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#Entrevista | Richard Páez explica su plan para llegar a la presidencia de la FVF

Que Richard Páez desea ser presidente de la Federación Venezolana de Fútbol, ya todos lo saben. Sin embargo, para que ello suceda, tienen que suceder muchos cambios en el reglamento electoral que no dependen directamente del ex técnico de la selección nacional ni de su movimiento, Somos Vinotinto. ¿Cuál es su hoja de ruta? Aquí se lo cuenta a El Estímulo.

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—Actualmente, 71 votos escogen al presidente de la Federación Venezolana de Fútbol. 48 de ellos provienen de los presidentes de las asociaciones, que a su vez entuban a los jugadores amateurs para que voten por el candidato previamente escogido. De esta manera, Rafael Esquivel se perpetuó en el poder. Usted dice que su primera lucha será cambiar ese universo electoral, permitiendo que sufraguen jugadores profesionales y otros actores del balompié nacional, ¿cuán factible y real es esto?
—La respuesta la tenemos en la Asamblea, que hoy tiene la potestad de aumentar el universo electoral. Hoy parece que la posibilidad es nula. Sabemos que ellos consideran que democratizar y pluralizar el padrón electoral atenta contra sus intenciones de mantenerse, de atornillarse. A pesar de ello, hay una oportunidad en las elecciones de las asociaciones (de fútbol por estado). Antes de las elecciones a la presidencia de la FVF, que se realizarán en marzo de 2017, en enero se elegirán a los presidentes de las asociaciones y es allí donde creemos que sí podemos empezar a cambiar la ecuación.
¿Aumentando el padrón electoral también?
—Sí. A las asociaciones las eligen los clubes (de fútbol amateur). Si se escriben todos los equipos que hacen vida en cada estado, se amplía el universo electoral y podrían cambiarse a quienes hoy representan a cada estado en las elecciones de la FVF. Eso no pueden detenerlo. Es ilegal que prohíban la inscripción de nuevos votantes. Esa es la esperanza que tenemos y en lo que nos vamos a enfocar en la visita que comienzo el lunes 25 de abril por todo el país. Vamos a informar a toda la población que practica fútbol en el masculino, femenino, fútbol sala, veteranos y playa sobre esta situación. Entonces, con nuevos presidentes de asociaciones, la correlación de fuerza en las elecciones de la FVF podría cambiar.
Pero es obvio que los presidentes de las asociaciones no van a querer perder su poder. ¿Ha hablado con ellos? ¿Ya hay nombres para suplantarlos?
—Los contactos que hemos tenido no son de ahora. Llevamos tiempo hablando con varios, pero vamos en esa búsqueda. Uno de los objetivos de esta visita es conversar con cada uno de ellos para transmitirles cuáles son las acciones que tomaremos una vez que lleguemos a la presidencia de la FVF. Es importante explicarles la necesidad de un cambio en la manera que se dirige al fútbol nacional. Es clave hacerles entender que ese cambio es para apoyarlos, para darles las herramientas para que mejoren en sus trabajos, tanto en condiciones como en conocimiento. Por ejemplo, es importante que le lleguen los recursos económicos para que puedan cumplir con lo planificado. Sabemos que ellos tienen una planificación, pero al no contar con ingresos para la autogestión, no pueden cumplirlos.
¿Y si dicen que no les interesa ese cambio?
—Si no se logra. Si desean continuar con el esquema actual, iremos en la búsqueda de cambios de cada asociación.
—¿Cómo valora que no hubo unanimidad en la aprobación de la Memoria y Cuenta de la FVF, algo casi inédito en el fútbol venezolano? ¿Es coyuntural, es una demostración de rebelión o se aprovecha simplemente la ausencia de Rafael Esquivel?
