7 libros eróticos esenciales para el Día del Libro

Y no. No vamos a incluir las 50 Sombras de Grey ¿Ok? 
Delta de Venus – Anaïs Nin

La autora se lanza en un terreno absolutamente liberador para el rol pasivo de una mujer de su época. Delta de Venus ilustra una libre visión de las relaciones humanas y abunda en imágenes que rayan en lo porno. Este tomo de cuentos, encargado por un excéntrico coleccionista, no vio luz hasta los años setenta. Su temática incide en el incesto, la homosexualidad, la prostitución, la infidelidad y la pedofilia.
Mi Tio Oswald  – Roald Dahl

Un excéntrico donjuán recorre el mundo en busca de sexo con todas las mujeres posibles. Bonito tema para un autor que es básicamente reconocido por la literatura infantil, pero que tiene este desdoblamiento erótico. Son las memorias de un desenfadado personaje considerado por el narrador como «el mayor fornicador de todos los tiempos» gracias a un elemento que no vamos a comentar acá para no arruinar la trama.
1601 – Mark Twain

Considerada como la primera novela pornográfica de la literatura estadounidense, su autor, Mark Twain, la publicó anónimamente hasta reconocerla 25 años después. 1601 es una ficción histórica ambientada en la Inglaterra de Isabel I, Sir Walter Raleigh y demás personajes de la nobleza quienes relatan sus proezas eróticas. Narra todo tipo de actos sexuales sin pudor alguno. A pesar de surgir en el seno de una sociedad esencialmente puritana, la novela tuvo gran éxito.
El Kama Sutra 

Citadísimo pionero de la conducta sexual del ser humano. El Kama Sutra, que data del año 500 d.c., es una vigentísima guía de cómo nos comportamos sexualmente, lo que se debe hacer, lo que no, lo que se acompaña en materia de amor y espíritu sexual. Además del trillado tema de las posturas sexuales, su valor poético y moral lo hace un texto único lleno de sabiduría.
Teleny – Oscar Wilde

Wilde se aventura con esta novela en el terreno sexual explícito de la homoerótica. Es un libro que narra el amor sumamente apasionado y ciego que surge entre Camille, un joven parisino acomodado, y un artista del piano húngaro, Teleny. La novela, publicada en 1893, estuvo prohibida y se sabe posteriormente que es Wilde el autor, pues circulaba clandestinamente bajo anonimato.
Justine (o los infortunios de la virtud) – Marques de Sade

Justine es una adolescente que quiere representar a la virtud y a la pureza humana. Esta huérfana debe salir adelante en un mundo de vicios y de males sacrificando su virginidad ante las más bajas perversiones de una época que Sade ilustra como envilecida y miserable. Cualquier favor por pequeño que fuese Justine debe pagarlos con su cuerpo. Y todo tiene su debida descripción.
La esposa del Dr. Thorne – Denzil Romero

El aporte nacional a la narrativa erótica viene a manos de Denzil Romero en un relato que tiene como protagonista a Manuelita Sanz. Todos los tropiezos sexuales de este personaje histórico son relatados desde sus 15 años. Manuela no es sólo alguien que se adhiere a la emancipación americana junto a los ideales del Libertador, sino que es una apasionada defensora de la libertad femenina. Lo secretos íntimos de una época también son historia en esta novela que no escatima en detallar esas gráficas situaciones de alcoba propias de un texto erótico.

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