Economía

JP Morgan: La mayoría calificada trae riesgos para ambas partes

Los poderosos atributos de una mayoría parlamentaria de dos tercios eleva las apuestas tanto para la oposición como para el oficialismo, considera el primer reporte de JP Morgan posterior a las elecciones parlamentarias.

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Para el gobierno, la mayor amenaza que representa una mayoría calificada de la oposición es la inminente posibilidad de una asamblea constituyente. Mientras que para la Mesa de la Unidad Democrática, esta victoria pondrá a prueba la cohesión de los partidos.

«Por supuesto, los actores más moderados dentro de la coalición ya están argumentando que su estrategia deliberada de acatar las reglas del juego ha sido validada, pero el chavismo sigue siendo una fuerza a tomar en cuenta con humildad y prudencia», señala el texto.

La firma considera que este grupo «moderado» prefiere buscar poder gradualmente a través de la Asamblea Nacional y, eventualmente, intentar una estrategia de referendo revocatorio para remover al presidente Nicolás Maduro de su cargo a mediados de 2016, si las condiciones están dadas para ello. Sin embargo, reconoce que los actores más radicales podrían intentar apalancarse de la victoria para optar por una vía más expedita para el cambio de régimen. Esto, según los analistas, amenazaría -y potencialmente, desestabilizaría- la ruta de la constituyente.

Aunque todavía no se cuentan con los resultados definitivos por parte de la autoridad electoral, la MUD ya se atribuye haber obtenido en los comicios de este domingo la mayoría calificada con 112 diputados jugando a su favor.

No obstante, para JP Morgan un escenario de una mayoría de tres quintos sería tal vez menos amenazante para la unidad opositora, «lo cual podría ser clave si se da una estrategia coherente en cuanto a propuestas de política pública y estrategia política futura».

En cualquiera de los casos, la victoria opositora brinda algo de oxígeno a los escenarios que hablan de un eventual cambio de régimen, bien sea por la vía institucional o a través de una suerte de «salida negociada» del presidente, en caso de que se compruebe que su capital político es demasiado bajo para efectivamente ejercer gobernabilidad.

– ¿Y la economía? –

La reacción inmediata de Nicolás Maduro ante los resultados electorales parece reforzar su postura. Empezó por apelar a la «naturaleza democrática» de la revolución bolivariana, reconociendo la victoria opositora. Pero no mostró ningún tipo de remordimiento por los resultados «estanflacionarios» de las políticas económicas de su gobierno, volviendo a la narrativa de la «guerra económica» y el sabotaje.

Para JP Morgan, este tono sugiere que el gobierno se mantendrá fiel a esa retórica en vez de asumir responsabilidad por cualquier medida de política económica que sea necesario acometer. En este sentido, la firma cree que la oposición buscará la forma de que el régimen de Nicolás Maduro absorba el costo político del ajuste y evadirá ser culpada de apoyar políticas «neoliberales».

El escenario presentado por el banco revela una especie de estancamiento en el terreno político que influye en lo económico. Como consecuencia, la ausencia de medidas de ajuste en el corto plazo conllevará a una la situación económica cada vez más calamitosa y que podría generar malestar social.

No obstante, la firma observa fuerte voluntad en el pago de los bonos. Este nuevo escenario legislativo abre una «ventana de oportunidad» para la sugerencia del presidente de Pdvsa, Eulogio del Pino, de refinanciar los bonos de la estatal que vencen en 2016-2017. Otros bancos de inversión han advertido que, en las condiciones actuales, una operación de este tipo sería muy costosa para la petrolera, debido a la alta percepción de riesgo.

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