—Eso indica que la postura de la Asociación de Clubes y equipos profesionales, e incluso los mismos jugadores profesionales, es de desaprobar, al menos, esa Memoria y Cuenta. Incluso hay inconformidad en muchos puntos de la propia contraloría interna de la FVF. Lamentablemente, la actual dirigencia de la federación no parece escuchar ni tomar en cuenta este llamado de atención. Queda en evidencia también cómo aprovechan los votos entubados de las asociaciones para continuar con sus ejercicios económicos. Esto demuestra que no han tomado en cuenta el nuevo mensaje que se ha enviado desde la FIFA, por medio de Gianni Infantino (elegido en 2016), de ser transparentes y tener un propósito de enmienda. Deja mucho de desear y confirma lo que estamos diciendo. Si no hay un cambio en la estructura dirigencial, si no cambiamos ese modus operandi, el fútbol venezolano seguirá los rumbos del atraso.
—¿Ha hablado de estos temas con Laureano González (presidente de la FVF)? ¿Cuál es la relación entre ustedes?
—He mantenido una amistad durante muchísimo tiempo con toda la gente del fútbol y con Laureano también, por lo que él significa en el andamiaje del fútbol venezolano. Creo que cualquier persona que conoce la historia del balompié nacional debe saber lo que Laureano intentó y trabajó por él. Ante la ausencia de Rafael Esquivel, pensábamos que podía liderar ciertos cambios y nos equivocamos. Cada día nos sorprendemos. Nos confunde porque esperábamos otra cosa de Laureano González. Sencillamente la realidad nos está diciendo que está o aislado o envuelto en una maraña de informaciones que le alejan de la realidad y de lo que él significaba cuando no era presidente.
—¿Y con el presidente de la Asociación de Clubes, George Antar, quien también podría aspirar a la FVF?
—Sí. Es posible que tengamos visiones diferentes, pero tengo la sensación, cuando hablé con él y con otros presidentes de equipos de la primera división, que van en el camino correcto. Ellos se asociaron en intereses comunes, buscando corregir algunos entuertos del fútbol venezolano. En algún momento podríamos coincidir en nuestras visiones porque ellos también quieren que el fútbol venezolano evolucione. Muchas de las cosas que hablamos parten de la misma posición. Ojalá mantengan esa idea de seguir creciendo en el tiempo.
—¿Entiendo que su plan incluyó a la Asamblea Nacional?
Sí, ya nos reunimos con las dos fuerzas políticas que hacen vida en la Asamblea Nacional. No con la intención de politizar la problemática del fútbol venezolano, sino de recibir la sensibilidad de estos representantes del pueblo con relación a un tema álgido, que significa mucho para el sentimiento del país. Nos reunimos con Víctor Clark (PSUV), Miguel Pizarro (Primero de Justicia) y Stalin González (Un Nuevo Tiempo). Ellos también están en la búsqueda de encontrar soluciones, de informarse e incluso investigar hasta dónde la AN puede aportar soluciones.
Cuando se habla de política, se recuerda a Rafael Esquivel cuando utilizó la carta de la desafiliación (por injerencia gubernamental) para evitar cualquier contraloría externa. ¿Hasta dónde está dispuesto ir Richard Páez en este sentido?
—Hasta donde den las fuerzas. Hay que buscar una solución viable. Este tipo de dirigentes nos hacen daño, le hacen daño al fútbol nacional. Nadie en el país está conforme con la evolución del fútbol venezolano. Llevaremos esa presión hasta las consecuencias que nos dé la oportunidad de resistir. Sabemos que hoy, como nunca antes, la FIFA y la Conmebol tienen como meta limpiar y darle otra cara al deporte que hoy se encuentra manchado. Creemos, entonces, que este es el momento –si todo se tranca- de acudir a esas instancias para que se rompan esas maneras tan tercas de mantenerse en el poder en el fútbol venezolano.
—¿Cuáles son los principios básicos de su candidatura? ¿En qué puntos marca diferencias?
