El activista de Acción Solidaria enfatizó en que “esta relatoría es una de las 44 que existen en la ONU. Es importante que puedan venir otras para que exista una mirada balanceada". También dudó de la parcialidad de la Relatora Especial
La visita a Venezuela de Alena Douhan, Relatora Especial de la ONU sobre la repercusión negativa de las medidas coercitivas unilaterales dejó un debate sobre los resultados de su informe preliminar. Aunque el informe definitivo será presentado en septiembre, estando en el país dijo que “las sanciones económicas que pesan sobre Venezuela han tenido un ‘efecto devastador’ sobre la población”.
Expertos en materia de Derechos Humanos en Venezuela coinciden con la Relatora Especial, pero piden que se profundice más el análisis de la crisis. Así lo detalló el activista de DDHH y presidente de la ONG Acción Solidaria, Feliciano Reyna.
“Primero que todo, esta visita se da en el marco de un acuerdo que se hizo entre el gobierno de Nicolás Maduro y la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet. Se pactó la aprobación de relatores especiales, pero es evidente que en vez de venir primero los que solicitaron antes autorización, creo que hasta tres veces, como aquellos que tienen que ver con defensores de DDHH, libertad de expresión, libertad de reunión y asociación, pues viene la relatoría de medidas coercitivas”.
Para Reyna, la visión que tuvo la abogada bielorrusa pudo estar parcializada.
“Esta relatoría es una de las 44 que existen en ONU. Así que es importante que puedan venir otras para que exista una mirada balanceada. Alena Douhan se reunió con ONG´s pero vemos cómo en las visitas a hospitales se privilegia a uno en particular. En la visita in situ a un estado escogen a Carabobo, que ya sabemos cómo es la naturaleza del gobierno allí”.
El presidente de Acción Solidaria explicó que “es importante ver la situación grave por la que atraviesa el país en lo económico, pero también en la alimentación, salud y acceso a los servicios públicos, pues eso no pasó de un día para otro. Hubo fallas graves en la gestión del gobierno, también ha habido corrupción”.
Reyna enfatizó que las organizaciones de Derechos Humanos han señalado que las sanciones sí han profundizado la crisis humanitaria en Venezuela. A pesar de que su origen viene desde antes de ser aplicadas.
“Es importante ver cómo ella refleja, en el informe, la gravedad de la situación y, como lo hemos manifestado las organizaciones defensoras de Derechos Humanos, las sanciones exacerban los daños en el país. Si la idea es ayudar a sobreponerse de las consecuencias devastadoras de la crisis no es posible profundizar el efecto de las mismas con sanciones que terminan afectando más a la población que al grupo en el poder”.
Para Reyna, las sanciones han afectado sectores tan vitales como el intercambio de petróleo por diésel. “El diésel es muy importante para el transporte de alimentos”.
El activista de Derechos Humanos señaló que el informe que se presentó, al menos en su fase preliminar, tiene poca profundidad en algunos temas. “Vale la pena tomar algunos aspectos del mismo como la gravedad de la situación en el país y la pérdida de personal capacitado. Pero hace un análisis incompleto en lo económico y toca por encima el tema de la corrupción”.
A principios del 2021 diversas ONG denunciaron acoso por parte de funcionarios de órganos de seguridad el Estado. Algunas como Azul Positivo vieron como hasta cinco directivos fueron detenidos, aunque liberados con medidas cautelares.
Ese tema también fue abordado por Alena Douhan, aunque Reyna tiene sus reservas.
“La Relatora hace recomendaciones interesantes. Exhortó al gobierno para que en conjunto con la Comisión de Derechos Humanos de la ONU redacte una legislación clara para facilitar la labor humanitaria. Pero esta legislación no puede ser restrictiva al punto de impedir el trabajo de las organizaciones y que sea el mismo gobierno que decida quién puede y quién no”.
El presidente de Acción Solidaria apuntó que “ella dice que las organizaciones tienen que cumplir actividades puramente humanitarias. Yo no sé por qué ella agrega eso, porque el trabajo humanitario tiene un fin y es salvar vidas, aliviar el sufrimiento y esto se hace con base a los principios de la humanidad. Centralizar la protección sobre las personas en situación de vulnerabilidad”.
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