Economía

EEUU vs China / Proteccionismo Vs Libre Comercio ¿Y Venezuela?

En el Foro Económico Mundial de Davos, el presidente de China Xi Jinping afirmó que muchos de los problemas que experimenta el mundo no han sido causados por la globalización. “No sirve de nada culpar a la globalización por los problemas del mundo. No es el caso y no ayudará a resolver las dificultades”. Por su parte, el empresario, financiero y ahora asistente del presidente Donald Trump, Anthony Scaramucci, sirvió en el Foro de Davos de traductor y “suavizador” del mensaje anti-globalización de Trump, en el medio de un foro, en donde las ventajas del libre comercio, son prácticamente una premisa indiscutible.

Publicidad
Foro de Davos
Texto: Eduardo Porcarelli | Foto: GIAN EHRENZELLER | EFE

Mientras Trump ofrece cerrar las fronteras de los Estados Unidos a algunos productos que se fabrican en el exterior a precios más bajos que en los Estados Unidos, poniéndole freno al libre comercio (Por muchos años uno de los postulados fundamentales de la Política Exterior estadounidense) y dar varios pasos hacia atrás en el creciente y aparentemente indetenible proceso o fenómeno de la globalización, Xi Jinping señala que: “Buscar la protección es como encerrarse uno mismo en cuarto oscuro. Mientras el viento y la lluvia podrían mantenerse afuera, también quedarían afuera la luz y el aire. Nadie resulta ganador en una guerra comercial”.

Lo más sorprendente es que varios años atrás los papeles estaban cambiados. China volcada a sí misma y los Estados Unidos volcado al Libre Comercio, después de un ciclo proteccionista, de largos años. Todo esto ocurre, en el medio de una liberación comercial multilateral, a través de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que no ha avanzado con la celeridad con la cual se diseñó, especialmente después de la Ronda de Doha de noviembre de 2001, reunión, por cierto, en la cual China se hizo miembro pleno de la OMC, y de un incremento de los esfuerzos bilaterales de los países por abrir sus fronteras al comercio en forma selectiva, a través de los Acuerdos de Libre Comercio.

Para el año 2016, la Inversión Extranjera Directa de China en los EEUU alcanzó una cifra cercana a los $30.000 millones. Esta cifra dobló la de 2015, y ha resultado en 1.900 empresas chinas que emplean a más de 90.000 personas. (Rhodium Group y el National Comittee on U.S.-China Relations). Por otro lado, casi una décima parte de las inversiones estadounidenses en el extranjero se han dirigido a China. Entre el año 2000 y el 2015 sumaron casi $616.000 millones (Statista)

En cuanto a la balanza comercial entre China y los Estados Unidos, la misma se ha hecho cada vez más crecientemente deficitaria para los Estados Unidos, es decir, que son mayores las exportaciones que desde China entran a los Estados Unidos, que las Exportaciones de los Estados Unidos que se dirigen a China. En el año 2016, de acuerdo a cifras del United States Census Bureau, el déficit en la balanza comercial de los Estados Unidos con China alcanzó los $319.282 millones, cuando en el año 2000, apenas alcanzaban los $84.000 millones.

¿Qué busca el proteccionismo anunciado por Donald Trump? El proteccionismo tiene una historia muy larga, sobre todo para un artículo, pero su objetivo esencial es proteger a los productores de un país, de la entrada de productos manufacturados en el extranjero, mediante la imposición de aranceles o impuestos a la importación, encareciendo el producto hasta un punto en el cual no es rentable comercializarlo en el mercado bajo protección.

El problema de la dicotomía entre libre comercio vs proteccionismo es que hay que ponerse en los “zapatos” de los distintos actores. La dupla de exportadores – importadores exitosos en un mercado, se ubicarán siempre a favor del libre comercio. La dupla gobierno- productor (al cual se le incrementan los costos de producción frente a terceros que se han hecho más competitivos, sea o no por prácticas desleales del comercio internacional) se ubicarán más cerca del espectro proteccionista. El consumidor preferirá siempre tener opciones a más variedad de productos, calidades y precios, propias de un entorno de libre comercio, a menos, que esté desempleado o haya perdido su empleo en una empresa que cerró porque no pudo competir frente a los productos importados de terceros países.

Otros de los problemas que genera la dicotomía de Libre Comercio vs Proteccionismo, se vincula con los siguientes elementos:

  1. Si un país cierra sus fronteras, su contraparte hará lo mismo, entonces perderán ambos (inversiones, empleos, consumidores)
  2. Los factores que han incidido en la movilización de las inversiones y los negocios hacia otros destinos, con la pérdida de empleos en un lado y el incremento de los mismos en el otro, podrían estar determinados eventualmente por prácticas desleales en el comercio internacional (dumping comercial, laboral, ecológico, subsidios, etc) más violaciones a la propiedad intelectual, o simplemente se trata que las empresas en el entorno de negocios de un país determinado no pueden ser más competitivas porque factores internos en las mismas y factores vinculados a las políticas y medidas gubernamentales, no se lo permiten. ¿Quién le pone el cascabel al gato?

Difícil ecuación para resolver en un mundo cada vez más globalizado en el cual los encadenamientos productivos les han permitido a muchas empresas internacionalizarse y ser competitivas en los mercados mundiales. En un mundo también en donde algunos países adalides del libre comercio, también protegen con ayudas internas y subsidios a sus sectores productivos primarios, y otros, detractores del libre comercio, alimentan industrias altamente ineficientes haciéndole pagar los platos rotos a los consumidores.

¿Y Venezuela? Nuestro problema en pocas palabras ha sido que a través de los años se han protegido muchas industrias que no necesitaban de protección y se han aniquilado otras que si la necesitaron en algún momento. El caso venezolano no puede desvincularse de nuestra naturaleza de país exportador de petróleo, que ha exacerbado todos los males de la “enfermedad holandesa” y de crecientes debilidades institucionales que no permiten ni visualizar, ni aplicar las políticas adecuadas a la realidad de un mundo crecientemente globalizado, que ya no espera por aquellos países que experimentan con fórmulas probadamente fracasadas. Que lo diga China. Desafortunadamente, nuestros debates internos, son de otro nivel, no precisamente alto.

Publicidad
Publicidad