Investigación

Paraíso fiscal y empresas offshore: los papeles que todos conocían en Panamá

Tres semanas después del escándalo de los PanamaPapers, el panameño común olvidó que su país fue señalado como paraíso fiscal. Pareciera que la filtración de documentos de la empresa panameña Mossak Fonseca, que fue nombrada como la investigación periodística más grande de todos los tiempos, solamente le hizo cosquilla a los nacionales. "¡Chucha, eso no fue nada nuevo para nosotros. Hace rato que los panameños estábamos enterados!", dicen

Fotografías: Oriana Milú Lozada | Imagen de portada: journal-neo.org
Publicidad

Ciudad de Panamá es radiante de noche. La oscuridad, luego del calor del día, se camufla entre el brillo echón de todos sus rascacielos. Pareciera que la noche describe a la ciudad con exactitud: misteriosa y callada, pero también emperifollada. ¿Y quién sabe de dónde sacó tantas joyas? El viento susurra que algo oculta todo ese brillo. De día se ven las costuras, de noche se disimulan todas las artimañas. Exuberantes construcciones, en medio de un centenar de cableados de electricidad que nadie pudo ocultar y de calles sin aceras, delatan que el crecimiento del país ha sido apresurado. Sin embargo, la nación encontró la materia prima que le sacó las patas del barro —literalmente. Hoy promete no solo el anonimato, sino también su orgánico desarrollo. Esa materia prima se llama: empresas offshore.

Las offshore son un modelo de negocio, típico del país centroamericano. Permite la apertura de una empresa a cualquier extranjero con mayor rapidez y con menos restricciones. Las mismas le brindan, a las corporaciones que no desarrollan sus actividades en el país, la exoneración de los impuestos y el pago por las rentas obtenidas fuera del territorio panameño. “Hasta ahora, este negocio está dándole más dinero al país que el mismísimo Canal de Panamá”, chismean algunos lugareños en las calles.

panama2

cita3

Sin embargo, la reputación de las offshore está en tela de juicio luego que el caso de Mossak Fonseca revelara los nombres de grandes personalidades, políticos y empresarios. Y hasta gente de dinero involucrada en los ya famosos Panamapapers. Según el agente comercial autorizado, Global Bank of Comerce, «el régimen fiscal territorial solamente les exige el pago de impuestos por la ejecución de operaciones que se entiendan realizadas en el territorio de la República de Panamá, de resto cualquier actividad que no se realice para el país no paga impuestos». Pero lo que fue un escándalo a nivel mundial, no era noticia para los panameños. Este modelo offshore es conocido por los propios y no es precisamente un tabú.

Según estudios publicados por el integrante del Instituto de Investigación sobre los Mercados Emergentes de la Escuela de Negocios Skólkovo en Rusia, Slon Vladímir Koróvkin: «los servicios financieros offshore se han venido desarrollando en el país centroamericano desde los años 80. Después perdieron liderazgo en el mundo porque comenzaron a exigir estándares más altos de divulgación de la información». Fue en 2009 cuando nuevas medidas reimpulsaron su uso. Según lo publicado en el Instituto de Investigación: «hoy en día, las ganancias de Panamá procedentes de los impuestos sobre sociedades anónimas —la mayor parte del negocio offshore se registra con esta forma jurídica— rondan los 100 millones de dólares al año, aproximadamente el 0,25 % del PIB  y poco más del 1% de los ingresos estatales del país”. El autor cometa que el papel secundario de este sistema en la entrada de dinero para el país, pudo ser el causante de que el tema se mantuviera en silencio por tanto tiempo.

panama5

cita4

Sin embargo, para quienes viven día a día la práctica del sistema, la percepción es distinta. «El Canal de Panamá no hizo el trabajo solito», dice Michel Rocha, un ciudadano. «A mí no me acompleja que nos digan paraíso fiscal. Así como hay países que viven de las armas que venden, nosotros vivimos de los impuestos de la gente que quiere guardar sus ganancias en secreto aquí», dice. Rocha es un ingeniero panameño que en sus tiempos libres mata “tigritos”, o “camarones”, como dicen acá, ganando dinero extra haciendo de Uber. Mientras maneja, filosofa del tema: «Mira, yo llevo tiempo rebuscándome con Uber para tener algo de dinero extra. Sin embargo, no todos somos así. Yo tengo un vecino de toda la vida, que de un mes para otro se compró una camioneta enorme. Luego pimpeó la casa. Y él era un simple obrero. Dime tú, ¿cómo consiguió esa plata tan rápido?». La analogía es simple. Así como en Venezuela, cuando alguien tiene dinero de la noche a la mañana de manera incógnita, se le señala de enchufado, en Panamá a quienes la fortuna les toca la puerta de manera misteriosa, son vistos como los testaferros de empresarios anónimos.

