La nueva versión de la prestigiosa encuesta de condiciones de vida de los venezolanos, Encovi, desnuda la brutal desigualdad de ingresos y oportunidades en Venezuela, donde todavía el 53% está en pobreza extrema, pese a la incipiente recuperación de la actividad económica.
Encovi, el estudio más respetado en Venezuela para medir las condiciones sociales y económicas de la población, revela una importante reducción de los niveles de pobreza en el último año, junto con una recuperación de varios otros indicadores.
La Encuesta de Condiciones de Vida de los Venezolanos (Encovi) fue presentada este jueves 10 de noviembre en la sede de la Universidad Católica Andrés Bello por los sociólogos Anitza Freites (coordinadora) y Luis Pedro España (investigador). Sus hallazgos parecen confirmar los de otros estudios de menos alcance divulgados en meses recientes que ilustran una recuperación de la economía tras siete años de profunda depresión económica y cuatro de hiperinflación.
«Por primera vez en 7 años (desde 2014) la pobreza se reduce en el país. 50% de los hogares no son pobres. Esto supone una reducción de casi 15 puntos porcentuales respecto a 2021», señala uno de los hallazgos de la encuesta.
Pero a la vez confirma que Venezuela es uno de los países más desiguales del mundo en términos de distribución de la riqueza y de acuerdo al índice de GINI.
«Venezuela está en el continente más desigual del Mundo y, para 2022, es el país más desigual de América. Nuestro nivel de desigualdad compara con la de Namibia, Mozambique y Angola», recoge la presentación del informe.
Según la clasificación del Banco Mundial, el índice de Gini mide hasta qué punto la distribución del ingreso (o, en algunos casos, el gasto de consumo) entre individuos u hogares dentro de una economía se aleja de una distribución perfectamente equitativa.
El indicador de Gini mide una línea hipotética de equidad absoluta, así, un índice de Gini de 0 representa una equidad perfecta, mientras que un índice de 100 representa una inequidad perfecta.
La pobreza monetaria mide solamente ingresos y vemos como la pobreza extrema se reduce a 53% y la general a 81%.
«Pero el dato más importante es el incremento de la desigualdad. Venezuela ya es por lo menos para este 2022 el país más desigual del mundo desde el punto de vista del ingreso».
Luis Pedro España
«La pobreza multidimensional cubre no solamente el ingreso sino un conjunto de factores vinculados con el nivel educativo, las características de la vivienda y sus servicios y el empleo. Es un indicador mucho más robusto, más completo que solamente el ingreso . Lo que nos refleja es que tenemos un 50% de hogares en situación de pobreza multidimensional, eso quiere decir que la otra mitad no está en situación de pobreza multidimensional. Lo que ha ocurrido es que regresamos a los niveles de pobreza multidimensional que teníamos en 2018. Esta tendencia es consecuencia fundamentalmente de la recuperación económica», señaló España.
El investigador explica que en Venezuela hemos tenido «una mejora en el ingreso, pero no en la dinámica social», como salud y educación.
«Vamos a comenzar a llegar en 2023 y 2024 al hecho de que a la economía le puede seguir yendo bien pero a las familias no, porque para que ese crecimiento o dinamismo económico se convierta en bienestar social no basta solamente la distribución de mercado».
Se necesitan además políticas públicas para crear condiciones de modo que esos venezolanos que no tiene atributos para acceder a esos conocimientos puedan entrar competitivamente en el mercado.
La reducción es producto de las mejoras en el ingreso y en el empleo.
La pobreza comienza a tener más que ver con factores sociales y de infraestructura (vivienda, educación y servicios); aunque las económicas siguen predominando.
En 2022 se ha observado una ralentización del nivel de la actividad económica (7,2%) en comparación al segundo semestre de 2021 y se pronostica que todavía caerá en 2023 (4,4%), a niveles insuficientes para la recuperación a los niveles pre-crisis.
«En elmodulo de Empleo, o de trabajo (de Encovi) la primera noticia es que al país recuperarse económicamente o al tener una mayor actividad económica también la actividad económica de las personas aumentó a los niveles de pre pandemia, pre crisis de movilidad. Recuperamos la actividad económica que teníamos en 2019”, dijo España.
El 56% de las personas que forman parte de la población económicamente activa, es decir entre 15 y 65 años, está trabajando.
“Es una buena noticia porque se recuperan los niveles de ingreso de la población y de alguna manera también la capacidad de un mayor disfrute de bienes y servicios”.
Luis Pedro España
Por rama de actividad económica se ve entre los sectores que se han activado más, entre ellas el más importante el sector Transporte, lo que es lógico porque comienza a haber gasolina y permisos para movilizarse tras la pandemia. El otro sector que se incrementa de manera importante es la administración pública. Aumenta se reactiva el empleo público. Esos son básicamente los dos sectores que mayor recuperación tiene, los demás permanecen relativamente iguales.
