Venezuela

Opinión | Y Guaidó se quedó sin cédula

Sin cédula se quedó Guaidó al llegar a Maiquetía y con ello se le hará imposible votar, si es que finalmente llegamos a unas elecciones

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Juan Guaidó. AFP
AFP

El anunciado regreso de Juan Guaidó a Venezuela estuvo acompañado de una dosis de violencia. De ese forcejeo chavista, una suerte de violencia que busca joder las cosas pero sin llegar al extremo de que alguien resulte herido de gravedad. Un herido de gravedad o un muerto llaman mucho la atención. La refriega se queda en la anécdota.

Son imágenes que hemos visto tantas veces en estas dos décadas. Turbas del chavismo persiguiendo y golpeando a periodistas. Uniformados que miran para otro lado cuando deberían estar brindando protección a las víctimas de la violencia. Una periodista resultó mordida en la refriega y unos sonrientes agresores muestran el botín: un zapato que creen que es de Guaidó, pero que en realidad es de un periodista que hizo valiente resistencia a la violencia.

La llegada de Guaidó ocurrió, finalmente. Ingresó al país. El paso seguro con el que caminó por los pasillos del aeropuerto de Maiquetía es tal vez de las mayores afrentas que se le han plantado a un régimen que le gustaría tenerlo en prisión.

La no detención de Guaidó, al llegar a Maiquetía, deja en evidencia el temor de quienes gobiernan. Meterlo preso es cruzar una suerte de línea amarilla. Por ahora la respetarán. Seguirán jugando el juego que han venido jugando hasta ahora: dinamitar a la Asamblea Nacional e incentivar las divisiones en el seno opositor.

Guaidó dentro de Venezuela, ciertamente, pasa a ser un desafío para el propio Guaidó. Qué vendrá ahora como parte de la lucha democrática, qué cosas distintas podría hacer el liderazgo ante la tozudez del régimen de Nicolás Maduro, qué estrategias se acordaron con la comunidad internacional en el marco de esta gira.

Hace bien Guaidó y el liderazgo en administrar lo que se haya discutido o acordado. Eso estaba muy bien cuando se estaba de gira. Dentro de Venezuela, Guaidó debe administrar sus anuncios, pero debe haberlos. ¿Qué cambió con esta gira?

El siguiente capítulo de la saga

Sin que haya señales de una acción militar, con la que algunos sueñan, y sin tener sobre la mesa otras estrategias, salvo la presión a través de sanciones y declaraciones, no se ven muchas salidas a la crisis. La opción electoral es tal vez la que con más claridad pueda empujar la comunidad internacional, incluyendo a Estados Unidos.

Pero nada fácil resultará ofrecer tal salida, cuando se había descartado hasta tanto Maduro estuviese en el poder. Maduro sigue en el poder y no hay señales de que será distinto, al menos en el corto plazo.

La posibilidad de unas elecciones, pero que sean controladas por la comunidad internacional, podría ser la vía para empezar a desenredar el juego trancado que hoy caracteriza a la crisis venezolana.

Tal vez adelantándose a estas elecciones es que haya ocurrido lo que ocurrió al momento de llegar Guaidó a Venezuela. El policía de migración le dice «lo dejo pasar, pero le retengo la cédula». Y así Guaidó se quedó sin cédula, y con ello se le hará imposible votar, si es que finalmente llegamos a unas elecciones.

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