En la ciudad se sobreentiende el asunto. La mayoría de sus habitantes se sienten extranjero ante tanto crecimiento apresurado. “¿En qué momento pasamos hacer una gran ciudad?”, se pregunta Gonzalo Alverti, panameño que trabaja en una Fonda en Vía España. «Es lógico que hay lavado de dinero. Dime tú, en Panamá hay más de 30 casinos. ¿Para qué, si los panameños solo jugamos lotería? ¿Todos esos casinos son para los turistas? Ni que esto fuera Las Vegas». Agrega: «hay que ser sinceros, yo no veo que los países señalados como paraísos fiscales estén llorando. Incluso en el Lobo de WallStreet dicen descaradamente que en Suiza se guarda dinero con fondos dudosos. Qué descaro ahora señalar a Panamá».

panama4

ciita1

En una avenida transitada, otro panameño entabla.

—Señor, ¿qué opina usted de los Panamá Papers?

—¿Los qué?

—Los Papeles de Panamá.

—La verdad es que no sé qué es eso.

—¿No ha escuchado que acusan a su país de ser un Paraíso Fiscal?

—Ah sí, Varela estaba muy bravo por eso.

panama6

Los que saben

Aunque el tema es parte del vaivén diario e informativo, algunos profesionales prefieren no hablar al respecto. Periodistas y empresarios se negaron a dar su opinión personal. Y es que nadie quiere entrar dentro del club de los señalados. Una corredora inmobiliaria, quien en su acto de información prefirió mantener su nombre anónimo, ha trabajado en los bienes y raíces de manera independiente desde hace más de 15 años. Acota que el boom inmobiliario vino en el 2010, y que las construcciones en ese época incrementaron un 60%. Fecha que coincide justamente con el ‘regreso’ de las empresas offshore en Panamá. «Recuerdo que en ese año pude comprarme lo que no había tenido durante toda mi carrera. Compré apartamento y carro durante ese periodo». Ella, asegura que como aquel crecimiento no ha habido otro. «En Panamá se construyen simultáneamente más de 500 proyectos nuevos al año. Y eso solo los que tengo conocimiento. El problema radica en que no todos están habitados» comenta la bróker. «Basta sentarse en un balcón en la noche y darse cuenta que la mitad de los edificios están vacíos. No se trata de que la luz es cara. Los pisos se ven están apagados. Es que hay mucha oferta para la demanda del país. Es como si se construyeron edificios sin tener un control del crecimiento de la población».

panama1

cita2

Por otro lado, el abogado Jesús Sencler, especialista en migración, asegura que este tipo de empresas no son medidas improvisadas. «Son estrategias que desarrolló el gobierno para atraer la inversión extranjera. Así como otros países incitan la migración o la inversión para hacer crecer su economía, nosotros también buscamos abrirles las puertas a otros países para que vengan a producir aquí. El problema de la comunidad internacional no creo que radique en su interés por ver el origen de esos fondos. Más bien es una molestia porque sus ciudadanos no pagan los impuestos en sus países respectivos». Según el profesional lo que sí ha sido realmente grave es la desconfianza en el sistema legal y judicial de su país y cómo todavía no se puede probar de dónde vienen todos esos fondos de esas empresas. «Ojalá estás empresas no estén relacionados con lavado de dinero, pero por eso, yo no meto las manos al fuego», concluye.

Mientras, en búsqueda de reivindicarse, los panameños hicieron una campaña llamada “Somos un paraíso y no fiscal”. La iniciativa comunicacional muestra las virtudes del país. Por ahora, aunque existan opiniones encontradas, la interrogante que tienen los panameños es si este conflicto afectará la economía ¿Qué cambios vendrán y cómo podrán sostener todo el sistema que se ha creado gracias a una demanda ficticia.

panama3

cita5

Publicidad
Publicidad