinos de la zona. María Alejandra Semidey, asesora de la junta explicó que los residentes están a favor de la educación de excelencia, pero exigen que se haga en zonas apropiadas y cumpliendo con las exigencias que la Ley, el municipio y el Ministerio de Educación establecen, lo cual -a su juicio- es incumplido por el preescolar Alimar y por el Colegio Madison. «No se puede dañar a una comunidad, alegando la supuesta lesión del derecho a la educación, pretendiendo hacer ver que los derechos de la comunidad no son importantes», dijo Semidey.
Santa Marta es una urbanización cerrada, sin salidas a otras zonas. Por donde se entra también se sale. Sus calles son angostas. Solo poseen un canal de circulación. No hay locales comerciales y se trata de residencias unifamiliares, en las que un alto porcentaje son de la tercera edad.
Es criterio de los vecinos de Santa Marta, que de llegarse a instalar este colegio se estarían violando las normas de urbanismo y pondría en peligro la seguridad de toda una comunidad.
De acuerdo con la vocera, el colegio que pretenden ubicar albergará entre 80 y 100 niños «la aspirada instalación está también en flagrante violación de las normas de la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE), del Ministerio de Educación que contempla las regulaciones que debe tener un plantel y estar apto para brindar educación». Además, señaló que el proyecto «incumple con las variables urbanas fundamentales establecidas para los inmuebles que se quieran destinar al uso educativo».
«El tamaño mínimo de una parcela exige 1.050 mts2 y la parcela donde pretenden instalar el plantel es de 870 mts2. Otra regla expresa claramente que en una calle ciega no debe existir una unidad educativa y la quinta Alimar está ubicada en una calle ciega, donde existen seis o siete viviendas residenciales”, acotó Semidey.

La quinta Alimar de la urbanización Santa Marta tiene asignado un uso urbanístico exclusivamente residencial, mientras que otra parcela muy cercana, es la única que dentro de la Urbanización tiene asignada un Uso Educativo y su propietario ha manifestado que no tiene planificado desarrollarla a esos fines, pues ya existen muchos preescolares cercanos en la zona.
A pesar de lo antes expuesto, y aún cuando la parcela donde está construida la quinta Alimar no cumple con los requisitos (área o superficie, anchura de calle, vialidad, tamaño, etc.) para ser utilizada con fines educativos, sus propietarios lograron obtener una autorización de Uso Complementario Educacional que, al querer ser utilizado ahora por el Colegio Madison – quien compró el preescolar Alimar para ocultar su intención de beneficiarse de un permiso que no sólo es ilegal sino que también es ajeno -, llamó la atención de la comunidad y de las autoridades Municipales.
Obras ilegales: un juicio
La propietaria de la quinta Alimar, junto al Colegio Madison, comenzaron a ejecutar obras de remodelación en la quinta Alimar, lo que pretendían hacer en secreto para que el Municipio Baruta, que luego tuvieron que reconocer, gracias a la acción vecinal que impidió en varias ocasiones que los autores de los ilícitos ocultaran los hechos de sus actividades ilegales. En consecuencia tanto el Colegio Madison como la propietaria del inmueble en cuestión debieron suspender las obras y trabajos de demolición que intentaron hacer sin notificar al Municipio y sin obtener el permiso respectivo.

Batalla legal

Existe un proceso legal en el que se impugnaron dos actos administrativos, a saber: la Resolución que declaró la nulidad del Uso Complementario Educacional, originado en la Alcaldía de Baruta, y la Resolución que ordenó la paralización de obras ilegales. Tanto los representantes legales de Madison Learning Center, C.A. como los de Avesamar y de la Alcaldía de Baruta se encuentran en una batalla legal en los tribunales que tienen en sus manos el futuro de paz o de zozobra para los habitantes de una urbanización caraqueña tradicional y que de su sentencia dependerá el porvenir de otras localidades.
“Los vecinos de Santa Marta exigimos de las autoridades competentes que entiendan la situación de la comunidad de Santa Marta, comprendida en 126 viviendas unifamiliares. Aún cuando creemos firmemente en la importancia de la educación, lo que pretende hacer el Colegio Madison es ilegal e inconveniente tanto para los vecinos como para los niños y sus familiares, que podrían inscribir a los pequeños en una sede inadecuada y rechazada por la comunidad”.
Argumentó la vocera de los vecinos que su urbanización es pequeña y cerrada, y corre el peligro de quedar a expensas de la delincuencia, de permitirse la circulación de cientos de vehículos diarios sin ningún tipo de control. Por otra parte, generará un caos en una urbanización donde las calles solo tienen un canal de circulación, una sola entrada y una salida. “No se puede utilizar como bandera el hecho educativo y colocar en zozobra permanente a toda una comunidad”, concluyó Semidey]]>

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