Economía

¿Malo o catastrófico? El dilema de los economistas para lo que resta de 2016

El gobierno asegura que la economía para el segundo semestre de 2016 comenzará a recuperarse de manera progresiva. Economistas consultados poco coinciden con esta afirmación, pero sostienen que en la segunda parte del año que dicen será “menos mala” para Venezuela, continuará la recesión y la alta inflación.

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Foto: Archivo | Andrea Hernández

El mes de julio finaliza y aún no se cuentan con cifras oficiales del Producto Interno Bruto (PIB) ni del Indice Nacional de Precios al Consumidor de la primera parte del año. Sin embargo, todas las previsiones de organismos nacionales e internacionales calculan una inflación de entre 400% y 900% al igual que una caída económica de entre 8% y 12%.

Las perspectivas para el período entre julio y diciembre serán similares, de acuerdo a los analistas. Algunos confían en que se iniciará la recuperación del país, otros consideran que la incertidumbre política afectará aún más el plano económico puesto que el gobierno insiste en mantener su política en esta materia.

A juicio del economista Luis Oliveros, Venezuela tendrá un panorama bastante parecido al del primer semestre, pero que el deterioro económico no se profundizará. Resalta que la inflación puede ceder para este periodo e incluso más en el tercer trimestre, porque el tema cambiario se está estabilizando.

“El tema inflacionario podría ceder, a través de una mejora en el abastecimiento, creo que permitir la apertura de la frontera es un ensayo del gobierno para ver si eso ayuda a mejorar el abastecimiento. Además el Ejecutivo ha disminuido el gasto de manera importante y ha dejado de imprimir dinero inorgánico. Por supuesto el tema político supeditará al económico y dependerá de las medidas que se tomen”.

Pese a estas afirmaciones, Oliveros prevé que la tasa de inflación sea de 300% a finales de año, luego de un 180% del primer semestre y para el segundo estima un 100%. Espera igualmente una contracción de entre 7% a 8% luego de una tasa de dos dígitos entre enero y junio.

“Este sería el tercer año consecutivo de caída económica. Entre 2014 y 2016 ronda una caída de 20%, es una cifra récord, mayor al 16% del año del paro petrolero”.

El economista Tony Boza quien ha asesorado a la vicepresidencia económica, asegura que el panorama para el segundo semestre será positivo, puesto que en lo que va de año el gobierno ha ejecutado una serie de acciones que contribuirá al inicio de la recuperación económica.

“Estimo un franco proceso de recuperación, de sustitución de importaciones y de racionalización en el uso de las divisas”.

Para argumentar su afirmación, Boza resalta que en el sector agroalimentario hubo una significativa inversión, lo que ha dado buenos resultados al observarse un mayor número de productos que se están colocando en el mercado interno.

“La crisis ha obligado al gobierno a buscar aliados en el sector privado y se reactivó un amplio sector de la pequeña y mediana industria. Hay una estabilización de los precios. Hay una especie de meseta en la composición de los bienes de consumo masivo que no se corresponde con la realidad. El valor del dólar paralelo marcador de la economía no ha aumentado más y algunos rubros como los lácteos y los cárnicos han bajado de precio. El queso –por ejemplo- bajó 50%”.

Sostiene Boza que es prioritario construir un nuevo mercado de divisas. “Ya comenzamos a generar divisas desde sectores distintos al petróleo, es necesario continuar con la racionalización de divisas y con nuevas fuentes de dólares”.

A su juicio “todo esto apunta a una estabilización y a una recuperación lenta pero progresiva. El único factor que está aún en problemas es el trabajo. No hay capacidad adquisitiva. No solo se debe aumentar el salario nominal sino proteger el empleo y apreciar el salario real. Que los productos lleguen a la familia a través de los Clap y de los programas de alimentación escolar”.

Funcionarios como el ministro Jesús Faría afirman que lo peor ya pasó, ya que algunos factores que impactaron negativamente a la economía como la crisis eléctrica, no se observarán en el segundo semestre.

“Pienso que el momento más crítico pasó”, dijo.

– Aún peor –

La situación en el entorno político del país continuará impactando significativamente en lo económico. Analistas reiteran en que si el gobierno insiste en mantener su política económica será difícil superar los problemas macroeconómicos del país, aunque mejoren variables como el ingreso petrolero.

El profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Luis Zambrano Sequín, asegura que mientras no surja algún escenario con probabilidades de resolver el conflicto político, empeorará el ambiente de incertidumbre. “Todo indica que la situación del segundo semestre será difícil, pero el grado de deterioro no será tan grande como lo que se observó en 2014, 2015 y en el primer trimestre de 2016”.

Explica que la disponibilidad de los recursos externos que se tenían disponibles a finales de 2015 se agotaron con rapidez.

“Hasta que no haya un cambio importante en la disponibilidad de divisas, en una economía que aun depende de las importaciones y con una producción seriamente afectada, la actividad del sector productivo continuará deteriorándose”.

Para el economista, la inflación es un tema aún muy complejo, ya que a su juicio, no solo depende del tipo de cambio, sino también de las expectativas, de la oferta interna, de cómo se está financiando el gasto público.

“La economía se ha contraído y el gasto público también porque se redujo su ingreso. La contracción se seguirá acentuando en el segundo semestre, lo que trae como consecuencia que se reduzca el empleo y la presión de la demanda sea menor. La velocidad de los precios se reduce, pero la oferta interna lo seguirá. No está claro lo que suceda con la inflación, recordemos que hay una inflación reprimida que aún está allí, está contenida porque hay un control de precios”, apuntó Zambrano Sequín.

El director de la consultora Polinomics, Gustavo Rojas, sostiene que la situación del segundo semestre será aún más complicada. Por un lado, a pesar de que los precios del petróleo han aumentado ligeramente, la producción de Pdvsa sigue cayendo y la firma cambió su estimación de exportaciones de petróleo de 36 mil millones a 28 mil millones de dólares.

«Con esta caída y los pagos de deuda, habrá aún menos disponibilidad de dólares para importar”.

Según los reportes de la OPEP, la actividad petrolera muestra un declive constante. Entre mayo 2015 y mayo 2016, la producción del crudo cayó en 190 mil barriles diarios, lo que equivale a un caída anual de 8%.

“La inflación anualizada para junio es de 423%, pero creemos que los precios podrían seguir acelerándose y cerrar en una tasa cercana a 708%. Sin embargo, esta previsión podríamos revisarla”.

Con relación a la actividad económica, Rojas destaca que se ha venido deteriorando progresivamente y que “será peor en el segundo semestre”.

El director de Polinomics introduce un tema a veces olvidado, el comportamiento de la entrega de cartera de créditos, una variable determinante para evaluar cómo se encuentra la economía de un país. Explicó que los préstamos registran caídas significativas en términos reales: para mayo 2016, la tasa de caída anual de la cartera de créditos es de 65%. De manera individual, el financiamiento comercial disminuyó 60,7%; el de tarjetas de crédito 66,2%; el de vehículos 77,4% y la hipotecaria 76,7%.

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