Metro de Caracas cierra 10 estaciones por "mantenimiento profundo"
Las estaciones cerradas son Pérez Bonalde, Caño Amarillo, Artigas, Sabana Grande, Altamira, Los Cortijos, Nuevo Circo, Bello Monte, Los Símbolos y Mercado
Venezuela
El Metro de Caracas anunció el cierre de 10 estaciones de las tres líneas que recorren la capital venezolana. La razón, según explicaron, es un «mantenimiento profundo» para evitar la propagación del coronavirus.
Las estaciones cerradas son Pérez Bonalde, Caño Amarillo y Artigas, al oeste de Caracas; Sabana Grande, en el centro; Altamira y Los Cortijos al este, en la Línea 1. Nuevo Circo, en el centro y Bello Monte, al suroeste, de la Línea 2. Y Los Símbolos y Mercado (que da acceso al principal proveedor de alimentos de la capital), al suroeste, en la Línea 3.
La información la ofrecieron a través de su cuenta de Twitter.
Desde finales de marzo, el Metro de Caracas ha restringido el acceso a los usuarios. Milicianos cuidan las entradas de las estaciones y solo permiten el acceso a funcionarios gubernamentales, policiales y militares, a periodistas, a personal de salud y a ciudadanos con salvoconductos por razones médicas o porque trabajan en servicios imprescindibles. No permiten el acceso de otro tipo de trabajadores.
Una limpieza que hace bien
La queja frecuente de los usuarios del Metro de Caracas era la notoria falta de higiene y el poco aseo de los vagones. Ni siquiera cuando cerraban el sistema por protestas ciudadanas, los limpiaban.
Cuando comenzó la epidemia de COVID-19, se realizaron labores de limpieza profunda en varias estaciones, y se siguen manteniendo. Esa es la razón por la que hoy, 26 de mayo, 10 estaciones están fuera de funcionamiento.
Sin embargo, no es ese el único problema de un sistema de transporte subterráneo que en épocas normales traslada a 1 millón 300 mil personas al día y que acusa la indolencia y la falta de mantenimiento de muchos años.
En un reportaje de El Estímulo titulado «Un viaje por el infierno del Metro de Caracas», realizado apenas 15 días antes que empezara la cuarentena, se constató hacinamiento en los vagones, peleas y mafias de vendedores. También una alarmante falta de mantenimiento. De 167 escaleras mecánicas, funcionaban 28.
No hay rampas ni ascensores para discapacitados y ancianos.
De 42 trenes solo operaban 15, lo que agravaba el apretujamiento.
