Ultra Music Festival: rumbera en Miami

Luego de tres días de rumba y descontrol, en el que millares de jóvenes se rindieron eufóricos con los brazos en alto alzando sus banderas al hedonismo que irrumpe en este tipo de festivales, el Ultra Music Festival puso punto y final hoy a su decimoséptima edición en esta ciudad del sur de Florida.

Los mejores géneros de la electrónica, entre ellos el dance más comercial, el trance, el dubstep o el minimal techno, pusieron a bailar a un público procedente de todas partes del mundo, que desde la primera hora de la tarde hasta la medianoche de cada jornada se entregó sin condiciones.

La apoteosis no solo se vivió dentro del espacio designado para el evento, el Bayfront Park, sino también en los alrededores de la fiesta en donde una gran cantidad de jóvenes pasearon sus creativos outfits «rave»: base de gafas de sol, cintillos de flores, escotados bikinis, tatuajes temporales, pelucas y un sinfín de extravagantes accesorios.

Aunque el dress code del evento sea “mientras menos mejor”, entre los asistentes también se dejaron ver disfraces de Jesucristo, monja o arzobispo, divertidas referencias al ánimo casi religioso con el que algunos amantes del techno expresan su pasión por este mundo.
Un ruego ignorado por la multitud que a pesar de la lluvia que inauguró el festival el pasado viernes, y que obligó a la cancelación de las sesiones en cinco escenarios, no bajo sus energías en lo absoluto.

«¡Levanten los brazos!», gritó el día viernes el DJ holandés Tiësto durante su presentación. Sin dejar de dar brincos, aprovechó el momento para tomar un selfie con el desenfrenado público que a sus espaldas. Un paisaje único que solo los reyes de los platos tienen el privilegio de ver.

Las intensas vibraciones de los altavoces, incrustados en siete escenarios, el show de luces acompañado por pantallas intermitentes y los colores en el aire producto de los fuegos artificiales hicieron del evento una experiencia alucinante.

«¡Quiero ver sus banderas! ¡Que se vea que hay gente de todo el mundo!», animó el rapero GQ, socio del DJ de drum and bass Andy C. Sin falta, la fanaticada exhibió por medio de banderas el carácter internacional de este evento, que el año pasado atrajo a más de 165.000 personas.

La edición que hoy concluye certifica la consolidación del festival, acreedor seis veces consecutivas, entre 2005 y 2011, del galardón que concede el International Dance Music −IDMA−, que premia al mejor acontecimiento de música de baile electrónica del año.

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