—Nuestros programa es estructural y comienza con organizar el fútbol menor. Ese es el cambio trascendental. Con cambios metodológicos y cuantitativos en la propia competencia. Allí empezamos a darle una actitud y formación diferente al futbolista venezolano. Luego, dotar de infraestructura esta categoría porque es aquí donde comienza la raíz del triunfo o de la derrota. Si no sembramos canchas en el país, para que las propias asociaciones tengan instalaciones donde cumplir con el proyecto competitivo que planifican, el fútbol venezolano seguirá transitando de manera desorientada. Y después, establecer centros piloto de formación de talentos.
¿Puede profundizar en esos centros piloto?
—Venezuela es uno de los pocos países donde los talentos no tienen una oportunidad real y coherente en su formación sólida y completa. Entre 12 y 15 años puedes observar cuando un jugador es diferente; es el momento más sensible para potenciar su talento, si no lo haces se pierden en el camino. El trabajo con estos muchachos debe ser diferenciado. El talentoso no debe trabajar de manera heterogénea con el futbolista promedio porque termina disminuyendo su calidad. Debe existir una fórmula para que semanalmente coincidan en el campo talento con talento. Hay más ideas, que incluyen otras categorías, pero en la base se encuentra la fórmula para la competencia muchos años después en copas, como la Libertadores.
Todos estos planes necesitan dinero, en específico de la empresa privada. Es difícil visualizarlo con la situación del país.
—Sí. Por supuesto. Es un proyecto ambicioso, pero es la única forma que tenemos para alcanzar un nivel competitivo. Las encuestas que manejamos nos dicen que el fútbol es la primera disciplina practicada en el país, sin importar los estratos sociales, por los jóvenes. Y eso requiere de una masificación en la atención. Hay una población cautiva. Lo que necesitamos es trabajar con marketing. Presentar de manera adecuada el producto para que la empresa privada pueda apoyar. Por ahí es por donde queremos iniciar el cambio, que todos se fijen en esta área y se verán las consecuencias en poco tiempo. Porque el jugador venezolano tiene muy buena técnica, pero no cuenta con la metodología para pulirla.
—En lo que llevamos de entrevista, usted no ha mencionado a la Vinotinto mayor. No creo que sea casual.
—Es que cuando hablo de visiones diferentes con respecto a otras candidaturas, incluso con el discurso de algunas personalidades que hacen vida en el fútbol venezolano, me refiero a que muchos creen que todo cambiará con resultados (en la mayor). Y no es así. Los resultados ya los vivimos. Cuando los dimos para ganar respeto en el concierto internacional, nadie estudió cómo fue posible eso. No lo replicaron. Sencillamente lo dejaron al libre albedrío de cada proceso. Cuando lo que conseguimos debió ser el ejemplo fundamental para generar un cambio en la parte alta. Si no se tienen bases, soporte, todo se cae como un palafito. El fútbol venezolano necesita solidez, consistencia. Así como cuando uno es técnico, que busca que los equipos sean consistentes en el tiempo contra los rivales. No importa el clima o la camiseta del que vas a enfrentar, uno siente que está para competir contra el que sea. Cuando tengamos un fútbol con base sólida, entonces si podemos aspirar a que la Vinotinto tenga otro rendimiento.
—De su discurso podría concluirse que lo que sucedió durante el proceso de Noel Sanvicente fue una consecuencia, algo que iba a pasar con él o con otro director técnico. ¿Lo cree así?
—Es que lamentablemente los procesos cuando no dan resultados, la gente apunta a responsables directos. Se va a la visión microscópica de ver el error del jugador o del técnico. No. Esto es la consecuencia de una organización frágil, que comenzó mal y termina mal. Solo hay puntos altos cuando aparecen nombres que superan o rompen con esos vicios. Sin embargo, realmente para hacerlo consistente, para repetir un rendimiento y generar algún crecimiento, se necesitan estructuras, de lo contrario, cualquier coyuntura desbaratará al proceso que venga.
—¿Qué va a hacer cuando tranque el teléfono?
—Preparar el viaje a Barinas, donde comienza nuestro encuentro con las asociaciones. Aquí se inicia el cambio.]]>

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