Luego de ver acción en la capital, donde los Leones del Caracas superaron 5-4 a los crepusculares, los peloteros se trasladaban en una camioneta propiedad de Rivero. En su recorrido rumbo a Barquisimeto, el vehículo volcó luego de impactar con una piedra, volcando a la altura de La Moritá.
Hasta el momento se maneja la tesis de que la piedra habría sido colocada por una banda delictiva dedicada al robo en la zona.
De acuerdo con el periodista Gerardo Oviedo, Raúl Álvarez, chofer de Rivero, sufrió heridas mínimas. Ambos fueron llevados al hospital de San Felipe.
Valbuena y Castillo murieron en el acto luego de salir expedidos de la camioneta mientras volcaba. Según la fuente, ninguno llevaba puesto el cinturón de seguridad.
El periodista de sucesos Deivis Ramírez reveló que delincuentes robaron las pertenencias de los siniestrados luego del accidente.
En horas de la tarde, el gobernador del estado Yaracuy, Julio León Heredia informó a través de su cuenta de Twitter que autoridades lograron la detención de cuatro individuos que tenían en su poder algunas pertenencias de los grandes ligas. «Los mismos serán puestos a la orden de las instituciones con competencia en la materia», escribió Heredia.
En su campaña número 19 en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, Castillo se había ganado un puesto en el lineup de los pájaros rojos con una ofensiva destacada. En plena zafra, el inicialista y jardinero alcanzó la cifra de mil hits en la pelota venezolana, donde vistió los uniformes de Leones del Caracas, Caribes de Anzoátegui, Bravos de Margarita, Tiburones de La Guaira y Tigres de Aragua.
Por su parte, Valbuena, con 11 temporadas en la LVBP defendiendo los colores de Cardenales, destacaba como una de las piezas más completas del infield, sirviendo con en l guante en varias posiciones.
Ambos contaban con experiencia en Grandes Ligas.