Otro dato importante es que se recuperan las remuneraciones: los empleados públicos 113 dólares al mes, los privados 149 y los cuenta propia 142.
En la Encovi anterior esos promedios llegaban a un tercio nada más.
Otro dato es que se recupera el sector formal de la economía y crece 7,7 puntos porcentuales con respecto al año anterior.
«La economía formal en este momento es 56 % y la formal 44 %, o sea ya tenemos otra vez más formales que informales. Ese incremento del empleo formal tiene que ver tanto por el aumento del sector privado (de 20 a 24%) como del sector público (de 20 a 23) y los trabajadores por cuenta propia caen de 57 a 44 por ciento», explica España.
Menos de la mitad de los que viven en hogares en condición de pobreza extrema están trabajando. En los hogares no pobres el 71% están trabajando, es una de las razones por las cuales estos hogares no son pobres y estos si, por el mayor nivel de actividad que hay en los hogares más pobres.
Pero por deciles de ingresos Encovi revela grandes desigualdades entre el 10 por ciento de la población con menores ingresos y los extremos de hogares con mayores ingresos.
El 10% más rico tiene 72% de actividad, mientras que en el segmento de 10% de menos ingresos, menos de tres personas de cada 10 están trabajando.
«Los que o están activos la mayoría está dedicado a actividades del hogar donde evidentemente la mayoría son mujeres. La tasa de actividad de las mujeres es menor que las de los hombres por dedicarse a actividades del hogar, después la población estudiantil, que es de 20%, 12% de personas en edades activas que ni estudian ni trabajan, ni están jubilados ni incapacitados.
La desigualdad de Venezuela, a nivel de los países africanos como Mozambique, Namibia o Angola, tiene varias explicaciones y formas.
Esa situación de desigualdad no se va a poder corregir solamente con crecimiento económico, porque para poder hacer que aquellos hogares en situación más desfavorecida y cuyos miembros no son empleables, se necesita una estrategia de producir bienes y servicios sociales, y aumentar el capital humano y social de esas personas que van a seguir siendo desiguales aunque la economía siga creciendo porque no tienen forma de insertarse en un mercado laboral mejor remunerado.
Hasta el octavo decil todos son enanos en ingresos y cuando se llega al nueve y al 10 ese ingreso de dispara, por eso la diferencia entre el decil uno y el 10 son 70 veces en ingreso per cápita.
Esto significa que el 10 por ciento de la población de mayor ingreso percibe 70 veces más que el otro segmento de 10 por ciento que está en la punta de los de menores ingresos.
Este ingreso es per cápita. En un hogar del decil número uno el promedio de miembros es de cuatro personas lo que lleva el ingreso familiar más o menos a 28 o 30 dólares. En el decil del estrato superior en ingresos, el promedio es unas dos personas, lo que lo leva a más de mil dólares en ingreso.
«Esta es la diferencia que hay en Venezuela y ojo estos son promedio», señala España. «Eso es lo que hace que la desigualdad en Venezuela sea tan grande. Por no solamente tenemos por estratos sino que hay una desigualdad territorial muy importante y que se está acrecentando».
Por ámbitos territoriales, la Gran Caracas que incluye su zona metropolitana y ciudades dormitorios concentra casi 38% de los ingresos nacionales.
«Eso demuestra que hay una mayor concentración no solamente de personas más ricas sino además de oportunidades», señala.
Otra importante desigualdad es por género, con matices importantes. Aunque en promedio el ingreso por hora de los hombres en el país es 11% menor que el de las mujeres (5.11$/h vs. 5.78$/h), los hombres ganan más a la semana porque trabajan más horas que las mujeres.
«El promedio semanal de horas trabajadas es de 41.5 horas para los hombres frente a 36.8 para las mujeres. Esta mayor disposición de los hombres a trabajar que las mujeres se puede deber a los compromisos domésticos y de cuido de las mujeres», señala el estudio.
Sin embargo, la desigualdad de los ingresos juega a favor en el caso de los hombres en los cargos más importantes y donde se asumen más responsabilidades de dirección. La Encovi explica esta situación por esta razón: «La desigualdad en las tareas del hogar, no sólo las domesticas, sino también las de cuido a niños y personas de la tercera edad, hace que las mujeres sean menos competitivas en los cargos o trabajos de dirección».
En el caso de los puestos de dirección, los hombres reciben 197,4% más ingresos que las mujeres. En el campo profesional también se repite la tendencia, con un suelo mayor para los hombres de 25,5%, mientras que los cargos técnicos los hombres ganan 56,4% más.
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