Venezuela

PERFIL | Vladimir Padrino López, el nuevo zar económico del chavismo

Es ministro de la Defensa desde hace dos años y dirige en paralelo el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Bolivariana. Con Nicolás Maduro en la presidencia, su poder y el resto del sector castrense creció al controlar empresas agrícolas, transporte, un banco, un canal de TV y hasta una corporación petrolera con la facultad de operar en paralelo con Pdvsa. Desde el lunes, Vladimir Padrino López es el nuevo hombre fuerte en Venezuela al manejar todas las cadenas productivas del país.

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Fotografía: AVN / Fausto Torrealba

Vládimirrr, así sonó su nombre en los labios de Nicolás Maduro cuando se refirió a él ante las cámaras. Con ese tono que recuerda a los bolcheviques del siglo XX, el jefe de Estado designó al general en jefe del Ejército como el nuevo zar de la economía nacional, con unos superpoderes que desplazan al resto de los ministros, incluyendo al del vicepresidente Ejecutivo, Aristóbulo Iztúriz o al del vicepresidente para la economía productiva, Miguel Pérez Abad.

La tarea encomendada es la de «imponer orden y autoridad» en la economía, según las palabras de Maduro. El nuevo rol del alto oficial es la enfrentar la escasez de comidas y medicinas; así como levantar la productividad de las empresas, mediante la recién creada «Gran misión de abastecimiento seguro».

Toda una labor titánica para el nuevo general llamado a derrotar la «guerra económica» que ha puesto en dudas el futuro del sucesor de Hugo Chávez y de la propia revolución bolivariana.

Tras ser designado como nuevo jefe económico, Padrino López desplegó el martes a sus efectivos en los principales puertos, con el fin de imponer «disciplina» en la entrada de productos al país. También advirtió nuevas acciones contra restaurantes y hoteles, a los que acusó de acaparar y desviar los productos escasos en los anaqueles.

El anterior funcionario con tantos poderes económicos fue Rafael Ramírez, quien estuvo hasta 2013 como vicepresidente del área económica, además de ministro de Petróleo, presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y otros cargos relacionados con viviendas y divisas.

Nacido en Caracas en 1963. Padrino López nunca optó por la carrera de las armas, pero por designios del azar ingresó a la Academia Militar tras graduarse de bachillerato. Ocupó el puesto 18 de la promoción general Juan Gómez Mireles de 1984, donde compartió salones de clase con otros conocidos generales del chavismo como el exministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres.

En 1995, viajó a Estados Unidos para realizar un curso de operaciones psicológicas en la Escuela de las Américas (SOA, por sus siglas en inglés) en Fort Benning.

Durante el fugaz golpe de Estado contra Hugo Chávez en 2002, el entonces teniente coronel manejaba el Batallón Bolívar, una unidad de blindados ubicada en Fuerte Tiuna. La división nunca se plegó a la causa de los sublevados, por lo que ganó simpatías dentro de la creciente ala chavista en los cuarteles.

Su afinidad con el entonces presidente Hugo Chávez lo llevó a ascender dentro de la estructura militar. Recibió responsabilidades en el manejo de unidades estratégicas. Entre ellas manejó la 93 Brigada de Caribes de Barinas, que agrupa a las tropas de élite conocidas como Cazadores. Fue ascendido a general de división en 2010 y a mayor general en 2012, cuando además lo designaron segundo comandante del Ejército y jefe del Estado Mayor de ese componente, reseña el portal Poderopedia.

Su participación como jefe de parada en el desfile militar del 5 de Julio de ese año, marcó un hito en la carrera de Vladimir Padrino López. El breve discurso que ofreció montado en una tanqueta ante los asistentes al acto, donde presentó a sus compañeros de armas como «bolivarianos, antimperialistas y bolivarianos», generó duras críticas entre quienes acusan a la Fuerza Armada como un brazo al servicio del chavismo.

Tras ese discurso, Padrino López fue ascendido a general en jefe y designado comandante del CEO-FANB en julio de 2013 por el nuevo presidente de la República, Nicolás Maduro.

Fiel a su estilo de gobernar con militares, el civil Maduro incorporó al general como miembro del Estado Mayor Eléctrico ­y una Comisión Presidencial para investigar las Asignaciones de Divisas.

Padrino López ha tenido pruebas en su accionar militar. Su dirección en los componentes que participaron en la represión de las protestas antigubernamentales en 2014, que dejaron más de 40 muertos, desató una ola de críticas contra el alto oficial. El general en jefe respondió con el apoyo de la FANB al gobierno de Maduro y pidió respeto para los soldados de la institución, dos de los cuales perdieron la vida por disparos.

Su apoyo a las decisiones del Ejecutivo se sintió en agosto de ese mismo año con el cierre paulatino de la frontera entre Venezuela y Colombia por 30 días, como una de las medidas contra el narcotráfico y el desvío de alimentos.

El 24 de octubre de 2014, Padrino López fue nombrado ministro de la Defensa en sustitución de Carmen Meléndez, quien fue designada por Maduro en julio del año anterior.

Meléndez, a su vez, desplaza a Rodríguez Torres como nueva ministra de Interior y Justicia. Tres meses después, estableció -mediante la polémica Resolución 008610 del Ministerio de la Defensa- nuevas condiciones para el control militar del orden público: aprobó el uso de armas mortales para “evitar los desórdenes, apoyar la autoridad legítimamente constituida y rechazar toda agresión, enfrentándola de inmediato y con los medios necesarios”.

El 4 de julio de 2015, durante los ascensos militares, Padrino López fue ratificado como ministro de la Defensa por Maduro. Casi un mes después, el 31 de agosto, el gobernante informó que le había ordenado a Padrino López reposo médico. Desde entonces, muchos han especulado sobre su estado de salud.

En sus dos años frente a la cartera de Defensa, mucho se ha especulado sobre la ascendencia de Padrino López en los cuarteles. La crisis también se siente en los niveles medios y bajos del sector castrense. Y eso es una preocupación constante dentro del gobierno, aseguran analistas. Protestas por el desabastecimiento degeneraron en saqueos en los últimos meses y el rol de la Guardia Nacional ante esos actos ha sido decisivo en muchos casos.

Más allá de las especulaciones sobre su total afinidad con Maduro y, en especial con el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, Padrino López es designado como nuevo jefe económico de una Venezuela inmersa en una de sus peores crisis. Sus detractores ya lo acusan de iniciar un co-gobierno militar con el Presidente.

“(Padrino López) ahora tiene todo el control de la FANB y todo el control del Estado. Lo ponen en esta superposición que no es ni siquiera un superministro, es casi que un vicepresidente paralelo. ¿Es una jugada para desplazarlo del poder? No sé. Lo que sí sé es que nosotros no podemos seguir permitiendo que Venezuela se siga manejando improvisadamente”, aseguró el diputado opositor, Freddy Guevara.

Con información de Poderopedia

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