Venezuela

Cuando no hay cómo pagar ni dónde caerse muerto

La muerte es una certeza. Tarde o temprano a todos les llega la inevitable hora. Lo que no es seguro es si quienes quedan en vida podrán costear un entierro digno, sobre todo en hiperinflación. La crisis no respeta el descanso eterno de los difuntos, ni el luto de los venezolanos 

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PORTADA: AFP | FOTOS EN EL TEXTO: AFP Y DANIEL HERNÁNDEZ

A mediados de este año, Jhon Quiroz tuvo que enfrentarse por primera vez a la muerte de un familiar cercano. Su abuela, enferma de Alzheimer, falleció por un paro respiratorio en su residencia ubicada en el barrio Brisas de Propatria, al oeste de Caracas. El muchacho de 27 años se hizo cargo de todo el proceso para velarla y lo recuerda como uno de los momentos más estresantes de su vida.

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